La prensa ha fracasado. Lo mires como lo mires, lo pongas hacia arriba o hacia abajo, les des mil vueltas o no se las des. Ha perdido capacidad de inmediatez, de credibilidad, de rigor, de calidad informativa y literaria, de complicidad con la ciudadanía, de rentabilidad… Y la culpa no ha sido de Internet, ni de la crisis, ni de la cada vez menor cualificación del periodista, ni del mal llamado ‘intrusismo’, ni de la escasez de papel, ni siquiera de su ya evidente sumisión a los dictados de empresas y partidos… O quizá haya sido todo eso a la vez: el resultado de un modelo empresarial que, como en el caso de la industria de la cultura, no ha sabido y no ha querido adaptarse a los profundos cambios que están marcando el trasvase de milenio.
La industria del periodismo de papel es hoy un barco que naufraga sin rumbo, incapaz de recuperar el liderazgo que hasta hace poco ejercía sobre el conjunto de los medios, de mantener sus niveles de influencia y, aún peor, de sostenerse económicamente ni de garantizar la integridad laboral de aquellos que son materia prima y cimiento de su propuesta: los periodistas.
No pueden decir los ejecutivos, editores, gerentes y directores generales que no estaban avisados. Los síntomas eran evidentes; las advertencias, muy claras; y los derroteros, peligrosos:
En el campo tecnológico, la prensa ha ido siempre a rebufo de la vanguardia. A pesar de que, desde el último cuarto del pasado siglo, la revolución tecnológica era más que evidente, las empresas del sector, imbuidas de una mezcla de racanaería, escasa visión de futuro y ese cierto aroma decimonónico con el que se ha querido identificar, no dieron los pasos convenientes ni en el momento preciso ni de la forma adecuada. La necesidad de un incremento notable de los presupuestos destinados a recursos materiales (la tecnología era el futuro, pero era muy cara) convirtió esta readaptación un mal necesario (no una oportunidad) que se iba toreando en formato de ‘cuando no quede más remedio’.
Al tiempo, en el otro extremo se situaban los ‘visionarios’, aquellos que entendían que la tecnología por sí misma, aislada del factor humano que debe acompañarla para ser efectiva, resultaría la panacea: inversión en ordenadores y reducción drástica de plantillas. Todo esto, además, sin un esfuerzo por la formación y actualización del personal; prescindiendo en la mayor parte de los casos de aquellos elementos capaces de liderar y sostener el cambio y apostando por otros a los que, simplemente, resultaría muy caro despedir o reciclar.
En este estado de cosas, se produce el primer gran pecado del periodismo contemporáneo: la infravaloración del periodista. Para la empresa, especialmente aquellas de reciente creación o con responsables de la generación ‘yuppie’ que sustituían a editores y gerentes involucrados de forma entusiasta con el periodismo (piedras básicas para el exitoso desarrollo del sector durante el siglo XX), los periodistas pasaron de ser ese profesional especializado, formado y no necesariamente en la universidad, al que había que mimar porque era la base de toda la estructura, a ser considerados un mero eslabón más de una cadena de producción. Un eslabón cuya cualificación tenía una importancia relativa porque, imaginaban en su quimera empresarial, daba igual lo que se publicase: había surgido una nueva ‘clase’ capaz de convertir en oro lo que tocara, preparada para encantar al lector y a los clientes con cantos de sirena, de vender un mal producto, de rentabilizar lo mediocre, llamada a solucionar la crisis galopante que comenzaba a atenazar al sector. Se había redescubierto el ‘departamento comercial’ (*).
El modelo estaba claro:
- Tecnología, la indispensable
- Periodistas, los indispensables
- Sueldos periodísticos, lo más ajustados posibles
- Formación y actualización, cero
- Calidad, depende
- Acción comercial, máxima
- Sueldos de los responsables comerciales, por las nubes
- Relevancia de los directores periodísticos y comerciales, a la par, cuando no superior en el segundo caso
- Intromisión comercial en contenidos periodísticos, lo que haga falta
- Los periódicos no se venden por el contenido, sino por las promociones
- El objetivo no es el lector, son las audiencias (nótese la paradoja)
- El periódico es una plataforma donde se incluyen noticias en el lugar que deja libre la publicidad
- De esos espacios que quedan libres, una parte importante se debe dedicar a dar cobertura a anunciantes, accionistas y alianzas económicas o políticas estratégicas para el medio
- De eso se encargará el núcleo duro (periodistas más o menos contrastados, pero siempre afectos)
- El resto lo puede hacer cualquiera
Y no se puede decir que no funcionara. El nuevo ‘boom’ de la prensa trajo consigo una era de vacas gordas que reportó pingües dividendos a las empresas en una fórmula que parecía definitiva. Las nuevas estrategias habían triunfado. El viejo periodismo de calidad había sido superado por el periodismo de consumo. La piedra filosofal.
