En 2025, buscar en Google ya no da definiciones, sino un "resumen de mierda generado por IA"

Jessa Lingel, académica y autora de The Gentrification of the Internet How to Reclaim Our Digital Freedom, ya advirtió a principios de esta década que el problema no era solo quién estaba en línea, sino qué tipo de contenido dominaba la red.

30 de octubre de 2025 a las 11:25h
internet sera mucho mas propensa a estar sesgada
internet sera mucho mas propensa a estar sesgada

En 2025, internet ya no se parece a lo que fue. Lo que antes era un espacio de exploración, debate y descubrimiento personal se ha convertido en una corriente infinita de clips breves, imágenes artificiales y contenidos que parecen diseñados para nadie en concreto y para todos a la vez. La red, que alguna vez prometió democratizar la información y ampliar nuestras voces, ahora nos enfrenta a una paradoja estamos más conectados que nunca, pero lo que consumimos es cada vez más impersonal, homogéneo y, en muchos casos, completamente inútil.

Jessa Lingel, académica y autora de The Gentrification of the Internet How to Reclaim Our Digital Freedom, ya advirtió a principios de esta década que el problema no era solo quién estaba en línea, sino qué tipo de contenido dominaba la red. Su análisis señalaba cómo las plataformas tecnológicas, gobernadas por una lógica mercantil extrema, estaban desplazando espacios comunitarios, foros de debate y expresiones culturales auténticas en favor de algoritmos que priorizan el tiempo de pantalla sobre el sentido. Según Lingel, la ética de las grandes tecnológicas ha empobrecido radicalmente nuestra experiencia digital.

"En esta era no solo el quién está online ha cambiado, la clave está en el qué está online. Internet será mucho más propensa a estar sesgada, a restarnos poder, o, simplemente, será aburrida y simple" - 

Jessa Lingel

Este deterioro de la calidad digital tiene ahora un nombre popular enshittificación. Término acuñado por el escritor y activista Cory Doctorow, describe cómo las plataformas digitales, tras atraer usuarios con servicios útiles y gratuitos, paulatinamente los deterioran para maximizar beneficios. Primero se vacían de funcionalidad, luego se saturan de publicidad, y finalmente se convierten en canales de contenido basura que solo sirven para alimentar al sistema económico de la plataforma.

El ejemplo más cercano lo vivimos todos los días. En octubre de 2025, una usuaria identificada como liz🫧 escribió en X que buscar una palabra en Google ya no muestra definiciones claras, sinónimos, etimología o pronunciación, sino una "resumen de mierda generado por IA" que no aporta nada. Su frustración resonó "THIS IS ENSHITTIFICATION!". Y tenía razón. Lo que antes era una herramienta de aprendizaje se ha transformado en una caja negra de contenido sintético, confuso y poco confiable.

Este fenómeno no se limita a los buscadores. Las redes sociales han seguido una trayectoria similar. Derek Thompson, en su newsletter Everything is television, reveló que más del 80 por ciento del tiempo que las personas pasan en Instagram y Facebook se dedica a ver videos, especialmente reels, la mayoría producidos por cuentas ajenas a sus círculos personales. Solo el 7 por ciento del contenido que vemos proviene de amigos. La red social ya no conecta, sino que entretiene de forma pasiva, como una televisión sin control remoto.

"Abrir las redes es pasarse el día en una teletienda esquizofrénica" - 

Derek Thompson

Y ahora, la situación empeora. En septiembre de 2025, Sam McAllister anunciaba con ironía en X el lanzamiento de Slop, una "trough" de contenido basura para todos. El término slop –que en inglés significa alimento de baja calidad, desperdicio– ha sido adoptado para describir los clips generados masivamente por inteligencia artificial. Videos de cocina, noticias falsas, tutoriales sin sentido, y hasta discursos políticos falsos circulan como si fueran reales. Un video de Donald Trump hablando sobre Gaza, generado por IA, se volvió viral y generó confusión y debate, a pesar de no tener ninguna base real.

Meta ha lanzado Vibes y OpenAI ha presentado Sora, ambas plataformas centradas en la creación y difusión de reels generados por inteligencia artificial. No se trata ya de compartir momentos, sino de alimentar máquinas con más datos para que produzcan más contenido basura, en un bucle infinito. La tendencia video first domina incluso los podcasts, que ahora priorizan generar clips breves para redes en lugar de ofrecer conversaciones profundas.

El contenido basura, la censura silenciosa de las redes

La inundación de contenido basura no es solo un problema de calidad. Es un mecanismo de censura encubierta. Al saturar los flujos informativos con material irrelevante o sintético, se hunden las voces auténticas, los debates necesarios y las expresiones culturales minoritarias. No se prohíbe hablar, simplemente se hace invisible. La inundación de vídeos basura es una forma de censura.

Internet fue diseñado para amplificar la diversidad. Hoy, sin embargo, está siendo moldeado por intereses económicos que favorecen la uniformidad, la repetición y la manipulación. Recuperar su potencial requiere no solo entender estos mecanismos, sino también resistirlos. Elegir lo lento frente a lo instantáneo, lo auténtico frente a lo sintético, lo humano frente a la máquina. Porque al final, no se trata de rechazar la tecnología, sino de recordar para qué fue creada para servirnos, no para dominarnos.

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