“Somos una redacción convencida de que el rigor es compatible con la inmediatez que exige la información online; conscientes de que lo global es tan importante como lo local; sin complejos a la hora de realzar lo mejor que nuestros colegas publican en otros medios, y dispuestos a que nuestro trabajo crezca con la aportación de los lectores. Estamos comprometidos con una ciudadanía activa, que cuestiona la actualidad y quiere respuestas”.
Montserrat Domínguez, directora editorial, el día del estreno
Ya tenemos versión española del periódico digital sensación de los últimos tiempos, el estadounidense Huffington Post (HuffPost o HuffPo para los amigos), que llega a nuestro país de la mano fundamentalmente de Prisa, tras el acuerdo alcanzado con su propietaria.
Un medio plenamente integrado en la ‘conversación’ inherente a la Web 2.0, pero que no resuelve aspectos clave del nuevo periodismo como es la integración del ‘periodismo ciudadano‘ en condiciones si no de igualdad con los periodistas de plantilla, sí al menos en las que se contemple cierta contraprestación económica por el trabajo que se realiza.
Hay que recordar que una de las columnas vertebrales del proyecto, junto con la información general y la imbricación en las redes sociales, es la aportación que llega de la blogosfera, en un modelo nada novedoso (la mayor parte de los medios ya lo integran, en mayor o menor medida), pero sí potenciado y prestigiado. Prestigio al que, precisamente, recurre el HuffPo para compensar esa ausencia de retribución dineraria.
Por lo demás, el periódico se define como “progresista” y llega avalado por el enorme éxito que ha cosechado en el mercado anglosajón y en el universo del ‘social media‘, en general.
Por nuestra parte, le deseamos todo tipo de éxitos al proyecto y al equipo que lo hace realidad. En medio de tanto ERE, tanta degradación de la dignidad laboral, tanto atentado contra la libertad de expresión, tanta mediocridad, tanta aversión a las nuevas tecnologías y tanta manipulación y caverna mediática, el nacimiento de una nueva plataforma, que aporte puestos de trabajo y aire fresco, es siempre una excelente noticia.
Bienhallado, pues. Desde hoy, directo a nuestro agregador.
4 comentarios
Manolo, ¿”una nueva plataforma, que aporte puestos de trabajo”?… Que yo sepa, puestos remunerados a periodistas, solo el de la directora y seis redactores. Con eso, me temo, no salimos de la crisis. Y, por desgracia, de “visibilidad”, todavía no se come.
Pero, sí, que tengan todos los éxitos del mundo. 😉
@Ruymán: pero, muchacho, ¿cuántos puestos de trabajo son suficientes para despertar tu alegría? 🙂 Si, en la vorágine en la que estamos inmersos, el despido de una sola persona ya me causa estupor, imagínate la importancia que le doy a la contratación de, aunque sea, seis 😉
Un saludo.
Quizás deberías de leer este post para saber que van a ser nada más y nada menos que 60 colaboradores “por amor al prestigio” los que van a escribir gratis en dicho diario, a lo mejor si pensáramos que podrían ser 60 periodistas y no 6 los que podrían estar trabajando de manera remunerada, ya no estarías tan positivo… Además muchos de estos colaboradores no necesitan ese “prestigio” para nada pues son de sobra conocidos, con lo que…
@Víctor V. Valera: conozco el dato, y desde luego ese número que se da, 60, se queda muy corto, porque en realidad la lista de colaboradores supera con creces el centenar. Todos ellos lo hacen, creo, de forma libre, no se les obliga. Y dudo mucho que el diario se plantease contratar a 60 periodistas si no contase con esas colaboraciones. Pero, vamos a lo mismo que le decía a @Ruyman, ¿que me gustaría que en lugar de 6 los contratados fuesen 12, 50 o 200? Por supuesto. Pero eso es un deseo. La realidad es que se contrata a 6, y me da que a alguno más, y que eso, con la que está cayendo, es positivo. El Huffington Post está en todo su derecho de establecer su modelo de negocio y, desde luego, no es el responsable de la crisis que afecta al sector. Si todos los medios contratasen ahora a 6 periodistas, imagínate la vuelta que se le daría a la tortilla. Bien está que protestemos y nos indignemos cuando se cierran medioa y se producen despidos, pero no entiendo que se tome la misma postura cuando lo que ocurre es exactamnente lo contrario. Y no me vale el ‘podrían ser más’. Pues claro… y menos también 😉
Un saludo.