Sin embargo, muy pocos entre los responsables (no así entre analistas y periodistas sensibilizados) fueron capaces de ver el peligroso cortoplacismo de esa propuesta y cómo la auténtica crisis del sector se iba larvando en el mismo corazón de la euforia:
- El lector comienza a sentirse estafado
- Se descuidan las estrategias de adaptación a la vanguardia tecnológica
- Se descuidan las estrategias de formación y actualización del personal
- Los sueldos siguen a la baja
- Los ajustes de plantilla siguen al alza
- Uso y abuso de los contratos temporales
- Las ganancias obtenidas no se invierten en las redacciones; en su lugar se apuesta por invertir en grandes sedes, sueldos desorbitantes en las altas esferas y otros dispendios de dudosa efectividad
- Irrumpe Internet
Irrumpe Internet. Oh. Y los coge a todos con el paso cambiado. De repente, la necesidad de estar al día (y saber usar) las nuevas tecnologías se presenta en toda su crudeza, legiones de lectores comienzan a dejar de consumir promociones acompañadas de periódicos y se pasan a la Red, el concepto de información se tranforma y democratiza, medios nativos digitales logran importantes cuotas de audiencia…
El resto es suficientemente conocido. Ese período de indefinición que ha marcado los últimos 15 o 10 años: el debate entre si hay que estar o no en Internet, primero; sobre cómo hay que estar, segundo; sobre la evidencia de que hay que estar y con todas sus consencuencias, tercero; de si estar significa integrarse con el papel, deslindarse del papel o abandonar el papel, cuarto; y la incipiente sospecha de que es posible que en un futuro a medio plazo, definitivamente, ya no sea posible siquiera sostener el negocio del papel.
La tarta publicitaria se divide aún más, los ingresos por publicidad y por venta se reducen, las promociones naufragan… El castillo de naipes se viene abajo, pero los responsables siguen empecinados en sostener el modelo y en recortar precisamente allí de donde único puede llegar la salvación: el capital humano y, en especial, la cualificación, imposible de sostener con una política de despidos sistemáticos, contratos basura y sueldos miserables.
Sólo faltaba la puntilla. Y esa puntilla lleva el nombre de ‘crisis’. Crisis que, como hemos visto, no es en absoluto responsable de la debacle sino la gota que ha colmado el vaso de un modelo empresarial torpe, desatinado y temerario. Y, si me apuran, al menos en este sector, lógica consecuencia de todos esos errores que hemos venido analizando.
Así que la prensa se encuentra atrapada, ahora, en esta coyuntura de crisis financiera internacional, en el fuego de sus propias contradicciones: la imposibilidad de retornar a un periodismo de calidad que pueda competir con Internet y su escasa disposición a liderar la industria de la comunicación en la Red. Un ámbito que ni conocen ni entienden ni controlan, pero que es su única vía de salida. Un ámbito distribuido y democrático en el que los viejos métodos no funcionan, en el que impera la multidireccionalidad del heho comunicativo, la transparencia y la honestidad, la cualificación técnica y periodística (la del nuevo periodista adaptado al medio), en el que nadie paga por promociones ni por contenidos, sino sólo por aquello que aporte un valor añadido, donde las audiencias no son estimadas, sino reales… en fin, en un territorio para el que no están preparados y donde el capital humano vuelve a ser fundamental. Tan fundamental que la mayoría de los medios de mayor éxito y proyección que habitan la Red están integrados y liderados, mire usted por dónde, ¡por los mismos periodistas que fueron y siguen siendo despedidos! Los que sí podían haber coadyuvado a la regeneración del sector. Despedidos, por cierto, por quienes han fracasado estrepitosamente como gestores de la industria de la comunicación.
