Un autor comprometido con su tiempo y con el objetivo de la paz en Oriente Próximo. Un israelí que combate el fanatismo, sea cual sea el bando, desde el fecundo universo de la literatura. Amos Oz ha estado varias veces en la línea de llegada del Nobel, pero sin suerte. Ésta le sonríe ahora en forma de justo reconocimiento de la mano del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007:
“El escritor Amos Oz ha sido reconocido con el premio príncipe de Asturias de las Letras. El israelí era el favorito para el galardón, seguido muy de cerca por el albanés Ismail Kadaré. Optaban 35 candidaturas de 23 países.
Amos Oz está considerado como uno de los intelectuales israelíes más comprometidos con la búsqueda de una salida pacífica al conflicto entre israelíes y palestinos, al que ha dedicado gran parte de su producción novelística y de ensayo”.
3 comentarios
“Un autor comprometido con su tiempo y con el objetivo de la paz en Oriente Próximo. Un israelí que combate el fanatismo, sea cual sea el bando, desde el fecundo universo de la literatura.”
Ja, ja, ja. Vaya sarta de tópicos, que no significan nada. Si escudriñases un poco más en su obra ensayística, sabrías que Amos Oz no es nada de eso. Es, pura y simplemente, un sionista y un racista, que ha dicho cosas tales como “si se concede el derecho al retorno a los palestinos, ellos tendrán dos estados y nosotros, ninguno”.
Si Le Pen dijese: “Si se concede la ciudadanía francesa a los judíos, ellos tendrán dos estados y nosotros ninguno”, ¿hablarías del compromiso con su tiempo del honorable ciudadano Le Pen?.
Con mimbres así, los palestinos están condenados a la extinción.
Para sarta de tópicos que no significan nada, tus palabras: “Es, pura y simplemente, un sionista y un racista”. Lo otro es una simple cuestión aritmética.
Me sigo quedando con “Un israelí que combate el fanatismo, sea cual sea el bando”.
Un saludo.
A mí me encanta esta cita suya:
Creo que la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar. (Amos Oz; Contra el fanatismo ; Siruela, pag. 26)