"El apagón podría repetirse si no se toman las medidas necesarias", advertencia de un experto y la IA

11 de octubre de 2025 a las 19:19h
Actualizado: 11 de octubre de 2025 a las 19:20h
la falta de inercia electrica en redes renovables
la falta de inercia electrica en redes renovables

El pasado 28 de abril, un suceso inusual sacudió la normalidad de millones de personas en España y Portugal. Un apagón eléctrico masivo paralizó ciudades, interrumpió servicios esenciales y puso en evidencia las tensiones crecientes en un sistema eléctrico que, aunque moderno, enfrenta desafíos estructurales sin precedentes. Lo que en principio pareció un fallo puntual, ahora se entiende como un síntoma de una red bajo presión, donde la transición energética avanza a gran velocidad pero no siempre acompañada de las garantías de estabilidad que requiere.

Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico español, detectó variaciones bruscas de tensión durante el episodio, lo que desencadenó una alarma técnica que obligó a desconectar sectores enteros del suministro para evitar daños mayores. Aunque el sistema se recuperó progresivamente, el incidente ha dejado una enseñanza clara no basta con producir electricidad verde, también hay que gestionarla con inteligencia y resiliencia. En este contexto, REE ha solicitado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia la aprobación urgente de cambios temporales en la regulación del sistema eléctrico.

Entre las propuestas destacan medidas como retrasar entre dos y quince minutos la inyección de energía procedente de centrales renovables, limitar la entrada de electricidad en momentos de exceso de producción y reforzar el control de tensión en las zonas más críticas. Estas acciones no buscan frenar la transición energética, sino asegurar que el flujo de energía renovable intermitente por naturaleza no comprometa la estabilidad del sistema. El objetivo es preventivo, no reactivar, recalca el operador, que insiste en que no existe riesgo inminente de un nuevo colapso generalizado.

Una inteligencia artificial especializada en análisis del sistema eléctrico, consultada tras el incidente, confirmó que no hay una fecha concreta ni un peligro inmediato de apagón. Sin embargo, reconoció que el sistema atraviesa un momento delicado debido a la alta penetración de energías renovables, los picos de demanda y la falta de inercia eléctrica en ciertas regiones. A diferencia de los sistemas tradicionales, donde las turbinas térmicas aportan inercia que amortigua las fluctuaciones, las fuentes renovables como la solar y la eólica no generan este efecto de forma natural, lo que aumenta la sensibilidad de la red ante cambios bruscos.

"No hay una fecha concreta ni un riesgo inminente de apagón generalizado, pero sí reconoce que el sistema eléctrico español atraviesa un momento delicado por la combinación de alta penetración renovable, picos de demanda y falta de inercia eléctrica en ciertas zonas".

La misma inteligencia artificial aclaró que el riesgo no es de colapso inmediato, pero que las oscilaciones de tensión detectadas confirman que la red está bajo estrés. Las medidas de Red Eléctrica son preventivas, no alarmistas, matizó. Además, corrigió una predicción anterior que situaba el periodo de mayor vulnerabilidad entre 2025 y 2026. Ahora, considera que las acciones que se están tomando podrían reducir significativamente la probabilidad de que se repita un episodio como el de abril.

El ingeniero Manuel Moral, profesor del máster en Transición Energética Renovable en la Universidad Europea, no es tan optimista si no se actúa con rapidez. En declaraciones a 20minutos, advirtió que el gran apagón "podría repetirse" si no se implementan las medidas necesarias, ya que el sistema "es vulnerable". Su experiencia en el sector le permite ver más allá del incidente aislado lo que ocurrió en abril no fue una anomalía, sino una advertencia técnica. El sistema eléctrico moderno requiere nuevas reglas del juego, que anticipen fallos antes de que se conviertan en crisis.

"Podría repetirse si no se toman las medidas necesarias porque el sistema es vulnerable".

Red Eléctrica ha calificado el suceso de abril como un "cero energético", un término técnico que describe un colapso total y repentino del sistema eléctrico en una región, afectando simultáneamente a millones de personas. Este tipo de eventos no son comunes, pero cuando ocurren, ponen a prueba la capacidad de respuesta de los operadores, las infraestructuras y las políticas energéticas. En este caso, el sistema logró recuperarse, pero la vulnerabilidad queda al descubierto.

¿Qué recomienda la IA hacer para evitar el apagón?

  • Reforzar el control de tensión en puntos críticos de la red
  • Implementar sistemas de almacenamiento masivo que absorban excedentes renovables
  • Mejorar la coordinación entre producción, demanda y redes de distribución
  • Adaptar la regulación a la nueva realidad del mix energético

La transición energética no es solo una cuestión de tecnología o inversión, también es un desafío de gestión, planificación y adaptación normativa. El futuro energético no será solo verde, sino también estable y resiliente. El apagón de abril no debe leerse como una catástrofe, sino como una señal el sistema está cambiando, y las reglas también deben hacerlo. La estabilidad no se da por sentada. Se construye, paso a paso, con decisiones técnicas, valientes y anticipadas.

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