Aún se está a tiempo de salvar si no al papel, sí al menos la empresa; pero no será, desde luego, despidiendo periodistas (no lo ha sido hasta ahora) y huyendo hacia adelante sin autocrítica ni replanteamiento como se podrá superar la catástrofe. Es preciso un análisis profundo de la realidad y del concepto de periodismo en esta nueva era, y adoptar las decisiones oportunas. Pero, sobre todo, se hace urgente una profunda transformación de la estrategia empresarial. Los recortes y los despidos son, desde luego, la vía más fácil para eludir problemas. Pero para ese viaje no se hace uno empresario ni se precisa ejecutivos formados en las mejores universidades del mundo. A ellos se les exige ideas y medidas acorde con los tiempos, efectivas, sensatas y arriesgadas a la vez. Medidas que sean capaces de abrir el espectro de oportunidades y de certificar la supervivencia de las empresas garantizando no sólo los puestos de trabajo, sino fomentado el reciclaje. En el periodismo del siglo XXI, el capital humano sigue siendo tan fundamental como en el del XIX y el XX: Y ese capital se compone de periodistas y lectores. E incluso de lectores-periodistas o periodistas-lectores, otro nuevo fenómeno y otro nuevo reto de esta era digital. Traicionar este concepto básico es un suicidio para cualquier empresa periodística. Lento, sutil y calmo, si quieren, pero suicidio al fin y al cabo.
Este texto ha surgido en solidaridad con los despedidos por el ERE de ‘ABC‘ y del resto de medios españoles e internacionales que atraviesan por la misma situación, entre los que me encuentro.
(*) Cuando hablo de ‘departamento comercial’ no hago referencia, ni mucho menos, a los trabajadores y directivos de esas secciones, que han sufrido exactamente igual que periodistas y resto de personal los efectos de este proceso. Hago referencia al ‘departamento comercial’ como concepto sobredimensionado y desajustado dentro de ese temerario modelo de desarrollo empresarial.
Imagen del post tomada de LaOtra TPA
66 comentarios
[…] Completo en el blog de Manuel M. Almeida y sus Mangas Verdes. […]
El fracaso de la prensa…
La prensa ha fracasado. Ha perdido capacidad de inmediatez, de credibilidad, de rigor, de calidad informativa y literaria, de complicidad con la ciudadanía, de rentabilidad… Y la culpa no ha sido de Internet, ni de la crisis, ni de la cada vez menor…
Soy Licenciado en Periodismo y menos mal que me salí a tiempo y dejé de trabajar en prensa tradicional. Ahora estoy en temas de marketing online y Social Media y no me arrepiento para nada.
Creo que lo has resumido perfectamente. Se veía venir.
Un saludo!
Pues si, un artículo muy bueno. Enhorabuena Mangas Verdes
Muy buen artículo.
Sobre todo porque el fracaso de la prensa se deriva en la crítica hacia otros métodos de información.
Hace poco escribí La Muerte de la prensa que más o menos aborda el mismo tema. En este texto es la prensa escrita y no otro tipo de medio al que se hace referencia. Lo que creo es que ahora es la época de las vacas flacas de los periódicos cuando internet (la blogosfera y los medios nativos digitales) parece que se “venga” de la actitud de un medio que era rentable. En todo caso, es época de vacas gordas para el periodismo, ¿no?
Gran artículo. Aunque le pondría una pega, y es que haya sido publicado ahora que ha pasado lo de ABC. Es como lo de la crisis, sabemos que estamos en una burbuja inmobiliaria, pero nos quejamos cuando pasa lo malo, cuando van bien las cosas no…
Yo no soy periodista ni nada por el estilo, pero sé que la prensa escrita todavía no va a fracasar(mis padres aún no manejan un ordenador y mis abuelos menos). Ni tampoco el fracaso de la prensa es de ahora, siempre ha estado condicionada por el ‘jefe’.
Y… si no es una empresa la que haga un periódico/los informativos/… ¿quién lo va a hacer? Es normal que se quiera sacar el máximo provecho de lo que estás haciendo, seguro que algunos de los que ahora están arriba en los periódicos tuvieron que hacer un sacrificio para comenzar(o no, quién sabe). Ponéos en el puesto del Director del ABC(o quien haya tenido que tomar la decisión de despedir a la mitad de la plantilla):
–“Tengo que elegir entre echar a la mitad o cerrar el garito y todos a la calle”.
