“A ver: el honor de las sociedades mercantiles existe, de acuerdo, pero ni es exactamente lo mismo que el de las personas, ni me parece que se amenace en modo alguno dicho honor por el hecho de acusar a alguien de ejercer un monopolio. Ser un monopolio, hasta donde yo sé, no constituye un insulto ni un deshonor (…) ¿La realidad? Promusicae está utilizando el derecho al honor para restringir la libertad de expresión e información. Simplemente, Promusicae quiere que me calle.”.
Enrique Dans informa hoy en su blog de una denuncia interpuesta por Promusicae contra su persona. Una denuncia cuyos fundamentos son más que cuestionables y que revive la ‘caza de brujas’ emprendida por las sociedades gestoras de derechos de autor hace unos años contra aquellos blogueros más críticos con sus actuaciones. El ‘caso Julio Alonso‘ es un paradigma de esa persecución (caso que, por cierto, debería ser revisado de inmediato a tenor de la reciente sentencia del Supremo en el ‘caso alasbarricadas.org’).
Por tanto, toda mi solidaridad y apoyo para Enrique en este ‘affaire’ que, aunque no presenta visos de llegar a ninguna parte, nuca resulta agradable. Pero, sobre todo, mi solidaridad y apoyo frente a lo que puede constituir un ataque contra la libertad de expresión.