Parámetros, tokens y coste de la IA ,y cómo se relacionan entre si

Es frecuente caer en el error de pensar que un modelo más grande siempre implica gastos más altos. Más bien, el coste total dependerá de la cantidad de tokens utilizados en la tarea específica.

12 de septiembre de 2025 a las 08:05h
parametros tokens ia
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Entender el funcionamiento de los modelos de inteligencia artificial puede parecer, al principio, como intentar descifrar el funcionamiento interno de un reloj sin abrirlo. Sin embargo, familiarizarse con conceptos aparentemente técnicos como parámetros, tokens y tarifas trae consigo el control sobre el rendimiento y el gasto de esta tecnología. Estos elementos, lejos de ser solo términos abstractos, forman la columna vertebral sobre la que se apoya la potencia de una IA y el coste asociado a su uso. Aprender a manejar la relación entre ellos es esencial para quienes buscan que una IA sea más aliada que misterio incontrolable, facilitando que desarrolladores o empresas conviertan algo complicado en una herramienta tan predecible como el funcionamiento de una calculadora.

¿Qué son los parámetros y cómo afectan al rendimiento de la IA?

Imagina que los parámetros de un modelo como GPT-5 son la memoria llena de experiencias y reglas impulsadas por números que utiliza para dialogar, traducir o responder preguntas. Estos valores, a los que la inteligencia artificial ajusta continuamente llamados pesos y sesgos, son básicamente la esencia de lo aprendido por la IA, guardados como si fueran anotaciones invisibles que guían su razonamiento. Cada vez que un texto se procesa, estos parámetros filtran la información y le dan forma, lo que abre la puerta a respuestas útiles y detalladas.

  • Capas de embedding: Convertir palabras o fragmentos de texto en números es, diríamos, el primer paso para que la IA pueda "entender" el mensaje recibido. Funciona como si se tradujera el idioma de los humanos al de las máquinas.
  • Redes neuronales de avance: Cuando la IA ya tiene estos números en la mano, utiliza una especie de “circuito de pensamiento” que refuerza y añade capas de interpretación, logrando una profundidad muy útil en la comprensión del lenguaje.
  • Capas de atención multi-cabeza: Aquí, el modelo examina cada parte del mensaje con diferentes "ojos", decidiendo a qué darle prioridad, como si un equipo debatiera cuáles son los detalles cruciales.

Por lo general, cuantos más parámetros tiene un modelo, mejor capta los matices del idioma. Al comparar pequeños y grandes modelos, como el pequeñísimo de 125 millones de parámetros frente al imponente GPT-5 y sus 300 mil millones, aunque OpenAI no ha confirmado públicamente el número exacto de parámetros, vemos un crecimiento notable en la calidad de las respuestas. Ahora bien, esta idea sigue una llamada “ley de escala”: el aumento no es siempre en línea recta. Si la IA crece mucho en parámetros pero no en datos de entrenamiento, su inteligencia se estanca. Por tanto, para que un modelo llegue a ser verdaderamente destacable, necesita un equilibrio entre tamaño y aprendizaje.

Esto convierte la cantidad de parámetros en una especie de termómetro para evaluar cuán compleja y efectiva puede llegar a ser una IA en tareas que requieren astucia lingüística.

¿Qué es un token y cómo calcula la IA el uso del texto?

En este mundillo de la inteligencia artificial, el token no es una simple palabra ni un concepto tan vago como parece. En realidad, representa esos trocitos de texto, ya sea una palabra suelta, un prefijo, puntuación o una sílaba, en los que el modelo descompone la interacción. Así, la IA puede gestionar frases largas o cortas casi con la misma facilidad que alguien organizando piezas de lego desordenadas.

OpenAI utiliza el método Byte Pair Encoding (BPE) para dividir los textos y encontrar combinaciones de letras que ocurren repetidamente, armando una especie de rompecabezas textual. Por ejemplo, la palabra "inteligencia" a veces se partirá como "int", "eligencia". Esto hace que la IA pueda lidiar con idiomas diferentes, palabras nunca antes vistas u oraciones muy largas.

  • Optimizar el procesamiento: El vocabulario total que la IA tiene que entender se reduce, haciendo que los cálculos sean menos costosos.
  • Manejar palabras desconocidas: Si la IA nunca ha visto una palabra, puede aun así entenderla si los tokens ya le son familiares.
  • Procesar idiomas complejos: Idiomas que usan combinaciones largas o muchos caracteres, como el alemán o el chino, son más accesibles para el modelo.

Quizás lo más relevante para un usuario práctico es que cada vez que se manda un texto a la API de IA, se cuentan los tokens tanto en el envío (input) como en la respuesta (output). Este conteo determina el coste de cada petición, además de establecer cuánta información puede procesar la IA sin quedar “saturada”. Por ejemplo, si la ventana de contexto es de 4.096 tokens, ese es el máximo texto que puede leer y contestar eficazmente en una sola ronda.

tokens ia
Tokens IA

Para quienes buscan precisión milimétrica, OpenAI ofrece una herramienta llamada tiktoken, utilizada para anticipar cuántos tokens representa un texto antes de enviarlo. Eso ayuda, y mucho, a ajustar los mensajes y a evitar sobrepasar límites o gastar de más en cada consulta.

¿Cómo se calcula el coste real de usar una API de IA?

En este terreno, el gasto se calcula de forma transparente: el coste total depende de los tokens procesados. Nada de fórmulas misteriosas. El modelo suma los tokens de entrada y salida y la tarifa se expresa, principalmente, por cada 1.000 tokens procesados, lo que simplifica mucho la planificación de gastos y evita sorpresas desagradables.

