"Espero que Nintendo no nos demande" Sam Altman, Open IA

07 de octubre de 2025 a las 06:55h
sam altman espero que nintendo no nos demande
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El mundo de la inteligencia artificial acaba de dar un paso más allá con el lanzamiento de Sora, la nueva aplicación de OpenAI para generar videos cortos mediante IA. Disponible desde principios de octubre de 2025 exclusivamente en dispositivos iOS y bajo invitación, la app irrumpió con fuerza en la App Store de Apple, posicionándose como la más descargada en cuestión de días. Esta rápida adopción revela no solo el entusiasmo del público por herramientas creativas impulsadas por inteligencia artificial, sino también el complejo debate legal y ético que estas tecnologías están reabriendo.

Desde su estreno, los usuarios han comenzado a crear videos que incluyen personajes icónicos de marcas como SpongeBob SquarePants, Rick and Morty, South Park, Despicable Me, Pokémon y The Simpsons. Incluso han aparecido logos corporativos como el de Starbucks o figuras como Ronald McDonald. En uno de los clips más comentados, el CEO de OpenAI, Sam Altman, aparece junto a varios Pokémon, mientras comenta con tono jocoso "Espero que Nintendo no nos demande".

"Espero que Nintendo no nos demande" - Sam Altman

Esta frase, aparentemente casual, encapsula una preocupación muy real. Expertos legales advierten que muchos de estos contenidos podrían estar violando derechos de autor. Mark Lemley, profesor de la Stanford Law School, fue directo al señalar que la generación de videos con personajes protegidos entra en terreno de infracción. OpenAI se expone a una gran cantidad de demandas por copyright al permitir este tipo de contenido, afirmó Lemley, subrayando el riesgo que implica no tener barreras claras desde el inicio.

El contexto legal no es nuevo. Empresas como Disney y Universal ya han iniciado acciones legales contra otras plataformas de IA, como Midjourney, por el uso no autorizado de sus personajes. Además, Disney envió recientemente una carta de cese y desista a Character.AI, evidenciando que los titulares de derechos están dispuestos a defender sus propiedades intelectuales con firmeza. Este escenario coloca a OpenAI en una posición delicada, pese a las medidas que asegura haber implementado.

Varun Shetty, responsable de alianzas mediáticas en OpenAI, explicó que la intención es permitir que las personas exploren mundos y personajes que aman, profundizando sus conexiones creativas con amigos y seguidores. La empresa se compromete a colaborar con los titulares de derechos para bloquear personajes a petición y atender solicitudes de eliminación. Los usuarios pueden reportar contenido mediante el formulario de disputas de copyright o directamente desde la app, incluso por personaje específico.

Según informó el Wall Street Journal, antes del lanzamiento OpenAI ofreció a algunas agencias y estudios la posibilidad de excluir su material protegido de la plataforma. Sin embargo, esta estrategia no ha convencido a todos los expertos. Jason Bloom, socio principal del área de litigios de propiedad intelectual en Haynes Boone, criticó el enfoque "No puedes simplemente anunciar al público que vas a usar el trabajo de todos, a menos que te digan lo contrario. Así no funciona el copyright".

"No se puede simplemente publicar un aviso diciendo que vamos a usar las obras de todos, a menos que nos digan lo contrario. Así no funcionan los derechos de autor" - Jason Bloom

OpenAI defiende su postura afirmando que ha incorporado controles para proteger la imagen personal de individuos, incluidas figuras públicas, y que se requiere permiso explícito para generar videos con su apariencia. Además, Sam Altman anunció en una publicación de blog que próximamente se implementarán controles más detallados para los titulares de derechos. Su objetivo, según expresó, es ofrecer a todos las mismas condiciones y permitir que cada titular decida cómo proceder. Queremos que la oferta sea tan atractiva que muchas personas deseen participar, señaló.

Mientras tanto, grandes compañías como McDonald"s han declinado hacer comentarios sobre su posible respuesta a estos usos no autorizados, y otras empresas aún no han respondido a las solicitudes de información. Este silencio no significa indiferencia, sino quizás una estrategia legal en curso. Lo que está claro es que Sora no es solo una nueva app de entretenimiento, sino un punto de inflexión en la discusión sobre creatividad, propiedad y la frontera ética de la IA.

Un complicado futuro de creación compartida o de batalla legal for ever

La llegada de Sora plantea una pregunta fundamental ¿hasta dónde puede llegar la libertad creativa en un entorno digital donde los límites del derecho de autor se difuminan? La tecnología permite a cualquiera convertirse en creador de historias visuales complejas, pero también abre la puerta a conflictos de propiedad que podrían definir el futuro del contenido generado por IA. La innovación no está en dudar, pero la responsabilidad sí debe acompañarla.

El equilibrio entre el impulso creativo y la protección legal será clave. OpenAI apuesta por la colaboración, pero el éxito de ese modelo dependerá de su capacidad para construir puentes con los creadores originales, no solo con los nuevos usuarios de IA. Mientras tanto, los tribunales y la opinión pública tendrán la última palabra sobre qué tipo de futuro queremos para la imaginación digital.

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