Ya se conocen las primeras cifras de ventas del iPhone desde su lanzamiento el pasado viernes: 500.000 unidades, una cantidad que supera con creces las expectativas de Apple, que había estimado una venta de alrededor de 300.000 teléfonos. El período de venta contemplado es desde las 18.00 horas del viernes al cierre de las tiendas el sábado por la noche, es decir en torno a unas 30 horas.
En lo que a estadísticas se refiere, el 95% de los compradores de San Francisco, Nueva York y Minneapolis se decantaron por el iPhone de 8Gb frente al de 4Gb. Además, el 50% de los usuarios que contestaron a una encuesta a pie de tienda señalaron que eran nuevos clientes de AT&T, la operadora que da cobertura al aparatito.
Eso sí, los problemas con los que se han encontrado estos pioneros de la iPhonemanía no han sido pocos: desde la imposibilidad de activar el teléfono una vez adquirido a desperfectos ocasionados por auriculares distintos a los que vienen de serie. Por fortuna, a Europa el invento llegará más tarde (dicen que a finales de año), pero llegará más rodadito.
En cualquier caso, capacidades de 8Gb o 4Gb son ridículas para una compañía que ya comercializa con éxito dispositivos de alta capacidad como el iPod, y todo hace pensar que, como mucho en un año, saldrán a la venta serie con capacidades mucho mayor, por lo que quizá convenga un poco esperar hasta que salga algo más o menos decente. Como 80Gb, por ejemplo.