Campaña Plan E: ERE para Molina

18 de enero de 2009 a las 23:27h

A pesar de los esfuerzos del resto del Gobierno por plantear iniciativas que pongan las bases para acelerar la superación de la crisis, el Sr. Molina se empeña en tratar de limitar, cercenar y criminalizar el derecho constitucional de los ciudadanos a acceder a la cultura y de aprovechar los avances científicos y tecnológicos para la mejora de su calidad de vida. El Sr. ministro contribuye con ello a mermar nuestra competitividad y menoscabar nuestra capacidad de innovación porque no se da cuenta de lo importante que es difundir el conocimiento en condiciones de libertad para potenciar la creación de nuevos descubrimientos y así aprovechar la capacidad de la sociedad de incorporar esos avances a su actividad productiva(…)”

La estrategia del Ministro ha pasado por tratar de adoctrinar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para perseguir de oficio, no delitos, sino supuestos ilícitos civiles como los intercambios de archivos a través de Internet [1]. Tal dispendio del erario público incrementa el déficit y no está justificado, más cuando la propia fiscalía ha advertido que “no ha lugar” [2] (…)”

Ha iniciado también una campaña en los colegios para aleccionar a los niños con que las ideas pueden tener dueño y que no es positivo compartirlas. Se trata de un hecho grave donde los haya puesto q ue, además de ser falso, se trata de un atentado flagrante a los mismisimos principios de la ética que pagaremos muy caro en el futuro [3](…)”

En todo caso si el Sr. Molina no está por esta labor lo mejor es que el Sr. Rodriguez Zapatero incluya una nueva medida en el Plan E: Un Expediente de Regulación de Empleo para el Sr. Molina, Ministro de Cultura. Quizá acabe por entender que el conocimiento científico y técnico es demasiado importante para la sociedad como para ser restringido atendiendo intereses particulares o a los de un sector. Sea este el que sea”.

Tienes completa la nota de prensa de la campaña en Hispalinux. Nosotros, que ya lo pedíamos de entrada, no podemos más que sumarnos a ella.

Sobre el autor
Manuel M. Almeida
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