El mundo de la tecnología móvil avanza a un ritmo vertiginoso y cada nuevo paso de Apple genera expectativas globales. Aunque el iPhone 17, lanzado en octubre de 2025, no cumplió con una de las principales demandas de los usuarios –la incorporación de 12 GB de RAM–, sí introdujo un cambio significativo al duplicar el almacenamiento interno del modelo base, que pasó de 128 GB a 256 GB. Esta decisión, aunque bien recibida, dejó en el aire la pregunta sobre el futuro del rendimiento y la capacidad de procesamiento de los dispositivos de la marca de Cupertino.
Según nuevos informes provenientes de Corea del Sur, citados por Macrumors, el próximo salto podría materializarse con el lanzamiento del iPhone 18. Estos informes sugieren que Apple estaría preparando una actualización clave en su hardware, con el objetivo de reforzar su apuesta por la inteligencia artificial. En concreto, se habla de que el modelo estándar del iPhone 18 podría incorporar por primera vez 12 GB de RAM, una cifra que hasta ahora se había reservado para dispositivos de gama alta en otros fabricantes.
Para respaldar esta posible transición, Apple habría solicitado a Samsung un aumento en el suministro de chips LPDDR5X, que están disponibles en versiones de 12 GB y 16 GB. Esta memoria más avanzada no solo ofrece mayor velocidad sino también una eficiencia energética superior, algo fundamental en dispositivos móviles. La decisión de adoptar estos componentes no es menor, ya que implica una reconfiguración profunda del diseño interno y de la gestión térmica del teléfono.
Actualmente, existen dos escenarios en discusión dentro de los círculos cercanos a Apple. El primero consiste en mantener los 8 GB de RAM en el modelo base pero ya con tecnología LPDDR5X, lo que supondría una mejora interna sin un salto cuantitativo evidente para el usuario. El segundo y más ambicioso escenario apunta a que todos los modelos, incluso el estándar, comiencen con 12 GB de RAM, mientras que las versiones Pro y Pro Max podrían acceder a los 16 GB. Este cambio marcaría un antes y un después en la estrategia de rendimiento de Apple.
La motivación detrás de esta posible ampliación no es solo técnica, sino estratégica. Se espera que con el iPhone 18 llegue una versión profundamente renovada de Siri, equipada con capacidades de inteligencia artificial generativa. Esto implica que el asistente no solo responderá preguntas, sino que podrá crear contenido, mantener conversaciones más naturales y ejecutar tareas complejas en tiempo real. La nueva generación de Siri exigirá una potencia de cálculo y una memoria mucho mayores, lo que justificaría el salto en RAM.
La integración de funciones avanzadas de IA en el dispositivo requiere que gran parte del procesamiento se realice localmente, es decir, directamente en el teléfono, para garantizar privacidad, velocidad y autonomía. Esto impone exigencias duras sobre el hardware. El aumento de RAM responde a la necesidad de ejecutar modelos de inteligencia artificial directamente en el dispositivo, sin depender constantemente del cloud.
Además, esta evolución no debe entenderse solo como una carrera por cifras más altas, sino como una transformación en la experiencia de usuario. Un teléfono capaz de gestionar IA generativa de forma fluida puede anticipar necesidades, editar fotos con comandos de voz, resumir correos electrónicos o traducir conversaciones en tiempo real con mayor precisión. Estamos ante la transición del smartphone como herramienta al smartphone como compañero inteligente.
Apple no suele adelantar sus planes, pero los movimientos en su cadena de suministro y los rumores persistentes indican que la compañía está preparando el terreno para un cambio profundo. Si el iPhone 18 efectivamente llega con 12 GB de RAM en su versión base, no será solo un salto técnico sino una señal clara de que la inteligencia artificial se ha convertido en el eje central de su estrategia móvil.