Microsoft ya usa millones de agentes de IA internamente: la era post-empleado humano ha empezado

Lo curioso es que no estamos hablando de robots con brazos ni de interfaces futuristas. Estamos hablando de líneas de código que actúan por sí solas, que toman decisiones basadas en lo que aprenden.

21 de noviembre de 2025 a las 06:55h
Microsoft ya usa millones de agentes de IA internamente
Microsoft ya usa millones de agentes de IA internamente

Imagina una oficina donde, además de las personas, hay medio millón de empleados invisibles. No tienen cara ni sueldo, pero trabajan sin parar. Revisan correos, organizan reuniones, analizan datos, toman decisiones. Estos empleados son agentes de inteligencia artificial, y están llegando a nuestras empresas con una velocidad que ya no admite debates. Microsoft lo sabe, y por eso acaba de dar un paso clave presentar Agent 365 en su programa de acceso anticipado, una herramienta para gestionar este nuevo ecosistema digital.

Lo curioso es que no estamos hablando de robots con brazos ni de interfaces futuristas. Estamos hablando de líneas de código que actúan por sí solas, que toman decisiones basadas en lo que aprenden. Y cuando hablamos de millones de agentes circulando por dentro de una empresa, surge una pregunta incómoda ¿quién vigila a los vigilantes?

Charles Lamanna, presidente de negocios e industria de Copilot, lo tiene claro. Las herramientas que utilizamos para gestionar personas, dispositivos y aplicaciones hoy en día, querríamos ampliarlas para gestionar agentes también en el futuro. Es una extensión lógica. Primero llegaron los ordenadores, luego internet, después las aplicaciones en la nube. Ahora toca gestionar a los pequeños asistentes digitales que no duermen, no se cansan, pero que tampoco entienden el concepto de ética si no se lo enseñamos.

"Resistirse a habilitar agentes es algo así como resistirse a dar acceso a internet o al PC a los empleados" - Charles Lamanna

La metáfora es poderosa. No hace tanto, hubo empresas que temieron que internet fuera una distracción, una amenaza. Hoy es vital. Lo mismo ocurrirá con los agentes. Lamanna estima que en una empresa con cien mil empleados, podrían convivir entre medio millón y un millón de agentes. Y no es ciencia ficción Microsoft utiliza internamente millones de agentes. Ya están aquí, operando en las sombras, haciendo que las máquinas respondan más rápido, que los informes se generen solos, que los errores se detecten antes.

Pero con tanta actividad autónoma, surge el desafío del control. ¿Cómo sabes qué está haciendo cada agente? ¿Quién tiene permiso para acceder a qué datos? Aquí entra en juego la función principal de Agent 365 mantener un registro de todos los agentes activos de una organización en un solo lugar. Cada uno con su número de identificación, su historial, su propósito. Es como el DNI de los trabajadores digitales.

Y no se trata solo de llevar una lista. La herramienta permite cambiar configuraciones, ajustar permisos, limitar accesos. Porque no todos los agentes deben poder leer contratos confidenciales o interactuar con sistemas financieros. Es una especie de supervisión inteligente, un pulso constante entre autonomía y seguridad.

Y es que los riesgos existen. Uno de los más preocupantes es el llamado ataque de inyección puntual, en el que un mensaje aparentemente inofensivo contiene una instrucción oculta que puede tomar el control de un agente o manipular sus respuestas. Es como si, en una conversación normal, alguien colara una palabra clave que activara un comportamiento no deseado. El agente, programado para obedecer, lo ejecuta sin cuestionarlo.

"A medida que los datos fluyen entre personas, agentes y aplicaciones, permanecen protegidos" - Charles Lamanna

Esto no es solo tecnología. Es cultura organizacional. Es entender que la productividad del futuro no dependerá solo de cuántas horas trabajamos, sino de cómo gestionamos a nuestros colegas invisibles. Y aunque suene a ciencia ficción, lo cierto es que estamos más cerca de lo que pensamos. 2025 será el año de los agentes. 2026 será aún más de agentes, anunció Lamanna en el evento Microsoft Ignite 2025, el escenario donde también se presentaron nuevas herramientas como Work IQ y Fabric IQ.

Quizá lo más fascinante no sea la tecnología en sí, sino la transformación silenciosa que implica. No estamos solo automatizando tareas. Estamos creando una nueva capa de trabajo, una especie de ecología digital donde humanos y agentes conviven, se complementan, se vigilan. Y como en cualquier ecosistema, el equilibrio será clave. Porque si no gestionamos bien a estos empleados digitales, podrían convertirse en fantasmas en la máquina, trabajando sin rumbo, o peor, sin control.

Sobre el autor
Redacción
Ver biografía