Las empresas periodísticas del ramo del papel viven, casi más que ninguna otra en el sector, una especie de contrafantasía que les lleva a aferrarse a un modelo claramente en vías de extinción frente a otro que no sólo da muestras de una vitalidad impresionante, sino que supone la apuesta más sólida de futuro. La frase más popular entre gerentes y directivos: “Es que Internet sólo supone un 10% de las ganancias frente al papel” es equiparable a otros sonados errores históricos como el desprecio al teléfono o a la propia imprenta. Esto, unido al progresivo deterioro en la calidad del producto, consecuencia directa de los despidos y rebajas en las condiciones laborales, está llevando a la industria a un callejón sin salida, el de su propia desintegración.
El debate más recurrente de los últimos tiempos, ‘¿Digital o papel?’, no sólo es absurdo, sino que puede ser incluso innecesario si tenemos en cuenta que el propio soporte físico del segundo es producto de un bien escaso, en crisis desde hace tiempo, y que ahora, además, comienza a evidenciar síntomas realmente graves de pervivencia:
“El mayor productor mundial de papel para prensa, AbitibiBowater, se declaró hoy en suspensión de pagos en EE.UU. y anunció que hará lo mismo el viernes en Canadá al no poder refinanciar una deuda de 8.780 millones de dólares de sus subsidiarias Bowater y Abitibi-Consolidated”.
Cierto es que, hoy por hoy, Internet no puede competir en rentabilidad con el papel. Pero, desde luego, como si de una medalla del amor de la comunicación se tratase, cada día lo hace mucho más que ayer y menos que mañana. Es decir que la tendencia está meridianamente clara, incluso con la escasa inversión y atención por parte del empresariado. ¿Qué pasaría si realmente se pusiese toda la carne en asador? ¿O qué pasaría, si directamente, dejase de existir papel para imprimir?
Si yo fuera propietario de un periódico ‘de toda la vida’, correría a ponerme en manos de expertos en información y comunicación digital (y gestión empresarial moderna, de paso).
7 comentarios
la publicación en papel está destinada a reducirse drásticamente en un medio plazo. nada dramático ni de un día para otro, pero no hay alternativa.
a medida que la brecha digital empiece a desaparecer en ese ombliguismo que llamamos “occidente” y que los dispositivos de acceso a la información se multipliquen hasta llegar a ser ubicuos, dejará de tener sentido ir al kiosko para comprar un montón de páginas que una vez leídas se almacenan mal y acaban siendo una constante fuente de residuos.
no creo que vaya a ser fácil cambiar los modos de monetarización de la prensa pero el mercado se abre camino y quienes consumimos información -de una u otra forma todo el mundo- encontraremos la manera de acceder a ella, da igual en qué soporte.
Ahora mismo, en el blog de nacho vega: lomografía
Las ganancias generadas por las versiones digitales son tan bajas debido al analfabetismo digital existente en este país. Como en otras tantas cuestiones, sufrimos un retraso muy considerable respecto a otros países europeos.
Como dijo la recién nombrada ministra, “¿para qué queremos tanto ancho de banda”? A lo mejor resulta que, por ejemplo, los usuarios queremos ver vídeos de calidad sin necesidad de dejarnos los ojos en el intento (me refiero a los que cuelgan los periódicos). Pero no, la ministra asume que la queremos para delinquir, es decir, para “bajarnos” música y películas.
En cuanto a la información fiable y objetiva… jajajajajajajajajajaaja (lo siento, no se cómo expresar mejor la hilaridad que me produce dicha afirmación). De muestra un botón: la información aparecida sobre la primera sentencia condenatoria a una página de enlaces a contenidos. No se puede mentir, falsificar y engañar más que lo que han hecho la mayoría de los medios de comunicación.
Ahora mismo, en el blog de Miguel: Los Omeyas y Córdoba
¿Y si, directamente, no hubiese papel?…
Las empresas periodísticas del ramo del papel viven, casi más que ninguna otra en el sector, una especie de contrafantasía que les lleva a aferrarse a un modelo claramente en vías de extinción frente a otro que no sólo da muestras de una vitalida…
La producción de papel no cesará nunca máxime si pensamos en que actualmente se están haciendo inversiones multimillonarias a cuarenta años por parte de la industria papelera mundial , en países serviles y entregados a la polución ambiental como la República Oriental del Uruguay , que no le importa contaminar no solo a su pueblo sino también a sus países vecinos por magros ingresos en impuestos y debido a quien sabe qué magnitud de corrupción política. Este país uno de los últimos reservorios de la economía negra mundial es un paraíso fiscal donde el dinero negro fluye sin cesar protegido por las leyes inmorales que así se lo permiten.
Ya se ha estudiado que un porcentaje muy grande del papel del mundo se fabricará allí contaminando con total impunidad los ríos y el ambiente y comprometiendo la vida de las futuras generaciones de muchos países.-
Qué asco lo que comenta Benedicto.
Cuando no queden árboles y todo el oxígeno que respiremos esté más usado que el papel reciclado, que continúen con sus cosas estos hijitos lindos de la gran mamacita…
PD: aquí mi insulto a quienes saben de sus progenitores lo justito.
¡Espero que no me denuncien!
Ahora mismo, en el blog de Brotestertor: Maestro de mi propia locura
Cuanta razón tienes, amigo Manuel. Esa es la tendencia y el problema es que todo el sector de los medios impresos y el editorial aunque puede que lo vea, no da el paso definitivo. Me temo que pasará con estos sectores lo mismo que con el de la música: vendrá alguien más listo, más rápido y con más capacidad para innovar y se llevará a los lectores. Como ha hecho iTunes.
Ya no es solo por responsabilidad social o por respeto al planeta, es por pura tendencia de los hábitos. Todo lo que se aprende en la Universidad y en las Escuelas de Negocio sobre adaptarse al mercado y adelantarse a los cambios, parece que, en muchos casos, no quiere aplicarse.
En fin, paciencia. Algunos estamos luchando día a día para que la industria de los medios en general no pierda ese tren.
Gracias por el post.
Ahora mismo, en el blog de David Soler: Sobre el P2P