Nunca he tenido a Andreu Buenafuente por un detractor del copyright o defensor a ultranza del copyleft, el P2P o la cultura libre (a pesar de utilizar vídeos de YouTube en su programa). Nunca he visto ni oído una manifestación suya que apoye tal percepción. Todo lo contrario, me ha parecido siempre una persona adscrita al régimen de la propiedad intelectual, pero con la habilidad suficiente para navegar entre corrientes: la de no disgustar a buena parte de su audiencia ‘internetera’ y la de no traicionar a los suyos. El humor es un arma poderosa para el disimulo y, utilizado con maestría, ideal para la promoción personal y la indefinición. Buenafuente es un maestro del humor.
Por eso me ha sorprendido el revuelo que se ha armado tras su entrevista a González-Sinde, sólo achacable a la tremenda ingenuidad de la que pecamos buena parte de los integrantes de la comunidad digital y que consiste en revestir de un halo cuasibeatífico a toda aquella personalidad pública que abre cuenta en Twitter, Facebook, Tuenti, Blogger o YouTube. Como si agenciarse un avatar provocara una metamorfosis personal, como si la oportunidad (obligación casi en los tiempos que corren) de comunicarse (y promocionarse) en la Red lo convirtiese a uno en algo especial, divino y extraordinario. Como en la España folclórica del tardofranquismo, diera la impresión de que ‘en la Interné, tol mundo e güeno’. Es decir, todo el mundo comparte los ideales y reivindicaciones fundamentales de la comunidad internauta. Y no es así.
El caso es que Buenafuente se ha enfadado mucho con aquellos que se han enfadado mucho por lo que entienden una entrevista light a la ministra y, por tanto, una traición a las posiciones de defensa de un cambio de modelo en derechos de autor. Y se ha quejado. No sólo se ha quejado sino que, como el niño que pilla una rabieta, ha decidido dejar el juego. Es decir, Twitter, donde primero invitó a los “exaltados” a darse el piro y posteriomente anunció que quien se lo daba era él. Desde entonces no ha vuelto a actualizar, aunque su cuenta sigue abierta.
Desde luego, no son formas de estar en la Web 2.0, ni aun diría en la escena pública, en general. Las críticas, con base o no, van a estar ahí siempre. Si son irrespetuosas, se pueden ignorar. Si el interlocutor se torna en acosador incluso se puede bloquear. Pero si no son más que la expresión de ideas u opiniones más o menos fundamentadas, deben ser asumidas dentro de la diversidad y el derecho que nos confiere la libertad de expresión, precisamente uno de los mayores valores y virtudes de la Web 2.0. Y aún mejor, se puede contestar.
Cierto es que Twitter es un canal muy poderoso para el ataque, pero bastante menos para la defensa, en especial cuando aquél adquiere proporciones de campaña. Pero uno siempre puede desarrollar sus argumentos en un blog, por ejemplo, y remitir ahí a quien se quiera.
Al igual que Lucía Etxebarría y otros, poner pies en polvorosa y huir de la Red a las primeras de cambio por una situación puntual, que puede ser todo lo dura que uno quiera, denota ciertas carencias:
- Escasa capacidad de encaje para las críticas y, quizás, exceso de soberbia
- Desconocimiento de los mecanismos de moderación en las herramientas 2.0
- No haber entendido nada de lo que significan la ‘conversación’, las redes sociales ni la Web 2.0
Da la impresión de que a muchas de nuestras personalidades públicas les encanta todo esto de la Red mientras se sienten admirados y jaleados por la comunidad, mientras les sirve para incrementar su popularidad y seguir cosechando audiencias, pero lo llevan fatal en cuanto la tortilla apenas se ladea. Y eso, queridos amigos, sencillamente no es plan. Decía en mis ‘10 + 1 tuitconsejos improvisados para políticos 2.0‘ que…
“La Web 2.0 no es 1 escaparate. Ni 1 pose. Es 1 forma democrática, abierta y transparente de entender la comunicación. La política, también
Pues hoy debo añadir que en el humor, la televisión, el show businnes en general, la música, el cine o el deporte… también. También para humoristas 2.0.
