“Nunca he visto a alguien tan preocupado por su reputación como aquel que no tiene la conciencia tranquila”.
(Proverbio occidental)
La reputación personal online está a debate en estos días. Parece que el viejo axioma de la popularidad ( ‘que hablen de mí, aunque sea para mal’ o su variante irónica, ‘que hablan de mí, aunque sea para bien’), no colma las aspiraciones de cierto sector de la sociedad que, paradójicamente, sí parece aceptarlo e incluso promoverlo en la vida ‘real’. Es éste de la reputación un asunto complicado, pues ella, la reputación, no suele ser más que la consecuencia natural del pensamiento o la acción del individuo en un entorno social, político, religioso o ideológico determinado. Al igual que el concepto de belleza ha estado históricamente sometido al del gusto imperante, el de reputación lo ha estado al de la moral establecida. Pero siempre, salvo casos flagrantes de insidia y manipulación, a la propia realidad del o la reputado o reputada.
Por tanto, me sorprende sobremanera que ahora se plantee la reputación online como un factor aislado, y aún me sorprende mucho más que se achaque su miseria a los blogs y que haya quien se presente como doctor milagros de la ‘limpieza de imagen’ en la Red, como si ésta pudiera disociarse de la imagen general del individuo a ‘sanear’ o como si la Red fuese un sitio dedicado en bit y alma a dañar reputaciones. ¿Limpiar la ciberimagen de alguien? ¿Es eso posible sin limpiar la imagen misma del individuo en todos los ámbitos o sin un cambio radical en el propio individuo?
Cantos de sirenas y oportunismo barato. Quien tiene mala reputación en Internet, la tiene igualmente en la calle, y sólo un ‘tratamiento’ integral puede tener ciertos visos de éxito. Ciertos visos, pues no debemos olvidar que el marketing personal puede ayudar a mejorar o empeorar una imagen, pero nunca a trastocarla por completo.
Pero si, además, a quien va dirigida el supuesto ‘lifting reputacional’ es a ese sector de famosetes que día a día se encargan ellos mismos de estropear en prensa, radio y televisión su imagen y las de aquellos que se les pongan por delante (Federico Jiménez Losantos, Jimmy Jiménez Arnau, Jorge Javier Vázquez, Marta Nebot o Chelo García, citan expresamente), entonces apaga la luz y vamos. Internet no es más que el reflejo de la vida ‘real’ y del pensamiento de los millones de personas que la conforman. Si Internet te ve así es porque la gente te ve así, y probablemente poque seas así, al menos en tu vertiente pública; no porque la blogosfera se haya empeñado en que todos te vean así. Menudo poder. ¿Te imaginas?
Afortunadamente, al margen de estos reclamos de feriante de dos céntimos (vía tuiteo de bitacoras.com), existen iniciativas y proyectos que sí reflexionan y animan a actuar con criterios en el denominado ‘marketing reputacional‘ individualizado online. En los últimos días, hemos asistido a varios ejemplos:
- Javier Leiva: ‘Gestión de la reputación digital‘
- Cristina Aced, Neus Arqués,Magali Benítez, Bel Llodrà y Eva Sanagustín: ‘Visibilidad. Cómo gestionar la reputación en internet‘
Con todo, sostengo que:
- El mejor ‘marketing reputacional’ es lo que dices, piensas y haces
- Actuar sobre la reputación online exclusivamente no sirve de mucho, porque por cada acción en positivo que realices habrá miles en contra
- Internet es reflejo de la realidad, cambia la realidad y habrás avanzado un 90% en tu camino
- La gente no es tonta, no intentes vendernos lobos con piel de cordero
- Y, sobre todo, sé consecuente contigo mismo.
Ya lo cantó Brassens a mediados del siglo pasado, aquí interpretado por Paco Ibáñez:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DSyXQA4QiTw[/youtube]
En mi pueblo, sin pretensión,
tengo mala reputación.
