Una vez que en el ámbito del periodismo oficial y tradicional las aguas de la reacción contra la blogosfera han comenzado no sólo a serenarse, sino a invertir el curso para aplaudir su propuesta, reconocer su valía como medio y asimilar sus valores de cara a incorporarlos a sus propias plataformas, empieza a surgir un nuevo frente fundamentalista que ve en el ataque gratuito contra los bloggers un medio para su promoción y para defenderse de la supuesta ‘amenaza’ que representa para ellos la existencia de un canal libre y espontáneo de comunicación.
Son los portales ‘independientes’ o periódicos de andar por casa, por la casa de Internet: el reino del ‘copia y pega’, de la ausencia de enlaces y créditos, el paraíso de la nota de prensa, la excusa para el más básico de los mercantilismos, el pseudoperiodismo en estado puro. Ésos que se niegan a entender, porque todo lo calibran en términos de mísera competencia, que los blogs no son más que lo son, es decir voces particulares y libres que interaccionan, átomos de la libertad de expresión, y sobre todo, que Internet es múltiple y plural, y que los ataques sobran porque sobra la ‘competencia’.
Si hace unos días era Noticiasdot la que auguraba la inminente muerte de la blogosfera, no te pierdas ahora a Vnunet acusándonos de ‘spam intelectualoide’. Es la táctica del desprecio gratuito, el grito estéril de aquellos que desprecian todo y a todos (menos aquello que pueda reportarle dividendos) porque, en el fondo, simple y llanamente, se desprecian a sí mismos:
“Cualquier persona con un cierto afán de neutralidad, que trate de hacerse una somera idea del panorama blog, probablemente llegará a la conclusión de que está leyendo los mismos comentarios una y otra vez. Se repiten las temáticas banales, los puntos de vista manidos, el encarnizado intercambio de insultos entre tirios y troyanos, es decir, nada nuevo. Nos encontramos una extensión del bipolarismo existente en los medios masivos, sin un atisbo de la presunta originalidad que abanderan. A fin de cuentas la gran mayoría de las voces que se leen en Internet no tiene nada interesante que decir”.
Conmovedor.