Imagina que estás en casa, intentando hacer una videollamada importante mientras alguien en la otra habitación transmite una película en 4K y otro carga un archivo enorme en la nube. El Wi-Fi se resiente, claro. Las imágenes se pixelan, la voz se corta. Es una situación tan común hoy como el café de la mañana. Pero lo que está cambiando no es el número de dispositivos conectados, sino la forma en que los teléfonos inteligentes pueden gestionar esa conexión desde el centro del hogar digital.
Google sigue afinando los detalles de sus Pixel, esos teléfonos que no solo aspiran a ser cámaras o reproductores, sino verdaderos centros de control. En una de sus últimas actualizaciones, introdujo algo que suena técnico pero que tiene un impacto directo en la fluidez de tu red la banda de 6 GHz en los puntos de acceso Wi-Fi. Hasta ahora, la mayoría de los routers y móviles compartían internet usando las bandas de 2,4 GHz y 5 GHz. La primera llega lejos pero va lenta, como un camión de reparto por caminos rurales. La segunda es más rápida, pero su alcance es limitado, como un mensajero en moto que solo opera en el centro de la ciudad.
El salto al 6 GHz
La banda de 6 GHz es como abrir una autopista de alta velocidad al tráfico inalámbrico. Permite velocidades mucho más altas, baja latencia y menos congestión. Pero tiene un gran pero su señal no atraviesa paredes ni suelos con facilidad. Apenas cubre unos pocos metros en línea recta. Eso explica por qué, aunque es prometedora, pocos dispositivos la soportan por ahora. Usarla sola sería como tener un superdeportivo que solo puede circular en un parking subterráneo.
Por eso, la última novedad descubierta por Mishaal Rahman en la versión de prueba de Android Canary resulta tan interesante. Google no solo está activando el 6 GHz, sino que está introduciendo una opción nueva en los ajustes 2,4 y 6 GHz. Esta combinación inteligente permite que los dispositivos que pueden usar la banda rápida se conecten a ella, mientras que los más antiguos o distantes siguen agarrándose al 2,4 GHz, más resistente.
"La opción 2,4 y 6 GHz permite combinar altas velocidades para dispositivos compatibles con 6 GHz y conexión de largo alcance para el resto"
Un router en el bolsillo
Esta función cambia el papel del teléfono. Ya no es solo un consumidor de datos, sino un emisor estratégico. Al compartir internet desde un Pixel, ahora puedes ofrecer una red dual, como hacen los routers premium de última generación. Las opciones serán tres 2,4 y 5 GHz (la clásica), solo 6 GHz (para usuarios exigentes y cercanos), y la nueva combinación de 2,4 y 6 GHz, que equilibra velocidad y cobertura.
Esto no es un detalle para técnicos. Es un paso hacia redes más inteligentes, más adaptables. Piensa en un grupo de amigos en una cafetería que comparten el internet de un solo teléfono. Algunos tienen tablets o relojes antiguos, otros llevan auriculares de realidad aumentada o juegan en streaming. La red ya no tiene que elegir entre velocidad o alcance. Puede ofrecer ambas cosas al mismo tiempo.
El hecho de que esta función aparezca en Android Canary, la versión más experimental del sistema, sugiere que aún no está pulida para todos. Pero su presencia allí es una señal clara Google está preparando el terreno para una nueva generación de conectividad. Y aunque pocos dispositivos aprovechen ahora el 6 GHz, cada día hay más que lo incorporan, desde laptops hasta gafas inteligentes.
¿Cuándo llegará?
Es probable que esta opción se estrene en una beta futura de Android 16 QPR3, una actualización intermedia que Google lanza a cuentagotas para refinar funciones antes del gran lanzamiento anual. No será un cambio espectacular, pero sí transformador. Convertirá al smartphone en un verdadero nodo de red personal, capaz de gestionar el tráfico como un profesional.
En un mundo donde estar desconectado es casi una discapacidad social, donde el trabajo, la salud y el entretenimiento dependen del flujo constante de datos, estas mejoras técnicas dejan de ser invisibles. No se trata solo de tecnología por tecnología, sino de rediseñar la experiencia humana de la conexión. Y a veces, ese rediseño empieza con una simple opción escondida en los ajustes de un teléfono.