Por cierto, las ‘altas esferas’ si no están satisfechas, malo para una empresa, que son los que manejan el cotarro por encima de los propios propietarios de la empresa.. Por eso tienen sueldos tan altos, aunque son una nimiedad comparado con las ganancias totales de un medio a nivel nacional, no se fijen en vanalidades.
Muy buen artículo. Desde luego, la prensa en papel está en crisis por lo que hay que pensar nuevos usos:
http://porsifuera.blogspot.com/2008/12/gua-ultrarpida-de-usos-alternativos-del.html
Gran artículo… y difícil solución para la prensa…
Felicidades por el excelente artículo.
Ahora pienso yo y pensarán ustedes…
La prensa queria la muerte de los blogs, ¿ les habrá salido el tiro por la culata ?
Gran artículo. Me habría gustado haberlo leído antes de entrevistar a Koro Castellano (he publicado la entrevista esta mañana, y la hice ayer).
El fracaso de la prensa “convencional”, ¿no? Este artículo bien podría estar en una Tercera de ABC (lo digo sin coña) o una página de opinión en El Mundo o El país, aunque nos lo encontramos aquí, en un blog independiente.
@mmeida creo que el periodismo vive momentos de explosión por las nuevas oportunidades que se presentan, darle sentido a la palabra “sinergias”. Llevo menos de 10 años en un medio de comunicación, y además no soy periodista. Es en este tiempo cuando creo que la palabra explosión de posibilidades es la que mejor define a la situación actual para los que conocemos le medio digital. En eso estarás de acuerdo, estoy convencido por tu trayectoria.
Respecto a los compañeros de ABC, pues cierto es. Pagamos los más débiles que somos los que trabajamos por cuenta ajena, es mi condición actual. Lo que pasa es que con lo que leo y RSSeo no serán los únicos.
Como decía uno, se veía venir hace tiempo. También con la Depresión económica española, pero ni unos ni otros han hecho caso a los pocos que hemos estado predicando en el desierto.
Lo peor: los nuevos digitales generalistas siguen sin apostar por la buena información y los análisis de calidad, remedando a los tradicionales, con lo que son prescindibles mayormente.
Estoy convencido de que se puede tener un modelo de éxito en internet pero para ello hay que contar con gente competente y con financiación. Eso sí, los contenidos en inglés y en español, apostando por un mercado global.
Apostando desde un principio por la reducción de costes, con una edición descentralizada y con buenos profesionales (sean o no periodistas) con algunos años, evitandoen lo posible a las desastrosas nuevas promociones logseras, muy mal preparadas como en el resto de estudios universitarios españoles en general en la actualidad.
Pero, como digo siempre, no es mi negociado, y hay otros sectores mucho más interesantes a la hora de invertir dinero, tiempo y esfuerzo, salvo que se sea periodista de raza y uno quiera vivir dignamente de ello.
Enhorabuena por tu excelente artículo
Nos les debe de pillar de susto, ya que ellos mismo lo han matado, todos los periódicos se vuelcan a un lado, sin pensar en decir la verdad o lo real, ya hace tiempo que no compro un periódico.
Me ha parecido un análisis realista y brillante. Enhorabuena. Soy periodista en activo desde hace más de 25 años. Volvería a serlo. He trabajado por algunos de los medios escritos más importantes y siempre diré que nuestro trabajo es uno de los más apasionantes, a pesar de todo. Sin embargo, como dice el autor, el periodista está cada vez menos valorado. Y, como no quiero repetir lo que ya se ha dicho, sólo confio en que mientras haya alguien con pasión por contar historias, por trasladar lo que ve o le cuentan con la mayor honestidad, mientras haya curiosidad seguirá habiendo periodistas. Aunque no tengo claro dónde escribirán. Saludos.
De pie. Aplauso cerrado.
Gran artículo.
Enhorabuena por este espléndido artículo. Simplemente impecable. Lo suscribo en su totalidad, punto por punto.
Trabajé en la edición digital de un diario regional y tienes toda la razón. Algunos directivos no tienen ni idea de ordenadores y ya no digamos de la red. Pero lo peor es que además siguen sin queres entender ese mundo, puede que porque crean que ya no son capaces de hacerlo a estas alturas.
