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El New York Times (NYT) sigue empeñado en explorar fórmulas de pago por contenidos en la era web, en un intento de eludir la dependencia exclusiva de la publicidad en sus ingresos y de rentabilizar de forma directa su relación con el usuario. En ese proceso acaba de lanzar Times Reader 2.0, una aplicación que hace uso de Adobe Air para ofrecer una actualización completa del periódico cada cinco minutos, sin necesidad siquiera de abrir el navegador, directamente en el escritorio de tu ordenador y en un formato prácticamente similar al del periódico de papel.
La suscripción cuesta 3,45 dólares (unos 2,5 euros) a la semana, está disponible para Windows, Mac y Linux, presenta las noticias en todos los formatos disponibles (texto, audio, vídeo…) y permite disfrutar hasta de los crucigramas, así como la consulta del contenido descargado sin conexión a Internet (con lo cual te lo puedes llevar adondequieras y en cualquier gadget que admita Adobe Air).
Como dicen en el texto de lanzamiento, podrás leer el NYT como siempre con todas las ventajas de la navegación web (menús, enlaces, multimedia, búsqueda en títulos y textos…). Ahora bien, ¿realmente puede suponer esta iniciativa un modelo de negocio? ¿Es realmente para el lector un valor añadido el hecho de poder leer el periódico en el formato tradicional y disponer de la última actualización allí donde quiera, especialmente si esos mismos contenidos se ofrecen en abierto en la Red?
En mi opinión, no. Puede que haya un nicho de lectores dispuestos a pagar por este modelo, pero insuficiente para sostener un modelo de cierta rentabilidad, sobre todo si a eso le añadimos que es gratuito para suscriptores del diario, lo cual estrecha los márgenes mucho más. Se trata de una opción perfecta para soportes tipo Kindle y personas sujetas a cierta movilidad, pero no para el lector que dispone de conexión a Internet o para consultas desde el ordenador.
Ahora mismo se ofrece una versión gratuita de prueba, en la que podrás comprobar los resultados, aunque no tendrás acceso a los artículos de pago. Personalmente, me gustan la apariencia y la navegación, todo muy agradable y sencillo, pero creo que son argumentos insuficientes.
¿Y tú, pagarías por leer el NYT en tu ordenador?