Como digo, la crítica masiva web, por muy dura que sea, siempre tendrá una ventaja sobre la crítica masiva convencional: que te puedes defender exactamente por la misma vía, o puedes ignorarla. Pero de ahí a romper la baraja… Uno se queda más con la opción de Pérez Reverte, tomándoselo con humor e incluso sumándose a la ‘fiesta’. En definitiva, asumiendo dónde estás y actuando en consecuencia. Porque las actitudes airadas o infantiles sólo llevan a eso, lo que reza en el titular, al “Ea ea ea, X se cabrea”…, a la mofa y al descrédito como ciudadano digital.
No obstante, no debe culpar Buenafuente a Twitter o Internet en exclusiva de salirle respondón. Joaquín Sabina, no en Twitter ni Facebook, sino en su propio programa allá por 2006, ya se las tuvo en su momento con él. Curiosamente sobre el mismo tema: derechos de autor. Curiosamente de forma airada. Curiosamente, Buenafuente no abandonó su programa.
Actualización (19 abr – 22.17 h.): Francisco George me recuerda en los comentarios un caso que había pasado por alto: el de Álex de la Iglesia, que recibió numerosas críticas, de todos los calibres, por su postura ante la ‘Ley Sinde’ y no sólo se mantuvo en su cuenta dialogando y discutiendo con todos, sino que acabó reconociendo que ese debate le había enriquecido.
37 comentarios
[…] Ea ea ea, Buenafuente se nos cabrea mangasverdes.es/2011/04/19/ea-ea-ea-buenafuente-se-nos-ca… por Torosentado hace 4 segundos […]
Que buenafuente, es un hábil humorista/comunicador no se lo voy a negar pero que se le ha visto el plumero estos últimos días tampoco.
Entiendo que de una forma u otra, gente como él deben al sistema el lugar que ocupan e ir contra éste, si uno se quiere mantener o subir dentro de él, puede llegar a ser osado o quizá suicida, pero siempre esperamos que surja alguno que sea capaz de hacerlo.
Seamos realistas, como Alex De la Iglesia, no hay muchos 🙁
Es totalmente extrapolable a la gestión de la reputación online de una empresa en redes sociales: si se monta un pifostio y te piden explicaciones en tu Twitter o página de Facebook lo que menos se recomienda en estos casos es rebajarse a las críticas y, en contrapartida, responder lo más elegantemente posible, eso sí… las lecciones de Social Media, así como las de la vida en general, son muy fáciles de dar a base de palabras, pero complicadas a la hora de llevarlas a cabo.
Un buen artículo y totalmente de acuerdo.
Lorena.
Saber moverse entre dos aguas, para quedar bien con todos, siempre ha sido una virtud, eso sí, más fácil de aplicar si tu terreno es el humor, pero corres el riesgo de naufragar en unas u otras.
Además, él mismo fue quien calentó a la gente anunciando “a bombo y platillo” la entrevista y animando a seguirla…
El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Yo tampoco tenía a Buenafuente entre mis favoritos por alguna salida de tono que le había visto, pero en este caso me parece muy razonable que no aguante más, no críticas, sino insultos y comentarios que están de más por hacer mal que bien lo que sabe.
Dices que es un acto de soberbia, pero ¿no son soberbios aquellos que lo tachan de blando tan solo porque ellos son duros? Habría que verlos. Quizás es que esperemos de los famosos más de la cuenta. Quizás es que queramos que sean como dictemos y no aguantemos a quienes no son cómo nosotros. Somos los primeros que aguantamos poco y nos quejamos de que hagan lo mismo.
Soy la primera que defiende los derechos de los usuarios y veo mal la Ley Sinde, pero que queréis que os diga, también entiendo que una persona, cansada de que la gente lo juzgue sin descanso, se pire de Twitter, simplemente porque no aguanta. Se llama libertad y no por ello voy yo a criticarla. Porque las críticas no son para mí algo importante y no las suelto así como así.
Un saludo,
Irene
@Irene: desde luego que nadie está obligado a soportar críticas, ni tampoco a estar en Twitter. Pero entonces no te expongas al público ni abras cuenta en una herramienta hecha precisamente para la conversación. Alguien debería explicarle a Andreu que la Web 2.0 no es un monólogo 😉
Un saludo.
De eso se trata la libertad y la democracia de hacer Lo que mejor me parezca sí hoy quiero estar aquí y mañana no implementen por que no me da la gana eso es mi problema buenafuente está en todo Su derecho, tal vez los equivocados son los que le critican por ejercer Su libertad.
Te felicito buenafuente por ser el gran profesional que eres
Rodrigo…..
