100% de los mapas en TomTom AmiGo ahora dependen de conexión: sin internet, no hay navegación

La nueva TomTom AmiGo no es una simple actualización. Es un rediseño casi total, con mapas basados en Orbis, una tecnología que promete mayor precisión y actualización más ágil.

09 de diciembre de 2025 a las 07:50h
tomtom go ya no esta disponible para conductores
tomtom go ya no esta disponible para conductores

Hace apenas unos meses, si necesitabas llegar a un destino con tu coche y no querías depender de Google Maps, tenías una alternativa sólida y con sabor europeo TomTom. Su nombre sonaba como garantía de precisión, de mapas actualizados y de una experiencia de conducción más tranquila. Pero ahora, algo ha cambiado. Algo profundo. No solo en las funciones, sino en la filosofía misma de la marca. Y para muchos usuarios, ese cambio ha dejado una sensación agridulce.

De dos apps a una estrategia dividida

TomTom no apostaba por una sola app móvil. Hasta hace poco, ofrecía dos. Por un lado, TomTom Go, de pago, con mapas descargables y funciones avanzadas. Por otro, TomTom AmiGo, gratuita, pero limitada a la conexión constante a Internet. Eran dos mundos distintos uno para quienes querían control total, otro para quienes solo necesitaban una guía rápida.

Pero a finales del verano, mientras muchos conducían por carreteras secundarias con el GPS como único compañero, TomTom decidió reordenar su universo. En octubre, el cambio fue irreversible. AmiGo dejó de ser el hermano pequeño y se convirtió en la app principal para todos los conductores particulares.

Y TomTom Go, ese viejo conocido de los conductores exigentes, se transformó. Ya no está disponible en la mayoría de países. Su nuevo rol ser una herramienta especializada. TomTom Go Navigation ahora es solo para camioneros.

El nuevo rostro de la navegación AmiGo y sus decisiones

La nueva TomTom AmiGo no es una simple actualización. Es un rediseño casi total, con mapas basados en Orbis, una tecnología que promete mayor precisión y actualización más ágil. La interfaz cambió, el tono cambió, incluso la voz cambió. Ahora es femenina, suave, pero también menos personalizable.

Una de las novedades interesantes es que puedes reportar incidencias directamente desde la pantalla. Un accidente, una retención, una cámara de tráfico móvil. Y esas alertas aparecen en tiempo real en la ruta de otros usuarios. Es una especie de red social del tráfico, donde todos ayudan a todos. La planificación de rutas considera ahora tráfico y avisos de otros conductores, lo que en horas punta puede marcar la diferencia entre llegar tarde o no.

Pero hay un precio invisible por esta comodidad ya no puedes descargar mapas. La app funciona solo online. Antes, la versión de suscripción te permitía tener todo el mapa de Europa en el móvil, listo para zonas sin cobertura. Ahora, eso es historia. Si pierdes conexión, pierdes navegación. Para viajes en zonas rurales, en montaña o en países con mala cobertura móvil, esto no es un detalle. Es un problema.

Funciones que se van y críticas que se quedan

La transición no ha sido silenciosa. Muchos usuarios han protestado. No solo por la falta de mapas offline, sino por decisiones que parecen ir en contra de la experiencia de usuario. El modo flotante, que permitía ver el GPS mientras usabas otras apps, ha desaparecido. Las opciones de personalización del guiado por voz se han reducido. El nivel de ajustes es, simplemente, limitado.

"Estamos simplificando la experiencia para el usuario promedio" - Corinne Vigreux, Directora de Producto de TomTom

Esa frase, aunque razonable en teoría, suena a resignación. Porque simplificar no siempre significa mejorar. A veces, significa eliminar lo que algunos valoran. El conductor habitual tal vez no necesite elegir el tono de voz o activar alertas avanzadas. Pero el viajero frecuente, el que conduce por placer o por trabajo, sí. TomTom parece haber elegido un camino masificación frente a especialización.

¿Adónde va la navegación móvil?

Este cambio en TomTom no es un caso aislado. Es un reflejo de lo que está ocurriendo en muchas aplicaciones la presión por reducir costes, por adaptarse a modelos basados en datos en tiempo real, por depender de la nube. Google Maps lleva años en esta dirección. La diferencia es que TomTom nació como hardware, como dispositivo físico, como objeto de precisión. Ahora, se desvanece ese ADN.

La nueva AmiGo está disponible en Google Play y es compatible con Android Auto, lo que la mantiene útil para muchos. Pero también marca una era en la que la navegación deja de ser algo autónomo, seguro, local, y se convierte en un servicio más sujeto a la red, a los servidores, a las decisiones de una empresa que ya no quiere ser solo de conductores, sino de datos.

Quizá el futuro de la navegación es este rápida, conectada, colaborativa. Pero también dependiente. Y, para algunos, un poco menos libre.

Sobre el autor
Redacción
Ver biografía