
“He declarado 2008 el Año del Contenido Original y los invito a todos a secundar la lucha contra aquellos que se aprovechan de nuestros contenidos”.
De esta forma inicia Lorelle VanFossen la segunda entrada en The Blog Herald acerca de su propuesta de considerar 2009 el Año del Contenido Original, una propuesta que comparto, en parte, pero que creo debe ser matizada para no inducir a error ni a cazas de brujas que no vienen a cuento.
Lo primero que quiero dejar sentado es que soy un firme partidario del ‘contenido original’, por supuesto, y como he tenido ocasión de hacer hace apenas unos minutos, de la defensa del reconocimiento de las fuentes originales o intermediarias frente a aquellos que hacen uso de esos contenidos originales, en la mayor parte de las ocasiones sin siquiera citar ni enlazar, bien para apuntarse tantos inmerecidos, bien para lucrarse cosechando vía feeds lo mejor de lo que se publica en la Red, bien directamente para montar scams, spam blogs (splogs) o scraper blogs. No en vano, según apunta Lorelle, esta última rama de actividad generó unos beneficios de nada menos que3.200 millones de dólares (algo más de 2,5 millones de euros) en 2007, con países como Rusia, China, EEUU o Zimbaue a la cabeza.
Sin embargo, no podemos ni debemos confundir esta mala práctica, que entra en el terreno de lo delictivo en el último supuesto, con la sana costumbre de la referencia en la blogosfera: es decir, la originaria fórmula de ir anotando en tu blog aquellos enlaces y contenidos que te resultan de interés en tu navegación diaria, con comentarios personales o no, pero siempre, desde luego, dejando constancia de la fuente o vía. Creo necesario aclarar esto porque leo muy a menudo en la blogosfera críticas hacia esta actividad: tal blog sólo copia y pega, tal blog sólo traduce del inglés, tal blog esto y tal blog lo otro. Pero, amigos, ¡es que eso es un blog en esencia, un blog básico, la madre de todos los blogs!
Luego la cosa se ha expandido y enriquecido con todo tipo de propuestas y posibilidades, como no podía ser de otra forma en una herramienta tan útil y versátil como ésta, pero no podemos criticar ni perseguir a nadie por usarla según sus fundamentos originarios: un página web de anotaciones. Es una elección de cada cual. Y hay auténticas obras maestras en ese terreno que ya quisieran para sí muchos de los que apuestan por el ‘contenido original’ a toda costa. La simple selección puede llegar a resultar una forma muy original de presentar contenidos, aunque sea de terceros. La cuestión está en la intención y el resultado.
Al igual que con el P2P, debemos no sólo defender, sino incluso promover, la libre circulación de contenidos en la Red, sus copias y sus referencias, así sea con simples enlaces o reproducción exacta de nuestros posts. Pero, al igual, que con el P2P, también debemos exigir que eso se haga en aras de un afán ‘conversador’, de compartir y enriquecernos mutuamente, sin ánimo de lucro y, desde luego, en ningún caso con plataformas creadas exclusivamente para fusilar automáticamente contenidos de terceros para alcanzar un buen posicionamiento y rentabilizarlo sin ningún escrúpulo.
Es decir, no podemos estar continuamente hablando de cultura libre y luego poner barreras al uso ’social’ de nuestros contenidos. Y he visto más de un caso por ahí, especialmente en el ámbito anglosajón.
Por eso, si de lo que se trata es de luchar contra esa nueva forma de delincuencia y aprovechamiento lucrativo del ‘contenido original’, estoy completamente de acuerdo. Pero si de lo que se trata es de ponerle puertas al campo también a la ‘conversación’ y a la esencia originaria misma de los blogs… entonces no cuenten conmigo.
Imagen: Andrea Maria Dusl
Actualización (24 feb-10.59 h): aunque no comparto el titular (y creo que el autor tampoco), he aquí un interesante post relacionado, también comentado por Fernand0 y Sergio M. Mahugo.