Laura y Miguel son hermanos. Laura tiene seis años y Miguel acaba de cumplir cuatro. Viven en una tranquila y hermosa urbanización cerrada a bastantes kilómetros de Madrid. Son unos niños normales, ni guapos ni feos, ni demasiado serios ni demasiado revoltosos, ni buenos ni malos estudiantes. El cole no les gusta ni mucho ni poco, desde luego no tanto como sus videoconsolas. Tienen un puñado de amigos circunstanciales de semana escolar, un montón de primos desperdigados por toda la Comunidad a los que ven de uvas a peras y media docena de jóvenes vecinos casi desconocidos, con excepción de Juana y Germán, hermanos como ellos y como ellos, niños normales, ni guapos ni feos, ni demasiado serios ni demasiado revoltosos, ni buenos ni malos estudiantes.
Laura y Miguel amanecen al mundo un poco despuésde las seis y media de la mañana. A esa hora ni siquiera son ellos, tan sólo dos muñecos que se les parecen, dos pequeños zombis sumidos todavía en sueños infantiles. Papá y mamá los sacan dormidos de la cama y dormidos los visten, los abrigan y los acomodan en el coche. Los despiertan diez kilómetros más tarde con besos y arrumacos, única manera de despegar de sus silletas. Son las siete y media. La encargada de la guardería del colegio se los lleva arrastrando a desayunar con el resto de la chiquillada más madrugadora.
Llegan las clases de la mañana. Al acabar, Laura y Miguel juegan un rato y van al comedor, como la mayoría de sus compañeros. Después, un poco más de juego o siesta y de nuevo a clase. A las cuatro y media salen de sus aulas pero no del colegio. Es la hora de las actividades complementarias: una tarde, inglés; otra, informática; la siguiente, natación, y los jueves ,teatro. A las seis y media, mamá los recoge. Todavía queda algún recado que hacer antes de regresar a casa. Laura, además, ha empezado catequesis. Todos los miércoles a última hora de la tarde.
Finalmente, el hogar, los deberes (Miguel se libra, el muy enano), la ducha, la cena sin papá. Pocas palabras y mucho qué hacer, mamá no da abasto. Quizás, si contrataran a una chica…
Amnistía a partir de las nueve. Algo más de media hora libre, dibujos o Game Boy, y a la cama, siempre sin ganas. Un poco de lectura, el ceremonial de buenas noches y, con suerte, un beso de papá, ya en la frontera del sueño. Los ojos pesadísimos, los cuerpecitos exhaustos pero inquietos, todavía electrizados por la inercia del día, las mentes llenas del ruido veloz de las horas vividas, un tiempo acelerado, carente de paseos, de parques, de juegos paternos, de charlas familiares, de instantes disponibles para no hacer nada o, simplemente, para poder ejercer su condición luminosa, inalienable, de niños.
17 comentarios
Visto así, se te quitan las ganas de volver a la infancia, por lo menos a una así, en la que el tiempo de ocio se reduce al recreo y la media hora de la noche.
La cruda realidad de muchas familias. Y esta todavía tiene la ilusión de ser feliz, que cuando llegue la adolescencia y Laura o Miguel necesiten referencias paternas y no las encuentren, verás que risa.
Pd. había un chiste de gila sobre una cocina que estaba muy lejos y cuando llegaba la madre con la comida, decia: “tu has crecido, a ti no te conozco..” Pues al padre del relato le pasará eso.
Yo vivo en un pueblo pequeño, en una casa normal sin muchas pretensiones, y no busco tener de todo a cualquier precio.
No necesito un coche de tropecientos caballos, ni ropa de marca, ni que los niños tengan 2.000.000 de juguetes caros estupidos, ni una television de plasma, ni una camara de video con DVD, ni un ordenador ultimo modelo, es decir, paso de que me enreden en comprarlo todo y luego tener que estar ahorcado. Todo esto sirve para que mis hijos no se tengan que levantar a la hora de las gallinas, tengan mas tiempo libre, jueguen con sus amigos en el pueblo, en resumen, lo que es una vida normal. Y lo que es mas importante, que estén con su madre, que, al fin y al cabo, es quien mejor los sabe educar. No me gustaría dejarlos en manos de una niñera que cuando se cabree se lie a galletas con ellos o algo peor.