@rodrigo: en eso estoy completamente de acuerdo, está en todo su derecho. La libertad consiste en hacer lo que consideres oportuno, pero en esas decisiones quedas retratado, para bien o para mal.
Un saludo.
Rebatiendo tu segundo argumento, yo (sin seguir a Buenafuente) he visto cómo hablaba con gente en más de una ocasión, por lo que no creo que no sepa de qué va Twitter. De ahí a tener que leer cosas cómo las que vi yo hay un trecho. Y uno se cansa.
Buenafuente no es un gestor de comunidades por favor, ni lo somos cada uno de los que estamos en Twitter, es una persona y entendámosle como tal.
@Irene: los siento, pero no has rebatido ningún argumento. Cuando digo que la Web 2.0 no es un monólogo lo hago con cierta ironía. la Web 2.0 no está sólo para recabar aplausos, también está para debatir y mostrar disparidad de pareceres. Abandonar una herramientas tan potente para la comunicación como Twitter por las críticas que se puedan verter hacia ti me parece no sólo una torpeza, sino también una muestra de que no has entendido nada de nada.
Un saludo.
Una cosa es conversar, otra es cachondearse de alguien y otra, muy diferente, es insultar. Todas ellas son, entiendo, diferentes formas de utilizar la libertad de expresión, pero no todas, al menos para mí, son respetables. Por conversar nadie se debería molestar, en el caso del humor depende de la susceptibilidad del que es objeto de éste, pero en el caso del insulto todo el mundo está legitimado para defenderse y entrar en un “y tú más” o para abandonar el asunto. Entiendo que Buenafuente, que a mí, personalmente, no me interesa, tome esa decisión.
Aparte hay otra cuestión inquietante que ocurre sólo en la Web, y es ese derecho que se ha tomado el internauta para decidir qué es bueno y qué es malo pisoteando el derecho que tiene cualquiera para decidir qué hace con lo que le pertenece, que es su producción, del tipo que sea ésta. Dicho de otro modo ¿qué derecho tengo yo para decidir que tu trabajo ha de ser gratuito? Ni siquiera el hecho de que yo regale mi trabajo me da derecho a exigirte a ti que regales el tuyo. El ejercicio de la libertad implica la aceptación sin cuestionamiento de los demás hagan uso de ella. En cuanto defiendes esta premisa, enseguida te tachan (a menudo te insultan) como amigo de gente que ni siquiera conoces y con quien no compartes absolutamente nada, ni siquiera ideas.
La Web 2.0, que no deja de ser una majadería tecnológica (el diálogo existe desde hace muchos siglos), no obliga a nada, ni siquiera a dialogar. La Web es la Web, y cada uno la utiliza como quiere, y la debemos utilizar, ante todo, respetando las libertades de cada uno. No hay ninguna ley, escrita o no, y corregidme si me equivoco, que obligue a aceptar que por utilizar la Web (que se supone libre, y esto completamente falso) como canal de comunicación o como forma de ganarse la vida honradamente, haya que aceptar que otros utilicen tu trabajo como a ellos les plazca, repito, saltándose a la torera tu decisión libre.
Esta forma de imponer las ideas tiene un nombre nada honroso y, por supuesto, deja muy en entredicho el respeto por los demás.
Un saludo.
La verdad es que no me sorprende, porque eso no solo pasa con los famosos/escritores/políticos/cantantes/actores que se pasean por internet para, como dices tú, que “se sienten admirados y jaleados por la comunidad, mientras les sirve para incrementar su popularidad y seguir cosechando audiencias”. Yo, que me muevo en el mundillo de los escritores aficionados que hay en la red (blognovelistas, escritores de fanfiction, que se autopublican, etc), lo he visto en innumerables ocasiones: muchos sólo se llevan bien con sus lectores cuando les dicen lo maravillosamente bien que escriben, pero no son capaces de sortear una crítica y se enfadan con quien les haga una crítica o sugerencia, y supongo que gente así habrá en todas partes. Debe ser la naturaleza humana…
Muy buen artículo.
Lo único que me chirría es hablar de “los ideales y reivindicaciones fundamentales de la comunidad internauta”. La comunidad internauta no existe, todo el mundo utiliza Internet para algo hoy en día, o se beneficia de servicios que -sabiéndolo el consumidor final o no- requieren de la Red. No hay “internautas” en el sentido de que sólo o prioritariamente sean internaturas, y cada vez hay menos “no internautas” en el sentido de no tener contacto de ningún tipo con Internet. Creo que mantener esa división artificial no beneficia a nadie.
