
Si hay un titular tras la jornada electoral vivida hoy en Euskadi y Galicia es el fuerte retroceso de los nacionalismos en ambas comunidades; y su virtual salida del Gobierno, en el primer caso, y la segura en el segundo. Pero, desde luego, hay más análisis: comenzando con el hito histórico de que el Parlamento Vasco pase a estar compuesto por una mayoría no nacionalista después de 30 años de dominio casi absoluto del ámbito nacionalista y acabando con las consecuencias en el terreno partidista en el conjunto del Estado, con un clara ventaja del PP de Rajoy sobre el PSOE de Zapatero.
La deriva del nacionalismo no es tan acusada en Galicia, donde el BNG nunca ha sido opción mayoritaria, como en Euskadi, donde el conjunto de siglas nacionalistas venía dictando hasta hoy los designios de la comunidad.
Y, mientras en Galicia el futuro está meridianamente claro: gobierno en mayoría absoluta del PP, en el País Vasco entramos en un período de incertidumbre en lo que lo único que parece claro es que Patxi López parte con todo de su parte para convertirse en el nuevo lehendakari, bien con un gobierno integrador con nacionalistas y no nacionalistas, bien con la opción exclusiva del bloque no nacionalista. Ibarretxe lo tiene mucho más complicado, aunque en esto de la política cosas más extrañas se han visto. ¿Una alianza desesperada con el PP? ¿No son, al fin y al cabo, dos partidos de derechas? Sería muy curioso pero, como digo, casi de política ficción.
Para el PSOE hay un mensaje claro: los nacionalismos no están de moda. Entonces, ¿cómo se manejará un partido que ha sobrevivido en el poder precisamente gracias a las alianzas con formaciones de estas características? Para colmo, el PP salefuertemente reforzado en unas condiciones a priori claramente desfavorables: cuestionamiento de su líder, casos de corrupción, fractura interna… Zapatero tiene ante sí un interesante rompecabezas, un puzzle de cuya resolución dependerá el futuro inmediato del PSOE a escala nacional.
Y, por último, no quisiera dejar este breve análisis a bote pronto sin destacar un aspecto que afecta directamente a la comunidad internauta: buena parte de esta batalla electoral se ha librado en la Red, y aquellos que más han apostado por ella, y de forma más abierta, decidida y participativa, han obtenido unos resultados sorprendentes. Es el caso de Patxi López, por citar sólo el más destacado. Un alto cargo del PNV espetó durante la campaña: “Que Patxi López llegue a lehendakari sería tan difícil como ver a un cerdo volando”. Hoy los cerdos vuelan por toda la Red.
Gráficos: elmundo.es