Haga lo que haga, es igual,
todo lo consideran mal.
Yo no pienso, pues, hacer ningún daño
queriendo vivir fuera del rebaño.No, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe.Todos, todos me miran mal,
salvo los ciegos. Es natural.Cuando la fiesta nacional,
yo me quedo en la cama igual,
que la música militar
nunca me pudo levantar.
En el mundo, pues, no hay mayor pecado
que el de no seguir al abanderado.Y a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.
Y a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.Todos me señalan con el dedo,
salvo los mancos (quiero y no puedo).Si en la calle corre un ladrón
y a la zaga va un ricachón,
zancadilla doy al señor
y he aplastado al perseguidor.
Eso sí que sí que será una lata
siempre tengo yo que meter la pata.Y a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.
Y a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.Tras de mí todos a correr,
salvo los cojos, es de creer.Ya sé con mucha precisión
cómo acabará la función,
no les falta más que el garrote
pa’ matarme como un coyote
A pesar de que no arme ningún lío
con que no va a Roma el camino mío.Que a le gente no gusta que
uno tenga su propia fe.
Que a le gente no gusta que
uno tenga su propia fe.Tras de mí todos a ladrar
salvo los mudos, es de pensar.
18 comentarios
El tema tiene miga, sí. Gracias por la referencia, que si me permites completo con otra de un texto que escribí en Catorze: Para parecer honesto hay que serlo.
Como dices, la reputación es un reflejo de lo que haces cada día, no solo cuando posas.
Un abrazo.
Ahora mismo, en el blog de Javier Leiva: Modelos de negocio en red
Me parece una entrada muy buena (y la canción impagable, hacía mucho que no la escuchaba y la verdad es que me encanta!).
SI creemos en los temas de marca personal, personal branding o como queramos llamarlo, hay una cosa muy clara: enseñas lo que eres. Puedes intentar “gestionar una reputación ” y ser cuidadoso, educado, etc. Pero no puedes “vender” algo que no eres.
Ahora mismo, en el blog de mertxe: ¿Te esfuerzas demasiado?
Totalmente de acuerdo, Manuel. Nosotras también creemos que la reputación es fruto de lo que haces y dices, y que no existen fórmulas mágicas. La reputación no se puede controlar, pero sí gestionar, y Visibilidad. Cómo gestionar la reputación en Internet pretende ser una guía práctica de cómo hacerlo.
Gracias por la mención.
Cristina Aced y resto de coautoras de Visibilidad
Ahora mismo, en el blog de Cristina Aced: Nuevas redes sociales de interés para la comunicación
Estoy en clara línea con el post y tu reflexión así como los comentarios previos. Sin embargo, Estos Doctores milagros no solo son charlatanes y embaucadores sino que pueden llegar a cruzar la línea del “fake content” en la red y cometer un delito http://twurl.nl/mi4mfi
En cuanto a la falsa reputación online sobre productos y consumos, leer pagina 24 de http://twurl.nl/yknd10
En el orden de la reputación online de tipo personal, aún me parecen peor desde el punto de vista ético (podríamos enmarcar a los dinamizadores de reputación en la categoría de actos ilicitos?).
Casos tan escandalosos como la “limpieza de reputación online” de la modelo Kate Moss cuando fue “pillada” y filmada consumiendo cocaina tiene un contenido totalmente falso y tendencioso y le sirvió (en complicidad con sus contratadores) para resarcirse de la rescisión de contratos que sufrió inmediatamente después de destaparse el consumo filmado. Mientras tanto, las adolescentes que la siguen que camino tomarán?
Las hienas comen carroña y siempre habrá carroñeros dispuestos a beneficiarse del entorno online.
Ahora mismo, en el blog de Sabria: Air Europa y sus responsabilidades desatendidas
No es por el resto de la entrada, en la que tienes más razón que un santo, pero hay pocas veces que con una frase y una canción (y que canción) se puedan decir tantas cosas.
