El origen de los módems se remonta al ecuador del pasado siglo, en los inicios de la Guerra Fría, cuando las fuerzas aéreas de EEUU precisaron de un sistema de transmisión potente que fuese capaz de enviar cientos de mensajes de radar a los centros de control: la solución, una conexión telefónica capaz de convertir las señales digitales de los radares en analógicas y distribuirlas a través de la red (en la imagen superior, módem de 1958 de AT&T). Así, a pesar de que estos sistemas primitivos ya se encontraban presentes en el telégrafo y los teletipos desde los años veinte, iniciaban un nuevo periplo que los llevaría a un desarrollo sin precedentes.
Durante años, la compañía AT&T mantuvo el dominio sobre el negocio de los módems eléctricos, restringido a sectores específicos, pero no fue hasta 1962 cuando se lanzó el primer modulador-demodulador comercial. Fue desarrollado por los laboratorios Bell para AT&T y el modelo se denominó Bell 103 (imagen inferior), provisto de transmisión full-duplex, FSK y una velocidad de 300 bps, es decir capaz de enviar aproximadamente 30 caracteres por segundo.
Y aunque nada tienen que ver con los minúsculos artilugios inalámbricos de muy variados Mbps de hoy en día, lo cierto es que con estos artefactos del pasado siglo nacía el concepto contemporáneo de ‘módem’, y toda una revolución en las comunicaciones que colaboraría en el desarrollo de Internet.
NOTA: A pesar de que nuestra fuente le otorga al Bell 103 el honor de haber sido el primer módem comercial, en la Wikipedia en inglés se especifica que, en realidad fue el segundo, tras el lanzamiento del Bell 101 en 1958. No podemos confirmarlo, pero es muy posible que estemos hablando del que se observa en la imagen que encabeza el post, también de aquel año.
Fuente: Tech Radar | Vía: Slashdot