Eran 10, pero se han quedado en cinco:
- No negociarás con terroristas
- No desearás a nadie de tu mismo sexo
- No educarás para la ciudadanía
- Olvidarás la historia
- Amarás a la Cope sobre todos los medios
En base a esos mandamientos, los obispos piden la abstención. ¿O es que hay algún partido que cumpla con todos los requisitos?
12 comentarios
jajaja
Me ha encantado esta entrada. Super claritos los 5 mandamientos. A mi el que más me gusta es el quinto porque me parto de risa con la santa emisora.
Pues a mi, Manuel, me da bastante pena que entres en estos temas. Y más así. Porque si hablases de ello en serio, como se debe, bueno va. Pero hablar así, tomando a coña lo que no tiene ni puta gracia… no lo veo claro, no.
Para gusto, colores, pero no me pidas que renuncie a mis convicciones ni que no me tome a coña un despropósito de este calibre. La poca vergüenza de estos obispos no merece ni siquiera una defensa tan anónima como la tuya.
Un saludo.
Opino parecido, sólo parecido que JR. Si nos tomamos en serio las personas y las opiniones de todos que se note. Un artículo tan banal, frívolo y, si me apuras, absurdo y sin gracia, no es propio de una persona bien informada y llamar sinvergüenzas a los obispos sólo muestra tu escasa catadura y tu mucha inquina. Lamento que sea así. ¿Te has molestado en leer completo el documento? O no lo has leído, o no lo has entendido o, lo que es peor, esto es todo de lo que eres capaz, cosa que no creo. Una cosa es el desacuerdo razonado y otra la simpleza politicamente correcta.
O sea, que a partir de un post en el que expreso de forma irónica mi opinión acerca de la intromisión de los obispos en el libre pensamiento de la ciudadanía, y de un comentario en el que tildo de “sinvergüenzas” a los que ciertamente me lo parecen, tú, en nombre de la ‘seriedad’ y supongo que la ‘decencia’ te dedicas a insultarme con adjetivos como “banal, frívolo, asbsurdo, sin gracia, no propio de una persona informada, escasa catadura, mucha inquina y simpleza políticamente correcta”. Pues qué quieres qué te diga, que pienso que formas parte de esa minoría lerda, estúpida e intransigente que da alas a los neofacistas que alientan a estos llamados ’embajadores de Dios’.
Si el humor es sinónimo de inteligencia, lo tuyo es ciertamente preocupante.
Perdona la dureza, pero es sólo por ponerme a tu altura.
Un saludo.
Hola a todo o mundo! Pasaba por aquì y no pude dejar de leer ésta entrada. Creo que cualquier tema se pude discutir sin alzar la voz. No debemos dejarnos alienar por los distintos “cabecillas” de los partidos políticos.
La crispación que nos quieren trasladar no existe en la vida real, es un invento para justificar sus errores e incompetencia
Dui bu qi. Me olvidé de despedirme. Un saúdo dende Iruñaghiño
Hola, Cruxens. Mi post nada tiene que ver con partidos políticos, parte de mi convicción personal de que los obispos no son nadie para sermonear a la ciudadanía acerca de sus opciones políticas. Conozco excelentes cristianos que se dejan la piel en la defensa de los más desfavorecidos, y los admiro. Y estoy convencido de que son ellos los primeros ofendidos por la intromisión de esta ‘cúpula’ que mejor haría en lanzarse a la aventura de la solidaridad y del cristianismo sincero, de base, que en estar pontificando a favor de este o aquel partido.
Por lo demás, te agradezco la llamada a desterrar la crispación, aunque entenderás que defenderte de un o una sarta de insultos puede que crispe, pero es absolutamente necesario.
Un saludo.
Tú llamas ironía a una ridiculización simplista de la opinión de los obispos, después les llamas simplemente sinvergüenzas. Cuando se te critica la banalidad y frivolidad con que ridiculizas y simplificas, tomas como un insulto personal lo que es la crítica del artículo. El llamar sinvergüenzas a los obispos da que pensar sobre qué tipo de persona eres. Pero claro, las dudas las aclaras cuando te explicas: “formas parte de esa minoría lerda, estúpida e intransigente que da alas a los neofacistas que alientan a estos llamados ‘embajadores de Dios’. Si el humor es sinónimo de inteligencia, lo tuyo es ciertamente preocupante. Perdona la dureza, pero es sólo por ponerme a tu altura.”
Pues bien, este lerdo, intransigente, estúpido y poco inteligente, este alentador de neofascistas ha captado la idea de con quién ha intentado razonar. Ya lo sé, sólo puedes insultar y ridiculizar tú, si alguien se te opone o te lo afea, es que debe ser, como yo, un peligroso estúpido, lerdo e intransigente.