@Alain Ochoa: cuando hablo de “reinvindicaciones fundamentales de las comunidad internauta” me refiero a las reivindicaciones a escala internacional surgidas desde Internet y con las libertades y derechos de Internet por bandera. Existe comunidad internauta como existe comunidad de vecinos o comunidad de alumnos. Es decir, nadie es internauta en exclusiva, pero su actividad en la Red lo convierte en internauta y en parte implicada de cuanto le afecte a Internet.
Un saludo.
Sí, si entiendo el sentido de hablar de comunidad internauta, pero creo que es un vocabulario que contribuye a alejar posturas. Buenafuente, si aceptamos que falló a alguien, no falló “a los internautas”, sino a parte de sus telespectadores y a parte de los votantes que sufragan el sueldo de la ministra. Me parece que llamarlos internautas no es técnicamente inadecuado pero hace que mucha gente los/nos siga viendo como un grupo etéreo y, sobre todo, aislado del resto de la realidad.
De acuerdo contigo, en su momento puse en twitter que si bien Buenafuente como humorista debería seguir intacto, como entrevistador sí fracasó, y como gestor de comunidades 2.0 mucho más…
Como dices, él mismo anunció y promocionó la entrevista, creo recordar que incluso pidió preguntas, así que luego no aceptar la crítica, enfadarse y hacer berrinche me parece patético, creo que habría sido más digno haber anunciado que no sería incisivo, o posteriormente, reaccionar de otra manera distinta.
Y como dice @JSanz, el navegar entre dos aguas es lo mismo que ir entre dos filos, si tropiezas, caes al lado equivocado, donde hay cocodrilos esperandóte, Buenafuente cayó.
Twitter no es un arma, es un campo de batalla. Las armas son la inteligencia de cada cual.
Gente como Pérez Reverte lo único que demuestran es que son más inteligentes que otros famosos.
@Carlos Sogorb: no pienso discutir sobre metáforas 😉
Un saludo.
Creo que se nos hemos pasado un poco con todo esto… y cuando digo todos, me refiero a todos, incluyendo a Andreu. Ni hay para linchar al entrevistador ni hace falta cortar por lo sano con twiter, por lo menos por ese motivo. Otra cosa es que todo esto sea consecuencia de diferentes situaciones que a lo largo del tiempo se van acumulando y al final uno no puede más y deja que todo salte por los aires. Sinceramente, creo que la conducta de Andreu no es consecuencia de las reacciones ni los insultos… quiero pensar que, como un servidor hizo hace ya tiempo, se ha dado cuenta que eso de las redes sociales, eso de la facilidad pasmosa de poder comunicarse, eso que parece tan “guay”, tiene sus efectos secundarios dependiendo de como sea de “sensible” cada uno.
He admirado a Andreu desde siempre y quiero pensar que todo este tema no le afecte más de lo necesario…
Saludos y comprensión para ti, Andreu
Saludos Mmeida, pienso que cuando una persona toma su decisión de estár en twitter o tener un blog, ya debe estar preparado para las críticas de los comentarios “Normales” y tomen en cuentan que también hay los tristes troll que lo único que saben hacer es hacer perder la paciencia de los que escriben. En todo caso lo mejor es que se retire calladito y sin pena ni gloria, que nadie se va a dar cuenta.
Cierto es que en un combate entre boxeadores el que suele ganar no es el que tiene la mejor pegada sinó el que más encaja, y el hecho de que Andreu haya dejado de tuitear no deja de ser una simple anécdota más que una noticia.
Comparto mucho de lo que has escrito sin embargo -y según mi humilde opinión- creo que en el fragmento:
“…la expresión de ideas u opiniones más o menos fundamentadas…”
se ajusta más a la realidad de las redes sociales el término
“fundamentalistas” más que fundamentadas…
😉
Un abrazo condal
Buenas noches Manuel,
Es curioso con Alex de la Iglesia fue todo lo contrario…El 21/12/10, el dia que el congreso echo para tras la Ley Sinde, Alex estaba siendo sufriendo criticas severas por la comunidad de twitter debido a una entrevista que le hicieron en la Cadena SER donde se enfrento a Victor Domingo de la AI. El tío estaba aguantando un chaparrón de mensajes muy críticos, contestando a TODOS, de echo 2 veces se quedo sin poder tuitear por sobrepasar el numero de tweets que se pueden enviar por hora.
