Defensa contra suplantación de voz o imagen con IA

22 de septiembre de 2025 a las 06:55h
suplantacion voz ia
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Hoy en día, la inteligencia artificial es capaz de crear voces e imágenes tan fieles que engañan hasta a los más atentos. Esta realidad, aunque tiene matices fascinantes, presenta grandes amenazas en el ámbito de la seguridad digital. Es un juego peligroso: por un lado, estas tecnologías impulsan la innovación, pero por otro, facilitan el fraude, las extorsiones y debilitan la confianza en las comunicaciones humanas. En este contexto, entender en qué consisten realmente las suplantaciones, así como qué recursos existen para detectarlas y qué leyes nos protegen, resulta mucho más relevante aún que conocer a fondo los detalles técnicos.

¿Cómo funcionan los ataques de suplantación con IA?

Detrás de estos ataques, que al fin y al cabo buscan burlar sistemas de autenticación empleando datos biométricos falsos, se esconde una maquinaria sorprendente. No es raro que oigamos hablar de ataques de presentación, donde la IA se disfraza usando una voz clonada o una imagen alterada, confundiendo así a las máquinas y a sus algoritmos. Curiosamente, cada día resulta más sencillo acceder a estas técnicas, que además no paran de perfeccionarse.

Técnicas para clonar una voz

La clonación de una voz, como si la IA fuese una especie de imitador profesional, utiliza modelos que aprenden a captar los detalles del lenguaje humano. Sorprendentemente, el proceso suele organizarse en dos fases, aunque pueden superponerse dependiendo de la tecnología:

  1. Síntesis de voz (Text-to-Speech): Herramientas como Tacotron 2 se especializan en transformar texto en sonidos, empleando redes neuronales y mecanismos parecidos a cómo nuestro oído alinea imágenes y palabras. Este paso define el sonido base.
  2. Generación de la onda de audio: Después, llega el turno del vocoder neural WaveNet o HiFi-GAN. Estas creaciones convierten la representación abstracta en audio que podríamos confundir fácilmente con una grabación real, y no suelen dejar escapar ni detalles como la entonación, el acento o el timbre propio de una persona.

La clonación de voz funciona como una especie de suplantación vocal: se toma una huella sonora, extraída de unas pocas frases grabadas, y se le enseña al modelo a copiarla. De esta forma, la máquina es capaz de hacer hablar a alguien sin que realmente haya pronunciado palabra.

Métodos para crear un deepfake de imagen

Algo similar ocurre con las imágenes y los vídeos generados artificialmente. Las famosas deepfakes no surgen de la nada: utilizan las denominadas Redes Generativas Antagónicas (GANs), que funcionan como si fueran dos artistas rivales intentando superarse mutuamente, perfeccionando su obra para que nadie distinga la copia del original. Al final, la batalla entre el generador y el discriminador consigue resultados sorprendentemente convincentes.

Cuando se quiere crear un deepfake facial, el procedimiento suele incluir varios pasos, aunque algunos procesos pueden solaparse:

  • Extracción y alineación: Primero se localizan los rostros tanto en el vídeo fuente como en el de destino, ajustando la posición para que el intercambio funcione.
  • Entrenamiento: Con miles de imágenes, herramientas como DeepFaceLab enseñan al sistema cómo adaptar expresiones y rasgos.
  • Conversión: La magia ocurre al reemplazar, cuadro por cuadro, la cara en el vídeo, logrando que parezca auténticamente natural.
  • Posprocesado: Finalmente se pulen los detalles, ajustando el color y la luz mediante técnicas de mezcla para que el resultado no se note falso a simple vista.

¿Cómo puedo detectar una voz o imagen falsa?

En este terreno, la diferencia entre lo real y lo falso se vuelve cada vez más sutil.

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Detectar voz falsa

Y esto complica, pero no imposibilita, la detección de fraudes. De hecho, aunque los trucos digitales mejoran, la IA y los especialistas en ciberseguridad descubren constantemente pequeños errores o artefactos que delatan a estas imitaciones.

Señales de alerta en audios sintéticos

Descubrir si una voz es genuina deja de ser solo cuestión de oído: la clave está en examinar las anomalías acústicas que, por ahora, los sistemas de IA no logran reproducir del todo bien. Iniciativas como ASVspoof han impulsado herramientas capaces de detectar:

  • Anomalías espectrales: Mediante el análisis de frecuencias, por ejemplo con MFCC o CQCC, se identifican patrones extraños que surgen en voces generadas.
  • Falta de naturalidad: Las pequeñas pausas, respiraciones o sonidos de fondo típicos de los humanos suelen faltar o sonar antinaturales en los audios sintéticos.
  • Patrones repetitivos: De vez en cuando, ciertos modelos introducen repeticiones que, con buen oído, terminan por evidenciar el engaño.

