Estamos de vuelta. Han sido más de 24 horas de infarto después de que mi servicio de hosting decidiera suspender primero Mangas Verdes y después todos mis sitios sin aviso, ni previo ni posterior. En pocas palabras, parece que todo se debió a una nueva edición del efecto denominado morir de éxito. Las conexiones a las bases de datos realizadas por los usuarios comenzaron a consumir CPU en exceso y los responsables del hosting decidieron cortar por lo sano.
Este punto está recogido en el contrato, por lo cual no puedo reprocharles nada, aunque creo que nunca está de más avisar al cliente de que hay problemas con su sitio o de que le han suspendido la web. Pero, bueno, ahora es cuestión de mirar al futuro. Por lo pronto, me han elevado el sitio a una cuenta superior, en fase de prueba, a ver si soporta el tráfico. Si no, tendré que tomar medidas más contundentes: cambiar de hosting o dividir Proyecto Isla en varias cuentas.
Disculpas a todo el que pasó por aquí y se encontró con el desagradable mensaje del hosting, que más parecía el cierre de un site warez que lo que realmente fue. Muchísimas gracias a todos los que se interesaron, animaron y ayudaron a solventar el problema. En especial a Víctor y a Mr. Bohnke.
Si alguien se había hecho ilusiones, lo siento: los viejos bloggeros nunca mueren.