Menos mal que hay gente como tú que sólo insulta para defenderse de los que crispan sin motivo ni razón. Habrase visto, criticarte a ti por una cosa como ésta. Supongo que eres de los que piensan que habría que prohibir a gente así, no merecen respeto ni tener derecho a exponer sus “crispantes” opiniones que en tanto discrepan de la tuya.
Salud y a cuidarse.
El caso es que partes de un supuesto subjetivo y de ahí intentas determinar lo absoluto. Es decir, das por objetivo que lo de los obispos es una ‘opinión’ y que tienen ‘vergüenza’ para señalarme como alguien banal, de escasa catadura, etc… Si hubieras entrado como se debe entrar en un debate, es decir, exponiendo simplemente tu opinión sin descalificaciones (yo a ti no te había descalificado previamente, salvo que seas obispo… lol), no habrías obtenido mi contudencia por respuesta.
Pero es que dar por hecho lo que tú das como objetivo es mucho dar. Porque das por hecho que todos los ciudadanos debemos respetar a quienes no nos respetan. Y das por hecho que un simple post irónico es un atentado contra la ética, la moral y demás.
Puede que, efectivamente, no seas un lerdo ni un estúpido. Puede que sólo un aspirante a cruzado del pensamiento único. En cualquier caso, mis convicciones son las que son y te puedo asegurar que no me restan un ápice de mi intregridad ni de mi valía como persona.
Otros que van con la hipocresía y el insulto por delante no pueden decir lo mismo. Reitero, por si te cabía alguna duda: el cristianismo y la Iglesia, el mundo en general, no se merece una cúpula de sinvergüenzas, manipuladores y profascistas como estos obispos a los que tanto defiendes y a los que, por tanto, sirves.
Un saludo.
Efectivamente: partimos de la subjetividad de un artículo en el que ridiculizas con una frivolidad aplastante una opinión que, tal vez, ni has leído en su totalidad. Y para redondear insultas a los que sostienen la opinión escrita en la susodicha nota.
Criticar la ligereza y banalidad del artículo se ve que no es posible… bueno, a no ser que seas todas esas lindezas que me dedicas. El insulto iba por delante, iba en el artículo, ¿o no?
Y por si había alguna duda del profundo respeto que te merecen las personas aunque su opinión no coincida con la tuya: “…cúpula de sinvergüenzas, manipuladores y profascistas como estos obispos…”.
Y todos los que no estemos de acuerdo contigo y tus maneras sólo podemos aspirar defender el pensamiento único (no como tú que respetas que se discrepe). Eres tan tolerante con los que disienten que no piensas que sean respetables.
La ironía es inteligente, la ridiculización es banal, frívola y poco respetuosa, ¿soy un peligroso ultraconservador por pensar eso? Tal vez.
Ah, y lo que roza la candidez es la frase: si hubiera entrado “…exponiendo simplemente tu opinión sin descalificaciones…”, claro, justo como haces tú en el artículo, opinar sobre la opinión de los obispos sin ridiculizaciones, insultos ni descalificaciones… Ay, que me da la risa.
Un saludo y lamento haber despertado a la fiera.
Al final sí voy a pensar que eres obispo. Te lo explico una vez más:
1.- En el artículo no hay ni un sólo insulto. Ni contra los obispos ni contra nadie.
2.- Se trata de un ejercicio de ironía (puedes consultar el diccionario si el término te genera dudas).
3.- La ironía tiene como objetivo dejar en evidencia la intromisión ilegítima de los obispos en la vida política y en la conciencia de los votantes.
4.- Das por hecho muchas cosas: que no he leído el artículo en su totalidad, que la crítica es gratuita, que no me tomo en serio a las personas (nunca, de ningún modo, en ningún lugar), que lo he escrito con inquina…
5.- Y, entonces, ya armado de ignorancia, arrogancia, ira, intransigencia, nulo sentido del humor y meras suposciones arremetes contra mi persona, sin un mínimo de respeto o consideración, con expresiones como “banal, frívolo, asbsurdo, sin gracia, no propio de una persona informada, escasa catadura”… Y no me salga otra vez con que te referías al artículo y no a mí porque, primero, el artículo lo he escrito yo y, segundo, porque términos como ‘persona informada’ o ‘catadura’ no son aplicables a cosas, sino a personas. Vamos, a mí.
6.- Te contesto justo en el mismo tono, defendiéndome de tus improperios.
7.- Y eres tú quien me acusa de atacarte cual pobre desvalido, en la mejor línea del típico troll de Internet.
8.- Y, como típico troll, supongo que pretenderás extender esta conversación hasta lo imposible. Pues aprovecha bien el próximo comentario, porque de incidir en el contenido y el tono, que ya has expresado amplia y suficientemente, será el último en este post. Las posturas están claras, y estoy convencido de que ninguno se va a convencer de lo contrario.
Eso sí, el escaso talante que muestras ante el disenso y la ironía en defensa de tus queridos obispos, me reafirman aún más en mis convicciones.
Un saludo.