De lo que sí saben, y mucho, es de venderse por un precio muy bajo a corporaciones capitalistas y políticos del tres al cuarto. Y ya no digamos en maltratar y ningunear la opinión y el trabajo de sus redactores más válidos hasta ridiculizarlos o incluso sumergirlos en la depresión si es necesario, en eso, por desgracia, son grandes expertos.
Es una pena que tantísima gente con talento y ganas de explorar las nuevas posibilidades del periodismo tengan que acabar trabajando en cualquier otra cosa…
Ojalá algunos blogueros como tú, conocedores del medio digital y que apuestan por la valía del capital humano, tuviérais la oportunidad de reconducir la situación al frente de estas empresas. Al menos ese sueldazo estaría justificado…
Un saludo.
se nota que consideras “prensa” a lo que te venden en un quiosco, lástima que no conozcas “Diagonal”, “El Militante” i muchos otros periódicos regionales i de provincias que mantienen e incluso suben los lectores i la calidad de sus textos
lo malo de todo esto es que ellos no lo ven, creen que estan a la vanguardia, mientras sus medios van a la deriva
[…] las columnas principales del negocio son las personas que se marcharán al paro en uno de los peores momentos de la historia de la prensa. Hay 5 comentarios en […]
Gran texto. Soy una víctima de esa crisis de la cual ahora nos hablan esos mandos directivos periodísticos que buscan hacer ajustes por el lado más débil (la gente) y no por el lado de sus gastos de representación o vehículos que les asignan. Siento mucha similitud en la situación y condiciones que indican desde España. He pasado a la fila de los profesionales independientes después de 18 años de actividades en uno de los diarios más importantes del Perú. Por suerte llevaba conmigo la vena digital y hoy me es posible entrar al terreno de la consultoría web y las redes sociales. No hay ofertas de medios y todo parece indicar que los hombres de prensa debemos ver ahora la comunicación de forma integral y no solo dedicarnos a ser buenos redactores o editores.
saludos desde Lima.
Muy buen análisis desde luego. Creo de todas maneras que muchos de los males que citas, son territorio común en otras áreas (qué le está pasando a la TV?). Si hacemos la distinción entre escrita como prensa y Periodismo en su sentido amplio, es así. La lástima es lo poco que aprovechan los nuevos medios y lo poco que se contrastan las fuentes cuando de vender se trata. Los medios y formatos digitales deberían ser su elemento natural (como fuentes de referencia para el gran público) y no lo están siendo. Lo nuevo asusta. Me está recordando a la resistencia de las editoriales a publicar en pdf. para los nuevos soportes ibook y demás. Renovarse o morir. Parece que algunos no lo creen.
GurusBlog Prisa y la remuneración de los consejeros
Y así, los máximos responsables por su pésima gestión emulan a los de otras grandes empresas, anteponiendo su interés y beneficio al de la empresa y al del conjunto de trabajadores. Cuando se contrata a mercenarios sin escrúpulos, principios y/o valores para los que “todo vale” al final los demás, empezando por los dueños, son los perjudicados.
¿Cuántos años llevo denunciando en la red la carencia de principios y valores “sólidos” en la sociedad española? Prédica desde la soledad o casi.
Buenas ante todo 😉
No nos tienes acostumbrados a estos artículos, pero en éste resumes perfectamente lo que ha sido el movimiento periodístico, y no sólo en papel, ojo, ahí tenéis a las televisiones sin saber que hacer con todo el “rollo digital”, cuando se llevan usando ordenadores 20 años para su trabajo, pero bueno, siempre ha sido así y no creo que cambie.
Un abrazo y sigue así.
Yo añadiría al final del título del post “convencional”.
Ainsss, el periodista ha pasado de ser una figura respetable, con ciertos aires aventureros y “hecho a sí mismo” (sea lo que sea que signifique) a ser, desgraciadametne, sinónimo de precariedad laboral, correvaydile y becario vitalicio.
El problema es que muchos de esos responsables han aprendido las malas prácticas y la carencia de escrúpulos en las numerosas Escuelas de Negocios que se han ido creando, donde impera el neoliberalismo sin ningún tipo de ataduras.
No, dichas escuelas se parecen bien poco a cómo eran antaño, allá en los ochenta y noventa.