Entre en contacto con el ese día y es ese mismo día que lanzo la idea de la reunión en la Academia de Cine para verse con la comunidad Internauta. Y es en esa reunión que conseguimos hacerle ver que las cosas no eran como se lo habían contado y que entonces se implico personalmente en intentar que la Ley no pasara tal como estaba, con las consecuencias que ya todo el mundo conoce.
@Francisco George: muy buen dato que se me había pasado por alto. Gracias!
Un saludo.
Excelente post. Creo que otro ejemplo de persona que aguanta críticas e insultos un día sí y otro también es @pedroj_ramirez. Personalmente considero ejemplar la gestión que hace de su cuenta en Twitter.
Hay quien aprende de sus críticas y hay quien prefiere enterrar la cabeza.
Todo ésto me recuerda al típico caso de niños pequeños “tocapelotas” que a pesar de estar todo el día molestando a los demás, montan en cólera por cualquier minucia que se les haga.
Buen artículo 😉
Buen post aunque la verdad que lo de que te lluevan las críticas de ya no sabes dónde no debe ser fácil de encajar y puede que si además no hayas tenido buen días pues eso… se monta la que se monta y cuanto peor reaccionas (que también es de humanos, reconozcámoslo) pues incluso peor.
Una vez pasada la batalla y con las fiestas por delante quizá sea buen momento para que se calmen las aguas. La verdad que no me gustaría que Buenafuente dejara de escribir en Twitter. De todas formas es cierto que muchos parecen estar bien preparados para las albanzas y vivir la fama sin despeinarse pero no admiten con tanta naturalidad la discrepancia que tarde o temprano lleva asociada. Dos caras de la misma moneda.
Un saludo a todos.
“todo el mundo comparte los ideales y reivindicaciones fundamentales de la comunidad internauta”
Me puedes explicar cuáles son estos ideales?
En dónde estan escritos?
Quién los ha decidido?
@Carlos: si leyeras los comentarios lo sabrías. Lo tienes un par de entradas más arriba.
Un saludo.
Yo estoy bastante de acuerdo con Carlos. De hecho, no sólo no acepto todas las reivindicaciones sino que ni siquiera me identifico con una comunidad que confunde deliberada y sistemáticamente el significado del término “libre” con el del término “gratis”. No comulgo con ninguna comunidad que continuamente recurre al respeto y a la libertad, según sus intereses, obligando a los demás a que piensen como ellos y que, además, en demasiados casos, actúa sin tener en cuenta nada más que su propio bolsillo, hablando de “compartir” sólo lo que no es suyo, porque lo suyo es suyo y de nadie más. Porque al final, seamos honestos, el problema que ocupa y preocupa a la inmensa mayoría de la gente es que desaparezcan las descargas gratuitas. “Hay que adaptarse”, dicen. Y la adaptación significa que hay que olvidarse de respetar, en millones de ocasiones, las faltas de respeto a las decisiones de los demás sobre sus propias vidas.
En mi caso concreto, gran parte de mi actividad está libre en Internet, es decir, cualquiera puede verla, leerla y disfrutarla. Pero no es gratis. Es decir, permito que la gente acceda a mi trabajo. Pero si alguien quiere publicarlo, ha de pagar. Esto lo hago por varias razones: la primera porque no quiero que mis palabras o mis imágenes aparezcan en sitios web en los que yo no quiero aparecer (si quisiera, yo mismo me ofrecería ¿no crees?). La segunda, porque un tanto por ciento del rendimiento de mi trabajo va destinado a una donación y, a día de hoy, ni siquiera he recibido un solo céntimo de la parte destinada a esa donación (no a ser rico, que ni me interesa) por parte de gente que lo descarga y que, en más de un caso, utiliza. La tercera, obviamente, es que necesito el dinero, como tanta gente, para vivir. Pero eso, a ellos, les da igual.
Por esa razón, entre otras, no me creo gran parte de las reivindicaciones que circulan por la Red, entre ellas, la de la Red Libre. Una Red Libre, en la que cada uno respeta a los demás, me permitiría estar tranquilo colocando todo mi trabajo en ella, para disfrute de todos y para poder acceder a todo el mundo y poder vivir dignamente. Pero esa no es la realidad, al menos yo no la vivo así. Mientras las cosas no cambien seguiré pensando que el usuario típico de Internet coarta mi libertad, así que no tengo razón lógica para sentirme uno de ellos.