Un saludo
Ahora mismo, en el blog de Cosechadel66: Playlists en bancos de madera
Apuntate otro voto mío… 😀
Ahora mismo, en el blog de Ignacio: Línea Castle
¿Por qué será que cuando dices “reputación” y “mala” en la misma frase, me viene siempre cierta “institución” con cuatro letras? :S
perdona no estoy de acuerdo, si alguien te odia te puede clonar un nick y ponerte a parir…
(no te enfades) pero tu dices “la blogosfera se haya empeñado en que todos te vean así. Menudo poder. ¿Te imaginas?” yo he visto muchos casos asi, aganchandome al tema de la dictadura de Italia, de personas que decian verdades incomodas y organizaciones que estan 24 horas al dia se pasan todo el santo dia a puterarte en almenos 30 blogs… un ejemplo es Giulietto Chiesa, que es una de las pocas personas honestas de Italia, lo han talmente puteado con tantas de esas mentiras que ha debido hacer un video en YT, y podria hacerte miles de ejemplos, pero en pvt. Lo se que con los hispanoshablantes esto no pasa casi, pero aqui esta al orden del dia… gracias por la atencion
🙂 gracias, me has hecho entender una cosa, efectivamente en Internet como en la vida real cada uno encuentra lo que mas se acerca a su manera de pensar, gracias porque acabo de entender que hacer.
Al final a uno le queda siempre la misma sensación, sea con la reputación, con la crisis o con el tema que esté de moda: se prefiere parchear a trabajar en serio para que las cosas funcionen bien.
Estamos demasiado imbuidos de la cultura del pelotazo, del tapadillo, del apaño, del compadreo y demás.
Como bien dices, Internet no es sino el espejo del alma. Y algunos desalmados merecen los que les pasa y más.
Ahora mismo, en el blog de ismael: Towards a comprehensive definition of digital skills
Es cierto que ser y parecer (en internet) deberían ir siempre de la mano, pero no siempre es así. Al final en la reputación (ya sea tradicional o en la red, es lo mismo) hay una parte de realidad y otra de construcción, o gestión, o cuidado, o como se le quiera llamar. Esta construcción artificial puede ser de uno mismo, o la que producen otros porque lo perciben así.
En un mundo de información perfecta no habría reputación que cuidar ni reparar porque “lo que soy” sería “lo que parezco”, pero a veces el problema viene de que la persona (o empresa) no tienen identidad ninguna y cualquier comentario (cierto o no, positivo o negativo) la construye de un plumazo.
Lo que vengo a decir es que no hay por qué que pelear reputación online de realidad, al final siempre el feo es feo y el guapo es guapo pero si se maquillan no han inventado nada.
Un saludo y perdón por el tocho, Pedro.
Un saludo,
Ahora mismo, en el blog de Pedro Máiquez: Visibilidad: Como gestionar la reputacion en Internet
Se me olvidaba: Otra cosa es si estas prácticas deberían tener códigos éticos (yo creo que sí). Los legales ya los tienen (falsedad, etc.)
Ahora mismo, en el blog de Pedro Máiquez: Visibilidad: Como gestionar la reputacion en Internet
[…] única que crece, ahora que las redes sociales mandan, ahora que surgen nuevas cosas cada día y la reputación es tan crucial tanto fuera como dentro de Internet Estamos ávidos de compartir y aprender cosas […]
[…] EN LA RED: http://blogocorp.blogspot.com/2009/04/visibilidad-ya-es-visible-y-llega-hoy.html https://mangasverdes.es/2009/03/20/la-mala-reputacion/ http://josemanuelcastro.wordpress.com/2009/03/22/la-visibilidad-hoy/ […]
[…] es que la reparación de la reputación online no es algo inherentemente negativo y reprobable. Existe cierta tendencia en internet a entender la reparación de crisis de reputación como ocultar, maquillar o engañar a los […]