De una persona que carece de escrúpulos y practica “el todo vale” desconfiaré siempre, porque sólo mira por ella desde el más profundo de los egoísmos. En cambio, a otra que sí los tenga, aunque no comparta su ideología/creencia, tendré más respeto y facilidad para entablar una amistad sincera.
A mi me parece un problema más global. Yo trabajo en el sector de la informática y la consultoría, y casi todos los puntos que expones en el artículo se pueden aplicar a ese sector. Muchos empresarios de este país estan anclados al pasado y no tienen vision de futuro.
[…] Magas Verdes: El fracaso de la prensa […]
Excelente post. La mención al “primer gran pecado del periodismo contemporáneo: la infravaloración del periodista” me ha llegado al alma, pues somos muchos en ABC los que creemos que todos los males parten de una falta de respeto atroz a nuestra profesión. Nos hemos dejado invadir por burócratas, consultores y gurús con corbata de Hermès que creen que el valor de la información tiende a cero (y en consecuencia nuestro trabajo) y que lo importante es el DVD, la vajilla o el tupperware que regalamos los fines de semana. Estos tipos menosprecian también al destinatario final, el lector, suponiendo que le da igual qué bazofia le entreguen. Con cuatro firmas, tres teletipos, una redacción de mileuristas y la peli del domingo pretenden que el negocio siga adelante. Por unos años pensé que se trataba de contar historias… Ya veo que no.
Pues acabo de descubrir el blog…
En lo de la prensa, la verdad, tienes toda la razón.
Es el momento de Internet, sobre todo teniendo en cuenta que los grandes grupos de comunicación en España y en el mundo están cayendo como chinches porque no han sabido adaptarse a las nuevas tecnologías.
Por cierto…aprovechando esto del feedback…alguien puede decirme como se hace en wordpress para poner imágenes que son links?…vamos…como por ejemplo lo de “fundación copyleft” que tienes aquí…es que me gustaría ponerlo en mi blog también!
Un saludo y espero que nos leamos próximamente.
@slash: para poner imágenes, tan solo has de ir al archivo ‘sidebar.php’ e insertar el código de la imagen que quieras. O también puedes hacer uso de los widgets (en Presentación en el Panel de Control).
Un saludo.
Pero me da la sensación de que eso es para “usuarios avanzados”.
Yo lo hago todo desde la aplicación web, desde el dashboard, vamos.
Para eso hay que instalar una aplicación en el ordenador o algo?
Es que no me aclaro, ya he preguntado en otros sitios pero no me entero…jejejeje…torpecillo que debe ser uno.
Saludos y gracias por las respuestas.
Tras darme una peleita con la almohada anoche me ha venido la pregunta de qué grado de responsabilidad tienen los propios periodistas que han ejercido puestos de responsabilidad. No es sólo una cuestión empresarial, también los redactores, en los diferentes niveles han tenido su grado de culpa. ¿No?
Ahora mismo, en el blog de Francisco Mesa: Pateando: Cruz del Carmen – Las Carboneras – Taborno – Casa Carlos (y vuelta)
[…] El fracaso de la prensa (en Mangas Verdes). […]
Como lector de periódicos, no puedo estar más de acuerdo en que la prensa ha perdido credibilidad y capacidad informativa. Cada vez es más clara su dependencia del grupo empresarial / político de turno y sólo algunos periódicos o bien mantienen su antiguo rigor en algunas secciones o bien mantienen una parte de su complicidad con el lector en ediciones locales.
Estupendo análisis. Me quedo con el punto 12
El periódico es una plataforma donde se incluyen noticias en el lugar que deja libre la publicidad
Desde mi punto de vista es el gran lastre de infinidad de proyectos informativos, independientemente de la plataforma. En el momento en el que las mariscadas y el champán francés lo paga el anunciante de turno (que por supuesto exigirá además un tratamiento informativo preferencial) el proyecto empresarial tiene los dias (o años) contados.
Si las empresas no saben generar valor por si mismas, el modelo no vale.
Se pueden buscar modelos publicitarios alternativos que enrriquezen a unos pocos y que permiten mantener la agonía (llámese adWords), pero al final, lo que cuenta es lo que aportas al cliente final.
Felicidades por tu blog!
Gracias por estas palabras. Yo sí soy de prensa escrita, y encima me he comido el marrón de la Costa del Sol durante cinco años… Todo lo que has dicho, se cumple al cien por cien. Se agradece, de corazón… Ahora, a seguir quemándome en el paro, estando preparado, siendo profesional, etc. Un abrazo para ti y para los compañeros que piensan como tú. Ciao.
