Desde 2022, Google Cloud vende TPUs a empresas como Anthropic, y ahora apunta más alto

29 de diciembre de 2025 a las 15:35h
Desde 2022, Google Cloud vende TPUs a empresas como Anthropic, y ahora apunta más alto
Desde 2022, Google Cloud vende TPUs a empresas como Anthropic, y ahora apunta más alto

En el mundo de la inteligencia artificial, los chips que procesan algoritmos no son solo circuitos. Son poder. Y hasta ahora, ese poder ha tenido un nombre claro NVIDIA. Con sus GPUs y su plataforma CUDA, la compañía estadounidense ha dominado el campo como si fuera un imperio tecnológico. Pero en los laboratorios de Google, algo está cambiando. Un proyecto interno llamado TorchTPU podría alterar el equilibrio de fuerzas.

El rey y sus desafiantes

Imagina una carrera donde todos los corredores usan el mismo tipo de zapatillas. Así es hoy la IA. La mayoría de los modelos avanzados corren sobre GPUs de NVIDIA, gracias a CUDA, una plataforma que actúa como el traductor perfecto entre el software y el hardware. Es tan eficiente que, incluso cuando otros fabricantes tienen chips técnicamente potentes, como AMD, sus alternativas no logran igualarla. CUDA no es solo software. Es un ecosistema, una lengua franca. Y por eso, NVIDIA se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo por capitalización bursátil.

Pero no todos están dispuestos a depender de un solo proveedor. Google, por ejemplo, lleva años desarrollando sus propias unidades de procesamiento de tensor, las famosas TPUs. Son chips diseñados específicamente para acelerar cálculos de IA, y han sido clave en avances como AlphaGo o los modelos de lenguaje de DeepMind. El problema es que hasta ahora, las TPUs están optimizadas para JAX, una herramienta creada internamente en Google. Y el resto del mundo, en gran medida, prefiere PyTorch.

Un matrimonio inesperado Google y Meta

PyTorch no es cualquier cosa. Es la biblioteca de código abierto que domina la investigación en IA, especialmente en universidades y laboratorios. Y fue creada por Meta, la empresa de Facebook. Ahora, fuentes cercanas al proyecto TorchTPU revelan que Google y Meta están trabajando juntas para hacer compatible PyTorch con las TPUs. Es una alianza estratégica que suena a contradicción dos gigantes tecnológicos, a menudo rivales, uniendo fuerzas contra un tercero.

Para Meta, la apuesta tiene sentido. Entrenar modelos de IA cuesta millones en infraestructura. Si las TPUs de Google pueden ofrecer rendimiento similar al de las GPUs de NVIDIA, pero a menor costo, entonces hay margen para ahorrar. Para Google, la jugada es aún más ambiciosa abrir su hardware a la comunidad que más importa.

"este tipo de iniciativa proporcionaría a los clientes la capacidad de elegir" - portavoz de Google Cloud

Detrás de esa frase, aparentemente neutral, hay una declaración de intenciones. Google no quiere solo vender más TPUs. Quiere crear un ecosistema alternativo al de NVIDIA, donde sus chips dejen de ser una opción de nicho para convertirse en una alternativa real.

El juego de las alianzas y los clones

Y no están solos. En China, empresas como Huawei y otros actores del sector de la IA están desarrollando sus propios sistemas para escapar de la dependencia de CUDA. Es una carrera global por la soberanía tecnológica. Si Estados Unidos domina con NVIDIA, China responde con innovación local. Y mientras tanto, AMD sigue intentando colarse en la partida con hardware competitivo, aunque todavía no logra que su software brille como CUDA.

La verdadera batalla ya no es solo por los mejores chips, sino por el control del software que los hace útiles. Un chip sin buen software es como un coche sin carretera. Y TorchTPU podría convertirse en una autopista paralela a CUDA.

Desde 2022, Google Cloud gestiona la comercialización de las TPUs, y ya cuenta con clientes externos como Anthropic, una empresa de IA alineada con valores de seguridad. Las TPUs dejaron de ser solo un experimento interno para convertirse en un motor de ingresos y, ahora, en un arma estratégica.

¿Qué cambia para el resto del mundo?

El usuario promedio no sabe qué es una TPU ni qué hace PyTorch. Pero cuando pide a un asistente virtual que escriba un correo, cuando una app traduce un mensaje al instante o cuando un modelo genera una imagen a partir de palabras, detrás hay cálculos masivos que dependen de este hardware especializado.

Si TorchTPU tiene éxito, podría hacer que la IA sea más accesible, más diversa y menos dependiente de un solo proveedor. Y eso, en un mundo donde la inteligencia artificial está redefiniendo industrias, educación y comunicación, no es un pequeño cambio técnico. Es una transformación silenciosa.

La historia de la tecnología está llena de momentos en los que un estándar dominante se tambaleó no por un salto tecnológico, sino por una decisión estratégica. TorchTPU podría ser uno de esos momentos. No será una revolución ruidosa. Será un fuego lento, alimentado por líneas de código y alianzas silenciosas, que tal vez, dentro de unos años, haya cambiado todo sin que nadie lo notara. Hasta que, de pronto, lo notemos.

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