Otro saludo y gracias por vuestro tiempo.
Buenos días! dice el dicho que “más vale tarde que nunca” (no estoy desaparecida, aunque con un despiste 2.0 y más allá) , también hay otro aplicable a cualquier situación “ea ea.. ” o en situación de “no habemus cabreo”, “uno además de tener educación, hay que demostrarla” y casi un tercero, “mi libertad comienza donde acaba la de el de al lado” .. ¡hay que ver con el dichoso refranero!! 😉
Un abrazo ..
provablemente tienes razón, si bien es cierto que buenafuente ha cambiado el patético panorama televisivo de los últimos tiempos.
Saludos a tod@s
Yo creo que tenía que haber reconocido su postura, haberla defendido y seguir ahí. ¿Que Buenafuente es partidario de esta Ley? Que lo sea, pero que no se esconda en la TV, ese lugar donde no le pueden criticar o, al menos, no puede él escuchar las críticas.
Escondiéndose, o abandonando, según se mire, está dando la razón aún más a quienes le han criticado, bajo mi punto de vista, con independencia de lo duros que hayan sido con él, porque no utilizar una herramienta como Twitter para defenderse, herramienta que está integrada en esa Web 2.0, significa que realmente no le interesa en absoluto, no está abierto a nuevos puntos de vista a los que no está acostumbrados y que, por lo tanto, está definitivamente a favor, con todas las consecuencias, de la Ley Sinde. En cambio, si lo hiciera, si defendiera su postura con argumentos, con ejemplos, o con humor y sarcasmo… Eso sí sería estar en la Web 2.0 que tanto nombras, Manuel. Pero no, es él el que no desea aceptar las reglas del juego y abandona.
Tal vez tenga miedo de cambiar de parecer, como les ha pasado a otros… En fin, un saludo y feliz fin de semana-puente para quienes lo puedan disfrutar.
Perdonadme que discrepe. Y perdonad por la chapa que voy a escribir.
Soy autor, y ni estoy a favor de la ley Sinde, ni estoy de acuerdo en que esto sea un despiporre del pirateo. Hasta aquí, imagino, que como el 99% de la gente. Creo que todos estamos de acuerdo en que la industria es la mala, que es la que nos pone cánones porque presupone que vamos a descargar cosas, y si las descargamos, encima nos multa. En eso estoy de acuerdo. Como también estoy de acuerdo en que el tonto de Bisbal, si ha grabado un disco, quiera que la gente lo compre. Pero no es el tema que se trata aquí, creo. Hablemos de Buenafuente.
De nunca, las entrevistas de Buenafuente han sido agresivas. No lo fue con Zapatero, no lo fue con Rajoy, con Sinde no tendría por qué serlo. Buenafuente es un programa de humor, de entretenimiento. Y el programa, nos guste o no, se llama BUENAFUENTE. Esto conlleva que él es el director, y él habla de los temas que quiere. Seguro que él tiene su propia opinión sobre la Ley Sinde, y cada uno puede opinar lo que quiera. Si no entró en el debate, creo que fue 1: porque es un tema serio, y es un programa de humor; 2: porque, no nos engañemos, la comunidad internetera es (somos) muy incendiaria cuando nos tocan el tema de las descargas. Entiendo que Buenafuente no quisiera tocar el tema porque, igualmente, se le hubieran echado encima.
Esto es así. Es el caso Álex de la Iglesia. A mi entender, el tío nos la ha metido doblada. Se posiciona en contra de las descargas. Le llueven hostias por todas partes. Se posiciona a favor de las descargas y presenta la dimisión. Se convierte en un mártir. Le ha salido una jugada magistral. ¿De verdad creéis que, por mucho “diálogo” que haya tenido en Twitter, ha cambiado al 100% de parecer? En ese caso, no debería haber dimitido. Debería haber seguido al frente de la Academia, y luchar desde dentro para cambiar las cosas. Lo que hizo fue quitarse de en medio: por un lado, no quería quedar mal con una comunidad tan poderosa como la de Internet (y por ende, la de la gente joven, que es la que admiran (admiramos) sus películas). Por otro lado, no se vio con fuerzas ni argumentos como para defender las descargas delante de sus compañeros de profesión. Repito: sin entrar a valorar quién tiene razón. El caso es que esta polémica ha sido un lavado de imagen de Álex de la Iglesia tremendo. Ya nadie recuerda Balada Triste de Trompeta. Joder, una jugada magistral.