Indicios de manipulación en imágenes y vídeos

Detectar deepfakes visuales es un desafío cada vez mayor, pero no imposible. Los analistas y modelos de detección "forense" buscan inconsistencias visuales donde la IA, a veces sin darse cuenta, deja pistas reveladoras que pueden escapar al ojo distraído.

¿Qué artefactos visuales delatan un deepfake?

En este contexto, algunos de los síntomas más útiles de una manipulación digital son:

  • Bordes borrosos o extraños: La zona entre la cara recreada y el resto del cuerpo puede presentar desenfoques, cortes poco naturales o detalles que fallan en el encaje.
  • Parpadeo no natural: Todavía hay modelos que no logran imitar adecuadamente las acciones involuntarias como el parpadeo, haciendo que los personajes parezcan muñecos animados.
  • Inconsistencias en la iluminación: Las sombras y reflejos pueden delatar el montaje, si parecen desincronizados respecto a la luz real de la escena.
  • Asimetrías o deformaciones: Movimientos de la boca o los ojos provocan a menudo distorsiones poco creíbles o zonas pixeladas, especialmente al detener el vídeo.

Además, herramientas desarrolladas como MesoNet se han creado directamente para detectar estos detalles medios y distinguir lo genuino de la falsificación mediante el reconocimiento visual automatizado.

¿Qué herramientas existen para protegerse?

Actualmente, el abanico de soluciones contra la suplantación digital es amplio, pero no igual de eficaz en todos los casos. Hay programas de código abierto y productos comerciales que ofrecen análisis avanzados tanto para reconocer voces auténticas como para identificar falsificaciones, aunque a menudo requieren la intervención del usuario o de un especialista para afinar su funcionamiento.

Herramienta / Empresa Enfoque Principal Capacidades Anti-Spoofing
Resemblyzer Se orienta a extraer "embeddings" de voz para tareas de verificación e identificación de hablantes. No posee de fábrica módulos anti-spoofing; los desarrolladores deben complementarlo para esa función.
Herta Security Especialista en biometría facial para seguridad, marketing y control de accesos. La información pública no detalla cómo manejan la anti-suplantación. Conviene contactar directamente si interesa este aspecto.
Sensity.ai (Deeptrace) Detecta deepfakes y falsificaciones digitales en vídeo, audio e imagen. El corazón de su servicio es la detección anti-deepfake, aunque los detalles técnicos específicos son propiedad exclusiva de la compañía.

¿Qué protección legal existe en España y la UE?

El entorno legal en España y la Unión Europea ha empezado a tomar cartas en el asunto y, si bien el reto es complejo, ya existen leyes específicas diseñadas para proteger nuestros datos biométricos, sean imágenes o voces, de los usos malintencionados de la inteligencia artificial.

nivel legal proteccion
Protección a nivel legal 
  • Reglamento General de Protección de Datos (RGPD): Califica la voz y la imagen como datos biométricos sensibles, y exige consentimiento explícito y una protección reforzada para su uso.
  • Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPDGDD): Refuerza, en el contexto español, las obligaciones del RGPD, dándole incluso más importancia si cabe a la transparencia y la seguridad.
  • AI Act (Reglamento de IA de la UE): Esta regulación propone que los deepfakes y otros contenidos generados artificialmente adviertan claramente su origen, además de restringir usos peligrosos de la IA.
  • Digital Services Act (DSA): Obliga a plataformas digitales a vigilar, detectar y reducir la circulación de contenido manipulado como los deepfakes.

Por si fuera poco, España y la UE han desarrollado marcos adicionales como eIDAS, que promueve la identificación electrónica segura, y la normativa NIS2, enfocada en fortalecer la ciberseguridad general. Estos esfuerzos muestran cómo las instituciones europeas han decidido tomarse muy en serio la defensa contra el fraude digital.

Está claro que todavía existen enormes desafíos. Combatir la suplantación por IA no se resuelve con una sola herramienta ni con una ley. Es bastante crucial avanzar tanto en tecnología como en legislación, pero sobre todo promover la educación y la conciencia crítica de los ciudadanos. Solo así la sociedad alcanzará la madurez digital necesaria para identificar trucos y engaños.

En resumen, defenderse frente a la suplantación de voz e imagen no es únicamente una misión tecnológica. Si queremos mantener la confianza y la autenticidad online, desarrolladores, legisladores, empresas y ciudadanos tienen que trabajar juntos, construyendo no solo barreras digitales sino una cultura de escepticismo informado. La mejor estrategia siempre será sumar buenas herramientas, una regulación clara y una ciudadanía preparada.

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