Ah, yo escogí la dignidad, y fíjate, pero no me arrepiento, mantengo mi ética y valores. Esto, en respuesta a algunas opiniones. Muchos sí fuimos contra eso.
En respuesta a F. Mesa
Con respecto a que la culpa puede que la tengan los directivos periodistas, como por ejemplo los redactores jefe, me gustaría comentar que, en efecto, muchas veces ocurre. Lo curioso es que tengas que aguantar a un electricista como redactor jefe en una empresa sustentada por el dinero negro del ladrillo, por ejemplo. Y como este caso, a patadas por todos los lados. No te parece? 😉
Estoy de acuerdo gran articulo.
Tambien coincido en que se veia venir. Hace bastantes años. La precariedad en el periodismo, en todos los medios, y la banalización, especialmente en televisión y en radio, lo ha ido contaminando todo. Soy de las que hacetiempo vio como esos falsos periodistas de los reality show y de los programas basura se nos iban allevar a todos por delante. Por tanto no estamos ante un fracaso de la prensa sino ante un fracaso del periodismo y, en parte, nosotros los periodistas, no hemos hecho gran cosa por evitarlo
[…] El fracaso de la prensa […]
En efecto, gran artículo, resume muy bien lo que ha estado pasando. Pero me quedo con el comentario de Montse y algún otro: los periodistas deberíamos hacer autocrítica porque no supimos o no quisimos hacer nada, y seguimos siendo asquerosamente insolidarios unos con otros.
[…] no han intentado aplicar modelos de negocio del pasada al medio del futuro. Lo que ha pasado con la prensa no debería tardar en pasar también en el sector de la […]
[…] El fracaso de la prensa (en Mangas Verdes). […]
Hola, no había olvidado este post y, al preparar una entrada sobre textos interesantes que retratan la situación de la prensa española lo he incluido.
http://www.gentedigital.es/blogs/gentedeinternet/32/blog-post/1119/siete-pinceladas-sobre-la-crisis-de-la-prensa/
Un saludo
Ahora mismo, en el blog de Leandro Pérez Miguel: Siete pinceladas sobre la crisis de la prensa
[…] el blogs Mangas Verdes la prensa tradicional ha perdido capacidad de inmediatez, credibilidad y rigor, lo que le ha […]
[…] la tortilla, adelantándose a estos y superándolos con creces. Como bien dice el conocido bloguero Mangas Verdes en uno de sus posts “[…] La industria del periodismo de papel es hoy un barco que naufraga sin […]
La revolución digital, creo, avanza como la historia: retrocediendo. Para cada nuevo paso es necesario el anterior. Al punto que a veces es necesario retroceder hasta el punto de partida. Eso es lo que le pasa a los medios impresos: están buscando su punto de partida. Sin duda su modelo de negocios tiene que migrar, como también todos los que estamos vinculados a los medios (impresos y digitales). El futuro no está escrito (ni en tinta ni en pixel).
Fuerza & Fe.
Héctor Vera Azargado
La Fábrica Imaginaria
Ahora mismo, en el blog de Héctor Vera Azargado: Dictarán maestría en Facebook, MySpace y Twitter
Buen artículo. Creemos que la maldita crisis está poniendo cada cosa en su sitio. Es decir, con el tiempo, volverán los buenos medios y escucharemos de nuevo a los buenos periodistas. Un abrazo y nuestro apoyo a los que han sucumbido obligatoriamente.
Ahora mismo, en el blog de noemí i albert: 27.000 persones han visitat la Fira del Ram de Tordera
E X C E L E N T E . . .
ahora bien… necesito una cuerda para colgarme y no hacer mas este trabajo que me apasiona y que me mata lentamente todos los dias…
Scriptor.org El Roto: publicidad, propaganda, información
Una visión muy realista y acertada.
Un tema ¿Realmente el nuevo periodismo se inicia con un cambio de actitud de los propietarios y editores jefes?
Lo que sigue es una reflexión.
