Imagina caminar por una tienda, mirar un producto con tu móvil y ver al instante alternativas, precios, reseñas y hasta preguntas frecuentes generadas por inteligencia artificial, todo sin salir de la vista de la cámara. Esto ya no es ciencia ficción.
Amazon ha lanzado Lens Live, una función que transforma la manera en que interactuamos con los objetos que nos rodean, convirtiendo el teléfono en una ventana hacia un catálogo digital masivo. La experiencia es fluida, casi mágica, pero detrás de esa inmediatez hay una ingeniería compleja que combina visión por computadora, modelos de lenguaje de gran tamaño y aprendizaje automático a escala planetaria.
La tecnología permite escanear productos en tiempo real mientras se apunta con la cámara del móvil. En cuestión de segundos, aparece un carrusel deslizable con coincidencias precisas en la aplicación Amazon Shopping para iOS. Es posible añadir artículos al carrito con solo tocar el icono + o guardarlos en la lista de deseos con el corazón, sin interrumpir el flujo visual. Esta inmersión constante entre el mundo físico y el digital representa un salto cualitativo respecto a métodos anteriores como tomar una foto o escanear un código de barras. La cámara ya no es solo una herramienta de captura, sino un canal activo de descubrimiento.
Lo que hace especialmente notable a Lens Live es su integración con Rufus, el asistente de compras con inteligencia artificial desarrollado por Amazon. Rufus no solo ayuda a encontrar productos similares, sino que genera resúmenes y responde preguntas sugeridas que aparecen bajo el carrusel. Esto significa que, mientras apuntas a un detergente, puedes leer al instante cuál es su eficacia en prendas delicadas o si es compatible con lavadoras de carga frontal, todo gracias a un modelo de lenguaje avanzado entrenado con cantidades ingentes de datos. El asistente no solo busca, también entiende y contextualiza.
Detrás de escena, esta funcionalidad se sostiene sobre pilares tecnológicos de Amazon Web Services. Amazon OpenSearch permite indexar y recuperar productos con rapidez, mientras que Amazon SageMaker es clave para implementar modelos de aprendizaje automático a gran escala. En concreto, se utiliza un modelo de incrustación visual profunda que compara lo que la cámara ve con miles de millones de productos en la base de datos de Amazon. Es una especie de ADN visual que permite al sistema reconocer similitudes no solo en forma o color, sino en funcionalidad y categoría.
Lens Live ya está disponible en EEUU
Actualmente, Lens Live está disponible para decenas de millones de usuarios en Estados Unidos, y su despliegue continuará en las próximas semanas. Aunque por ahora se limita a dispositivos iOS, su expansión futura parece inevitable. Lo más interesante es que Amazon no descarta las funcionalidades tradicionales de Amazon Lens, como subir una imagen o escanear un código de barras. En lugar de reemplazarlas, las complementa. Esta coexistencia refleja una transición cuidadosa, donde lo nuevo no anula lo viejo, sino que lo enriquece.
La promesa de Rufus LLM, el modelo de lenguaje que impulsa las interacciones, es especialmente relevante. No se trata solo de reconocer objetos, sino de facilitar decisiones de compra informadas. Al combinar comprensión visual con capacidad lingüística avanzada, Amazon está construyendo una experiencia donde el usuario no solo ve productos, sino que dialoga con ellos. Estamos ante una nueva forma de relación entre consumidores y objetos, mediada por inteligencia artificial.
Amazon señala que seguirá buscando formas de mejorar la conveniencia en la búsqueda y compra de productos. En ese horizonte, Lens Live no es un punto de llegada, sino una señal de dirección. Cada escaneo, cada clic, cada pregunta alimenta un sistema que aprende constantemente. Más allá de la eficiencia, surge una pregunta que Mario Viciosa plantearía sin dudarlo ¿qué pasa con el alma de la elección cuando esta es guiada por algoritmos? Porque tras cada recomendación, tras cada embedding visual, hay un deseo humano, una necesidad, una historia. La tecnología no solo cambia lo que compramos, también transforma por qué lo compramos.