El pasado jueves viví una de las jornadas fotográficas más intensas desde que comencé a aficionarme a esto de la macrofotografía. En un nuevo día caluroso y soleado, aunque con distintas capas de nubes a según que alturas, fui testigo de algo que desconocía por completo: el ritual de cortejo de la mosca asesina (Asilus cabroniformis), algo que me resultó de lo más llamativo y apasionante, y a lo que dediqué cerca de tres horas en exclusiva.
Al ‘revelar’ las imágenes en casa, me di cuenta de que tenía abundante y buen material, lo cual no suele ser demasiado habitual dado lo accidentadas que son estas sesiones (persecuciones, localizaciones imposibles, nulo control sobre los elementos, ‘modelos’ esquivos…). Tanto material que me resultaba posible narrar todo el proceso con imágenes, y eso es a lo que voy a dedicar este post, a esbozar en formato de cuento ilustrado este curioso comportamiento de uno de los depredadores más eficaces entre los insectos.
No sé si este ritual de apareamiento ha sido fotografiado o grabado con anterioridad, aunque no he encontrado nada en la Red al respecto. En cualquier caso, aquí te va la historia en texto y fotos para que compartas conmigo esta extraordinaria experiencia.
NOTA: El post está dividido en páginas debido a su extensión. Al final de cada página encontrarás la numeración de cada uno de los apartados del artículo. Pincha sobre las imágenes para verlas a mayor resolución.
Nuestra historia tiene como protagonista a una pareja de moscas asesinas. Una hembra de buen ver, y un macho que fija su vista en ella. La una, posada sobre una rama. Y el otro, que se aposta detrás un instante para, acto seguido
comenzar a revolotear y danzar alrededor de la ‘dama’, sosteniéndose en el aire como un colibrí y adoptando todo tipo de gestos y posturas con el cuerpo, las alas y las patas.
La danza suele durar entre 20 y 30 segundos al principio, cuando las fuerzas aún están intactas, y va destinada claramente a llamar la atención e impresionar a la hembra. Suele concluir con varios golpes del macho (o caricias, vaya usted a saber cómo sienten estos animalillos) sobre la cabeza de su compañera, con la clara intención de predisponerla para el apareamiento.
Tras esto, el macho intenta copular ‘ipso facto’. Pero, como veremos, la cosa entre estos insectos tampoco es tan sencilla.
11 comentarios
Muy buenas las fotos, muy bien logradas, me gustaria algun dia poder sacar fotos asi :'(
.-= Ahora mismo, en el blog de Julian: Google Apps con tu dominio =-.
Este documento es maravilloso! Cómo has tomado esas fotos! Es increíble!!! No puedo dejar de mirarlas, con ese detalle y tanta definición… qué elementos has usado???
Te felicito de todo corazón. Post propio, novedoso, documentado, increible. Mis besos en la mañana…
Has hecho buena la dicha de “distraerse con el vuelo de una mosca”. Ains… que recuerdos de infancia y aburrimiento escolar.
Por cierto, muy bonitas las fotos y muy entretenido el “fotocuento”. Enhorabuena.
.-= Ahora mismo, en el blog de Aitor: Cerrado por Vacaciones =-.
Muy buenas tus fotos y muy simpático el “fotocuento”.
Lástima de la pobre abeja, en fin……¡¡ Te felicito !!
.-= Ahora mismo, en el blog de Flordegato: Las vacaciones =-.
Me he quedado sin palabras. ¡Vaya curro que te has pegado con el cuento!
Por cierto, que después de ver lo que le hace la hembra al pobre macho, abandonándolo por una abeja, no me sorprende nada el cabroniformis de su nombre científico. 😀
Saludos.
.-= Ahora mismo, en el blog de Ruymán: Ecología brasileña =-.
Muy buena historia, excelentes fotos y muy buen Video; Te felicito.
Estoy dándome una oportunidad de ver lo positivo de Internet; ahora estoy viendo Blogs y el tuyo me resultó sorprendente; me gustó mucho tu diseño; el contenido lo voy a ir siguiendo poco a poco.
Recibe por favor un saludo desde Monterrey, Nuevo León. México.