En parte la función de los medios tradicionales ha venido siendo la legitimación de mensajes a gran escala, la propagación de mensajes determinados corporaciones como si fuera la única “información cierta”, bien sea por mediación de la repetición masiva, bien por estrategias 2.0 en canales de impacto. Elija el sistema de persuasión que prefiera; Lo decimos nosotros y no hay más enfoque y lo decimos muchas veces, incluso podemos oir tus opiniones en la web 2.0. NO creo que el periodismo redentor exista a gran escala. Prisa y el grupo El Mundo crean la versión legitimada de la experiencia que sufrimos los normales y luego nos la creemos..
Lo demás sería difusión residual para algunos y desinformación subversiva para otros . Esto no es nuevo aunque podría aporta luz al tema que plantea Almedida. El periodismo es en parte inseparable de una audiencia importante en cantidad , inseparable de una masa crítica alta que valida el medio y da pasta.. La tarta de la publicidad es un buen indicador del nivel de concentración. Evidentemente ahora el tema está complicado.
Muchos pequeños medios suman una cantidad de lectores importantes pero muy dispersos, sean en blogs o en prensa original y fresca. En síntesis: Internet relevará – es una hipótesis – a la prensa tradicional en el caso de que logre concentrarse en pocos medios editoriales. No me gusta la idea pero esto podría suceder así. Es un análisis desagradable; lo confieso.
No creo que el problema ataña exclusivamente al debate entre soportes tradicionales y electrónicos. Pienso que la variable crítica es la Concentración vs la Dispersión de la audiencia. Internet diversifica, los medios como empresas requieren concentración.
Usted puede estar pensado ahora :”van a a matar internet como discurso pluralista y alternativo”. No lo dude, tarde o temprano alguien pondrá “vallas al monte” y entonces será importante, como ahora creará felices amantes de la servidumbre, nuevos clones. Se puede incluso conjeturar respexcto del motivo para poner las vallas:: seguridad nacional, ciberterrorismo, defensa de las buenas costumbres y miles de argumentos para levantar la sospecha sobre una buena parte del discurso independiente.
Por fin tendremos pluriempleo periodístico.
Francisco
entonces tebdrremnos pluriempleo periodístico
Ahora mismo, en el blog de Francisco: Hacker ataca TIME: Vulnerabilidad en la RED
Muy interesante, me ha gustado leerlo. El último párrafo, demoledor, sencillo y directo.
Ahora mismo, en el blog de Ignacio: Lego 4958 Monster Dino
Enhorabuena por el post. Me parece uno de los análisis más lúcidos y más exactos de lo que está pasando con la cacareada crisis de la prensa.
[…] ¿Quién vigila al vigilante? 11 Junio 2009 — El Plumilla Esta mañana a primera hora, como todos los días, le he echado un ojo a la prensa (en internet) mientras me tomaba el re-desayuno y casi le escupo el café a la pobre pantalla: Los editores, en contra del plan de ayudas a la prensa del Gobierno. Llevo varios días (quizá incluso meses) poniendo a caldo los medios de comuniación por lo mal que están encajando la cacareada crisis de la prensa. Me indigna la actitud, la verdad, porque he pasado muchos años dando tumbos por redacciones de prensa, radio y televisión y sé que son ellos los que están cavando su propia tumba. Pero no voy a volver sobre el tema otra vez, sobretodo cuando el periodista Manuel M. Almeida ha hecho uno de los análisis más lúcidos de lo que él llama el fracaso de la prensa. […]
[…] Desde luego, éste es uno de los pilares de la crisis que vive el periodismo tradicional. Pero hay más… […]
[…] Internet, se vienen expresando en la Red desde hace años. No hay nada nuevo, al menos para los que trabajamos profundamente en este ámbito, pero hasta ahora no se habían recopilado todas estas ideas en un […]
[…] Tomado de https://mangasverdes.es/2009/03/04/el-fracaso-de-la-prensa/ […]
Aunque comparto la crítica al modelo empresarial de los medios, soy un poco más indulgente sobre sus posibilidades de prever lo que se avecinaba. No estaba ahí para verlo, pero igual los más veteranos nos iluminan: francamente, creo que los historiadores del futuro valorarán estos años como una revolución que cambió los modos y maneras de afrontar tanto el periodismo como otros ámbitos. Para muchas empresas, a toro pasado, será como agitar un cóctel.
Un saludo y enhorabuena por el análisis.
.-= Ahora mismo, en el blog de agundez: De castas y colores en la India urbana =-.