Por otro lado, se junta el fenómeno Twitter. Conozco gente con miles de seguidores que utiliza twitter para poner chistes, frases ingeniosas. Cada vez que escriben una, por definición, hay varios replies del tipo: “Joder, qué flojo éste”, o “No tienes puta gracia”. Si yo fuera una de esas personas, me cabrearía mucho. “Joder, estoy aquí porque me apetece, de gratis. Haz tú los chistes, cabrón”. Multiplica eso por los 300 mil seguidores (creo recordar) que tiene Andreu. Una cosa es opinar sobre el programa: “Me esperaba más de esta entrevista”. Otra cosa es insultar: “Buenafuente es un vendido. No ha tenido huevos. Es imbécil”.
Comprendo el mosqueo de Andreu. No tiene por qué tener un twitter. Sabe que hay mucha gente que le sigue, e imagino que abrió la cuenta para estar en contacto con ellos. No le hace falta abrirse una cuenta para que le hagan la pelota. Imagino que tendrá miles de personas en su día a día que le ríen todas las gracias. Que tenga un twitter es un plus para los que son (somos) fans de Andreu. Si no te gusta, no le sigas. Si la entrevista te pareció mala, dilo desde el respeto. Y si aún así no puedes contener las ganas de insultar, al menos no le cites en twitter con un “@Buenafuente, eres un vendido”. Eso, amigos, es provocación. Yo puedo comentar con un amigo que la Paqui se ha engordado, pero si le digo a Paqui: “Joder, Paqui, estás hecha un tonel”, entiendo que se pueda enfadar.
El anonimato en twitter nos hace muy valientes, con derecho a decir lo que se nos pase por la cabeza, sin tener en cuenta si podemos molestar. Es muy fácil reirse de Jordi González por el #tuputamadreguapa. Incluso puede ser sano. Fue un desliz desafortunado en twitter, y en twitter debería quedarse, aún después de convertirse en Trending Topic. Lo jodido es cuando de eso se hace una noticia en periódicos y medios digitales. ¿En serio lo que diga un tío en Twitter merece ser noticia? El problema es que Twitter se está convirtiendo en periodismo sensacionalista. Y es una pena. El hecho que se esté comentando tanto si Buenafuente deja Twitter (fue noticia en El Mundo) es un claro ejemplo de ello.
No sé si es eso lo que Buenafuente quiere denunciar con su “pataleta”. Yo creo y espero que sí.
Perdonad por la parrafada. Un abrazo.
Completamente de acuerdo en todo excepto en lo de Bisbal, jajaja. Yo no creo que sea tonto.
Un saludo.
=)
En Internet, como en todo, hay criticas sensatas y energúmenos que insultan. En este blog no es el caso, se respira bien, aire puro. Si eres famoso, estás en el “candelabro”, así que hay que estar a las duras y las maduras. El Sr. Buenafuente, como otros, domina un medio (en este caso la TV), pero no tiene ni idea de como funciona la Red. Y le pasa lo que a tantos otros. Todo es un problema de ESTRATEGIA, saber moverse en otro entorno. “Cuando conoces la vía de la estrategia, no hay nada que no puedas comprender”
Saludos
Carolus
http://www.elartedelaestrategia.com/
Primeramente felicidades por el post y por el blog que acabo de descubrir.
Estoy de acuerdo con la mayoría de lo aquí dicho, mas se habla mucho de “no entender” y de “no aguantar” y de “criticas mal encajadas”. Hay cosas obvias y otras que son pura conjetura pero ya puestos a conjeturar se me ocurren otras dos o tres como que simplemente esta cansado, que no ha tenido acceso a Internet en días o que, como suele pasar con algunas personalidades, programas y empresas, ni tan siquiera sea el el que esta al otro lado sino un señor/@ que le hace la criba y otro que le aconseja que contestar y que no. Lo lamento por el spoiler pero lo he visto en primera persona y se de que hablo.
Los M&Ms tienen un espacio en facebook y no creo que sean ellos los que contesten en persona. Se que hablo de personajes ficticios pero lo que tiene el anonimato de la red es que una foto real de alguien real no te asegura que su espíritu ni su personalidad la acompañen.
Pero claro solo conjeturo.
Un saludo cordial y felicidades de nuevo por el blog.