¿ Soy anticuado ? Pues si. Pero hay cosas que antes se hacian mejor que ahora. No se de quien ha salido la idea de que lo nuevo es mejor. Lo malo es que hay gente que se lo cree. Pues yo, que quereis que os diga, prefiero una casa solariega, un pazo, una masia, un caserio a una miserable colmena en un barrio asqueroso lleno de humo de coches, ruidos, etc. es decir, un piso. ¿ Es mejor lo nuevo ?
Los que se hayan metido en la vorágine consumista, allá ellos. Tienen su propio castigo.
Como dice el dicho del budismo zen, si no tienes tiempo lo que no tienes es vida.
Un cordial saludo a todos de Un Librepensador.
tristes verdades…
[…] Me ha encantado este post de Mangas Verdes. Los niños de hoy en dÃa, ¿son menos niños?¿Quien tiene la culpa? […]
Personalmente siempre me han gustado mas las ciudades pequeñas, o los pueblos grandes (según se mire). Estoy bastante deacuerdo con lo que comenta Librepensador, prefiero que mis hijos jueguen en un medio rural que no que tengan que estar en casa metidos con la tele.
La vida de muchos de nosotros. Inevitable el tener que madrugar para llevar a los niños antes del trabajo, inevitable tener a los niños en el colegio y en actividades después de clase para que cuadren los horarios con los del trabajo. Es una pena que los niños no puedan disfrutar mas de sus padres y que muchas veces sean los abuelos lo que desempeñen esta labor. Menos mal que nos queda el fin de semana.
¡por horarios dignos y por la vida familiar! Los niños se merecen lo mejor.
no sé exactamente que pretende el artítculo en cuestión, pero está claro que las carencias de estos niños son debidas a la mala forma de criarlos que tienen los padres.
los tratan como un objeto más a mantener, a primera hora de la mañana los dejan en la guardería y no los recogen hasta ultima hora de la tarde…
me alegro de que mis padres asumieran la responsabilidad de criarme ELLOS mismos.
si no tienes tiempo para criarlos, no los tengas!!
UnLibrepensador nos da una respuesta bucolico-idilica, y a mi me encantaria ponerla en
practica.
Desde luego que me gustaria trabajar menos horas.
Desde luego que me gustaria poder pasar mucho mas tiempo al dia con mi hija.
Desde luego que me gustaria vivir en una casa de pueblo en vez de en mi piso en la ciudad.
Pero como lo hago?
Como consigo un trabajo de informatico en un pueblo?
Como consigo tiempo libre para disfrutar de mi niña?
Como les convenzo de hacerme horarios decentes, de 9 a 5, que me dejen tiempo para vivir?
No es una cuestion de querer comprar mas cosas, sino una simple cuestion de posibilidad.
Como lo hago?
La solución es que uno de los dos trabaje menos horas, esas horas de menos que se trabajan te las ahorras en canguros, actividades extraescolares, regalos compensatorios, etc.
Es como dice Pande… ajustarse un poco, dejar de lado lo superficial y estar dispuesto a darle a mor a los niños en vez de regalos materiales.
Aunque sea los primeros años!!
Excelente reflexión y ejemplo de a lo que estamos derivando…
Estamos haciendo que nuestros hijos, nuestros niños, empiecen a llevar una vida muy similar a la nuestra, con casi plena dedicación al trabajo/colegio y olvidándonos de que también hay que disfrutar de la vida…
Mucho se habla hoy en día, sobre todo en el gobierno, de la conciliación de la vida familiar y profesional.. pero lo cierto es que estamos muy lejos de alcanzar dicha conciliación… y cada vez más.
El artículo pretende reflejar una realidad de muchos niños de hoy, afortunadamente no todos, debida a diversos motivos, que muchos de vosotros habéis dejado bien patentes en vuestros acertados comentarios: horarios laborales abusivos, materialismo/codicia, necesidad de vivir muy alejados por culpa de la vivienda, etc. Es un asunto preocupante y que afectará a su/nuestro futuro. Un fuerte abrazo a todos.
Bueno, está claro que son hijos de padres que deben trabajar para pagar la hipoteca y otros miles de gastos de la casa. Son niños escolarizados, que comen al menos cuatro veces al día, tienen juguetes electrónicos, una cama caliente y un beso de papá. El sueño de miles de niños de países menos favorecidos. Yo diría que son privilegiados, o casi.