La estructura de precios por cada 1.000 tokens

No todos los modelos piden lo mismo por su trabajo, y está bastante claro que prestar un servicio rápido y básico cuesta menos que pedir ayuda a una IA poderosa. De hecho, los modelos sofisticados como GPT-4 cobran más caro por cada token, ya sea por entrada o por la generación de texto. Y, como ocurre a menudo, producir algo original (output) requiere más recursos computacionales y, por tanto, encarece el resultado frente a solo leer y procesar lo recibido (input).

Así, quienes planean operaciones grandes deben tener en mente que estas diferencias afectan el presupuesto de forma directa, y es crucial calcular entrada y salida por separado si uno quiere evitar errores al estimar el coste.

Tarifas de los modelos más populares

Los precios no se quedan quietos, y OpenAI, como buen encargado de actualizar tarifas, ofrece una tabla clara y accesible de referencia que aquí te resumo (aunque siempre es mejor consultar la oficial por si acaso han cambiado algo desde la última vez):

Modelo Coste por 1.000 tokens (Entrada) Coste por 1.000 tokens (Salida)
GPT-3.5-turbo ~$0.0015 ~$0.002
GPT-4-turbo ~$0.01 ~$0.03
GPT-4 (estándar) ~$0.03 ~$0.06
GPT-4-32k ~$0.06 ~$0.12
GPT-5 ~$1.25 ~$10.00
Gemini 2.5 Pro Hasta ~200k tokens: ~$1.25
Más de ~200k tokens: ~$2.50
Hasta ~200k tokens: ~$10.00
Más de ~200k tokens: ~$15.00

Estos valores son estimaciones y pueden fluctuar. Las tarifas cambian con cada modelo nuevo.

Comparativa de costes en modelos clásicos

Antes de la era turbo, OpenAI ya tenía una galería de modelos que seguía una lógica ascendente de precio y capacidad.

medicion tokens
Medición de tokens en los LLM

Muchos han sido superados o descontinuados, pero su esquema clarifica cómo sopesar precio y beneficio:

  1. Ada: Rápido y baratísimo. Perfecto para tareas sencillas tipo filtrar listas o extraer frases en grandes volúmenes. Coste aproximado: 0,0004 USD por 1.000 tokens.
  2. Babbage: Más competente que Ada, apropiado para búsquedas básicas.
  3. Curie: Sorprendentemente equilibrado; recomendado para asistentes conversacionales o tareas de resumen. Solía costar 0,0020 USD por 1.000 tokens.
  4. Davinci: El rey de la generación anterior, óptimo para creaciones complejas, generación de código o textos creativos. Precio: alrededor de 0,0200 USD por cada 1.000 tokens.

¿Cuándo deberías usar un modelo más económico como Ada o uno más potente como Davinci?

Ciertamente, todo depende de para qué lo vayas a usar. Si tienes un millón de mensajes por revisar para buscar palabras, Ada será tu opción ideal porque es barato y suficiente. Pero si tu intención es construir un asistente conversacional que responda con chispa y profundidad, entonces Davinci (o su versión moderna, GPT-4), será casi obligatorio, aunque cueste hasta cincuenta veces más por operación. La diferencia la notarás enseguida.

La relación clave: cómo los parámetros, los tokens y el coste se conectan

La interacción de parámetros, tokens y coste es ese engranaje oculto que convierte un experimento tecnológico en una solución estable y rentable. A veces, subestimamos cómo se relacionan, pero lo cierto es que están tan entrelazados como los componentes de una fábrica bien afinada.

  • Los parámetros actúan como la base intelectual del modelo, definiendo cuán sofisticado puede llegar a ser. A más parámetros, se espera mayor coherencia y razonamiento. Son, en definitiva, el motor de la IA.
  • Los tokens se comportan como unidades de trabajo, midiendo el volumen de texto tratado en cada intercambio. Piensa en ellos como el combustible que hace mover el motor.
  • El coste surge simplemente al multiplicar los tokens consumidos por el precio de cada uno según el modelo elegido. Aquí tenemos la factura del servicio.

Es frecuente caer en el error de pensar que un modelo más grande siempre implica gastos más altos. Más bien, el coste total dependerá de la cantidad de tokens utilizados en la tarea específica. Por ejemplo, un modelo de alta gama puede salir más económico cuando se usa para tareas breves que uno más básico procesando textos muy largos. La balanza entre calidad, longitud de respuesta y gasto marca la diferencia.

Por cierto, los modelos optimizados y actuales, como GPT-4-turbo, pueden entregar resultados de buena calidad usando respuestas más cortas, disminuyendo así el número de tokens y haciendo el servicio más eficiente. Por tanto, elegir el modelo apropiado no se trata solo de comparar tarifas, sino de ajustar la potencia al reto, maximizando la eficiencia de cada token empleado.

Finalmente, si algo nos enseña esta relación es que los parámetros indican lo que la IA puede alcanzar, pero son los tokens y sus tarifas los que marcan cuánto vale la pena cada operación. Manejar bien este tándem resulta clave para que tu proyecto de inteligencia artificial no acabe devorando recursos. Elegir, ajustar y controlar son reglas básicas si quieres construir soluciones competitivas y sostenibles.

Dominar esta ecuación ofrece la capacidad de convertir promesas vagas en aplicaciones reales y valiosas. Ya sea para mejorar procesos internos, lanzar productos innovadores o simplemente para responder mejor a los clientes, comprender cómo se enlazan parámetros, tokens y coste será tu mejor mapa para navegar con éxito en el mundo de la IA sin naufragar.

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