20N: 4 años difíciles para todos

21 de noviembre de 2011 a las 14:04h

Resultados electorales Congreso 20N

Compartía hace un rato en Twitter mis primeras conclusiones de los resultados electorales de este 20N. Conclusiones que quiero desarrollar por aquí, por enriquecer matices y justificar algunas de mis consideraciones.

El resultado, diputado más o menos, es ya ampliamente conocido. Al 99,99% del escrutino pinta como vemos en la imagen superior (pincha sobre ella). En pocas palabras, mayoría absoluta del Partido Popular (PP), debacle del PSOE, ascenso de los partidos minoritarios, desigual suerte para las opciones nacionalistas, aunque en general con mantenimiento o subidas, e incremento también del ‘voto de castigo’ (abstención y votos nulos y en blanco).

Mi principal conclusión es que nos esperan cuatro años difíciles para todos. Para los ganadores, para los que mejoran, para los perdedores y también para los escépticos. Cuatro años en lo que, como país, nos jugamos aspectos fundamentales en lo económico, pero también en lo social y en lo político.

Para los ganadores, porque si bien disponen de una mayoría más que holgada para acometer las reformas que estime oportunas, se les presenta un panorama de enorme dificultad. Por un lado, están obligados a intentar el máximo grado de consenso, fundamental para lograr la imagen de solidez que se demanda más allá de nuestras fronteras para tranquilizar a los ‘mercados’. Pero también para ejecutar los importantes ajustes que llevan en su agenda. Por otro, requerirá de enormes dosis de talento, conocimiento y eficacia para enmendar esta situación crítica sin desmantelar definitivamente el Estado del bienestar. Y, por último, devolver la confianza al ciudadano en la democracia y en la política, es decir: contundencia contra la corrupción, austeridad en el ejercicio de los cargos, vías efectivas de participación y decisión ciudadanas, reflexión sobre el sistema electoral…

Para los que mejoran, porque una vez repuestos del éxito deben demostrar en estos cuatro años que son dignos de la confianza depositada en ellos. Buena parte de los votos que han ido a parar a sus listas provienen del voto rebelde o desencantado del bipartidismo. Según los datos del escrutinio, en gran medida del PSOE. Y buscan en estas formaciones, sobre todo, la coherencia con los compromisos. Han de demostrar también que vale la pena apostar por opciones distintas a la popular y la socialista, que es realmente un ‘voto útil’, relevante y diferenciado. Difícil en un marco de mayoría absoluta, cierto, pero irrenunciable si se pretende revalidar o aumentar la confianza dentro de cuatro años.

Para los perdedores con mayúsculas, es decir el PSOE, la dureza de la próxima singladura es evidente. El anuncio de un congreso ordinario esta misma noche por parte de Rubalcaba marca la línea de lo que parece inevitable: una profunda reflexión y una profunda catarsis en busca de su lugar en el nuevo marco político español. En mi opinión, no son las políticas sociales las que le han pasado factura, sino el incomprensible descuido de aspectos clave como la estrategia macroeconómica. Del primero no se puede desprender porque, además de vitales y estratégicos en esta legislatura, forma parte del ADN de la organización, pero en los otros sí pueden marcar su apuesta. Un giro a la derecha, asumiendo los principios de la corriente ultraliberal y especulativa que azota el planeta, sería suicida. Para eso está ya el PP. Pero la izquierda también está colmada ya de siglas y propuestas, además de que ladearse excesivamente hacia posiciones que rocen el marxismo podría provocar la estampida de buena parte de sus apoyos más moderados. Difíicl situación también. Si el Partido Popular nació como federación de partidos de derecha, ¿cabría explorar la vía de una gran alianza de izquierdas?

Para los ‘indignados’ o escépticos, por utilizar expresiones que puedan situarnos, es decir los abstencionistas y los que votaron nulo o en blanco, tampoco parece que los próximos tiempos sean precisamente fáciles. En primer lugar, por la debilitación del movimiento del 15M, que ha estado prácticamente desaparecido precisamente en el momento en que más se podría visualizar, es decir este período vital para la política española. Segundo, porque un ‘voto de castigo’ está bien: primero, si se logra el objetivo (un crecimiento de 3 puntos con respecto a 2008 es significativo, pero no determinante); y segundo, porque puede resultar efectivo castigar mucho una vez, pero desde luego no lo es hacerlo poco toda la vida. Quizá reconducir toda esa rebeldía e inconformismo hacia algún tipo de organización capaz de clarificar y concretar las ideas y exigencias pueda ser una salida.

Y, por último, en el ámbito de los nacionalismos, el crecimiento de CiU o la irrupción de Amaiur, así como el sostenimiento de prácticamente el resto de formaciones revela que siguen contando con los mismos o más apoyos y que continúan siendo una realidad en el panorama de la política estatal española. Una realidad que el PP ha de tener también muy en cuenta en el ejercicio de su Gobierno si decide apostar por una legislatura más o menos equilibrada… y ‘pacífica’.

Resultados electorales Congreso 20N Canarias

En Canarias, la alianza coyuntural Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario-Nueva Canarias apenas si ha logrado mantener los resultados que en 2008 alcanzaron CC-PNC, perdiendo eso sí 30.000 votos (-2 puntos). Por separado, los resultados probablemente habrían sido bastante peores. Y ha sido precisamente la progresiva atomización, junto a la escasa regeneración, de la opción nacionalista la que ha ido mermando su proyección en los últimos años. Por lo que el mensaje parece claro: el futuro del nacionalismo canario pasa indefectible y urgentemente por el máximo grado unidad posible y por la renovación.

Cuatro años, pues, poco abonados para la contemplación, el partidismo, las trifulcas internas, la especulación o la indiferencia. La tarea que hay por delante es enorme, y los estandartes bajo los cuales se va a librar la batalla están meridianamente claros: ajustes vs servicios esenciales. Rajoy ha anunciado un gobierno con vocación de consenso y con el interés general por bandera. En un momento que podría parecer idóneo para un Gobierno de concentración no es una mala apuesta, pero tampoco extraordinaria. Habrá que ver si hay ‘talante’ para hacerla efectiva y qué margen real hay para alcanzar acuerdos.

Pero si son cuatro años difíciles para los partidos, no les quiero contar cómo serán para una ciudadanía que sufrirá, en definitiva, los efectos directos de cómo se resuelvan todas esas dificultades y de qué lado se inclinen las más que previsibles contiendas. Economía social vs economía especulativa.

En Twitter:

Conclusiones (1): a partir de mañana hay que seguir trabajando duro para superar juntos la crisis, si los ‘mercados’ nos lo permiten” (enlace)

Conclusiones (2): El PP logra 1 myoría absoluta ideal para acometer 1 programa d gobierno. Deberá administralo cn ‘talante’ y prudencia” (enlace)

Conclusiones (3): El PSOE precisa d 1 profundo replanteamiento. No puede perder carácter social, pero sí mejorar mucho n otros aspectos” (enlace)

Conclusiones (4): electorado se decanta cada vez más x opciones diferentes al bipartidismo.Aviso a navegantes.España, cada vez + plural” (enlace)

Conclusiones (5): aumentan abstención, votos en blanco y nulos.Este modo d hacer política desencanta cada vez + Regeneración democática” (enlace)

Conclusiones (6): En Canarias, el futuro del nacionalismo pasa inevitable y urgentemente por la unidad y la renovación” (enlace)

Sobre el autor
Manuel M. Almeida
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