Dura y cruda realidad de muchas, muchísimas familias e infancia perdida de muchos niños y niñas. Desgraciadamente en grandes ciudades como Madrid esto se agrava un poco más. Ojalá la sociedad no fuera tan egoista y entendiera de horarios dignos para todo el mundo, así tendríamos tiempo para la familia o simplemente para estar tirados en el sofá. Esperemos que los “plan concilia” que se están poniendo en marcha sirvan de algo.
Muy interesante artículo, un beso:roll:
GWYDIR, es cierto pero, en la mayoría de los casos, el ‘plan concilia’ no se está utilizando ni entre los equipos que están implantando el proyecto. Es irónico ¿no? 🙄
Laura y Miguel son hermanos, laura tiene 11 años y miguel tiene 7. Viven en un villerio en las afueras de Buenos Aires, Argentina. No son feos, ni lindos, no van al colegio, no son buenos ni malos y no tienen pretenciones mas alla de poder pasar un dia mas.
Laura se levanta a las 10 de la mañana y fuma un poco de pasta base para estar pilas (o eso es lo que se miente a si misma), mama aun no volvio del trabajo, ella tuvo suerte por que un tipo de traje le pago bastante anoche y pudo volver temprano. Despierta a Miguel y le pide que prenda una pequeña fogata en el patio de la casa (una pieza de 4 x 4 hecha con bloques de cemento y un techo de chapas), mientras ella va a pedirle un poco de pan al almacenero del barrio. Esta vez tiene unas monedas, pero entre las deudas contraidas antes y el pan de hoy queda de nuevo en la lona.
Miguel ya puso la pava con agua que sacan del grifo comunitario y esta esperando a que su hermana vuelva del almacen dentro de casa, afuera esta muy frio y las zapatillas que regalo el gobernador a principio de año ya estan muy rotas… las elecciones son dentro de 3 años… habra que soportar.
Luego de desayunar (mama siempre dice que es la comida mas importante del dia) Miguel camina 45 cuadras hasta la estacion de trenes, se toma el primero que pasa. No volvera a casa hasta pasadas las 19, se pasara todo el dia cantando en el subte, viendo miles de ojos que lo esquivan y, quizas, recibiendo un par de monedas a cambio de su voz aflautada y un poco gastada por la gripe del mes pasado.
Antes etaban mejor las cosas, pienza con su logica prematura, antes podias manotear alguna cartera… pero ahora esta lleno de policias, no quiere comerce otros 6 meses en el reformatorio. No es tan malo, tres comidas al dia, una cama para el solo, estufas. Pero extrañaba demaciado a su familia.
Mientras tanto Laura acaba de fumar su segundo paco del dia, ella ya cumplio su parte, ya trabajo casi toda la noche. Ahora esta viendo la tele, estan pasando la novela. Antes tenian cable, compartian con otros vecinos, pero llegaron de cablevicion, si no les pagas la coima te lo cortan, en ese tiempo mama estaba enferma y no podia salir a trabajar y Migue era muy chico. Ella tenia que mantener a toda la familia, no podian darse ese lujo.
Pero ahora las cosas estan mejorando, mama esta trabajando bien (con la enfermedad adelgazo 10 kilos, y ahora puede cobrar mejor) y Migue esta trayendo sus monedas tambien. He visto un tele de 21 pulgadas en Megatone, ese lo puedo sacar en cuotas. Este tele ya se esta poniendo viejo y no agarra la antena como antes.
Mama llega justo para cocinar algo, una sopa de fideos quizas. Migue no vuelve hasta la noche y Laura despues de comer se va con sus amigas del “barrio”.
Laurita deja de fumar esa mierda, no ves que te mata?, mira como tenes ya los ojos!!
Dejate de joder mama, si me lo pago yo con mi trabajo!
Siempre es lo mismo, siempre esta discusion, espero que el Migue no caiga en la misma.
A la noche llega Miguel. Laura ya esta vestida y mama esta en el patio con el fuenton bañandose.
Laura lleva forros e?
Si mama, siempre… Desde el aborto que llevo a todos lados, por si me agarra un cliente en cualquier momento.
Bien, hija, no agas como yo… mira como me arruinaron la vida dos hijos no queridos.
Migue prende la tele…. ya empieza Tinelli, nunca se pierde de “cantando por un sueño”… creo que en el fondo se siente identificado.