4.000 participantes en Doha coincidieron: la educación no necesita más tecnología, sino más humanidad

Con más de 4.000 participantes y 200 ponentes de más de 100 países, el encuentro no fue una simple exhibición de herramientas digitales. El lema Humanity.io Human Values at the Heart of Education lo dejaba claro desde el principio.

15 de diciembre de 2025 a las 15:40h
la tecnologia solo tiene sentido si devuelve tiempo
la tecnologia solo tiene sentido si devuelve tiempo

En un mundo donde la inteligencia artificial parece estar en todas partes, desde las recomendaciones de las plataformas de streaming hasta los correos que redactamos en el trabajo, uno podría pensar que la educación ya está completamente transformada. Sin embargo, la cumbre WISE 12, celebrada en Doha, pone sobre la mesa una realidad más matizada la innovación educativa no es cuestión de tecnología por tecnología, sino de valores, equidad y personas.

Humanidad en el centro del aula

Con más de 4.000 participantes y 200 ponentes de más de 100 países, el encuentro no fue una simple exhibición de herramientas digitales. El lema Humanity.io Human Values at the Heart of Education lo dejaba claro desde el principio. Aquí no se trataba de quién tenía el chatbot más rápido, sino de cómo la educación puede seguir siendo humana en medio de la avalancha tecnológica.

En este contexto, las palabras de Ana María Raad, fundadora de AprendoLAB y la Fundación REimagina, resonaron como un recordatorio necesario.

"La tecnología solo tiene sentido si ayuda al docente a recuperar tiempo, criterio y comunidad" 

- Ana María Raad, fundadora de AprendoLAB y de la Fundación REimagina

Una frase que suena simple, pero que desmonta el mito de que más tecnología equivale a mejor educación. Lo que importa no es el algoritmo, sino el tiempo que un profesor puede dedicar a pensar, escuchar y acompañar.

Los premios que apuestan por el cambio real

El WISE Prize for Education, considerado el Nobel de la educación, reconoció en esta edición proyectos que no solo innovan, sino que se arraigan en contextos reales. El primer premio, de 500.000 dólares, fue para TUMO, una iniciativa armenia que enseña competencias digitales avanzadas a adolescentes mediante un modelo autodirigido y centrado en proyectos creativos. No se trata de clases tradicionales, sino de talleres donde los jóvenes aprenden animación, programación o diseño con mentores reales.

El segundo galardón, de 300.000 dólares, recayó en Iqrali, un programa jordano que utiliza herramientas digitales para mejorar la alfabetización en árabe. Y el tercer premio, de 200.000 dólares, fue para Darsel, un chatbot educativo que permite practicar matemáticas a través de SMS, WhatsApp o Messenger. Sí, en países donde no todos tienen acceso a tablets o ordenadores, el móvil sigue siendo rey.

Lo más interesante no es solo el dinero, sino que todos los finalistas recibieron 125.000 dólares adicionales y un año de acompañamiento por parte de WISE. Porque, como bien señaló Aurelio Amaral, director de programas de WISE

"Si un proyecto no dialoga con Gobiernos, centros y actores locales, su impacto es inevitablemente frágil" 

- Aurelio Amaral, director de programas de WISE

La innovación educativa no puede depender del entusiasmo de un docente aislado. Tiene que anclarse en estructuras que sobrevivan a los cambios de gobierno.

IA en el aula ¿aliada o intrusa?

La inteligencia artificial estuvo presente en casi todos los debates, pero con matices. Mientras algunos celebran sus posibilidades, otros advierten de sus riesgos. Nieves Segovia, presidenta del Grupo Educativo SEK, lanzó una advertencia incómoda

"Si la planificación docente se apoya en IA, el alumno responde con IA y la corrección se automatiza, corremos el riesgo de convertir la educación en un diálogo entre máquinas" 

- Nieves Segovia, presidenta del Grupo Educativo SEK

Una imagen inquietante aulas donde los humanos se han vuelto meros intermediarios entre algoritmos.

Y sin embargo, la realidad en las aulas ya es híbrida. Natalia Lara, investigadora de la Universidad Camilo José Cela, explicó que los docentes usan la IA sobre todo para planificar, diseñar rúbricas o gestionar tareas administrativas. Los estudiantes, por su parte, la usan como un tutor de apoyo, para repasar antes de un examen o para corregir sus propias actividades.

"Están muy preocupados por hasta qué punto saben cribar la información que les está proporcionando la IA" 

- Natalia Lara, investigadora de la Universidad Camilo José Cela

No es miedo a usar la tecnología, sino miedo a perder la capacidad de pensar por sí mismos. Tienen acceso a mucha información, pero también dudas ¿estoy aprendiendo de verdad o solo copiando lo que me dice la máquina?

Alianzas, estructuras y cuidado docente

Uno de los momentos más simbólicos de la cumbre fue el lanzamiento del Consorcio Global sobre Inteligencia Artificial y Educación Superior para el Desarrollo de la Fuerza Laboral, formado por siete universidades de distintos continentes, entre ellas la Universidad Camilo José Cela. Un paso concreto hacia la cooperación internacional, donde la IA no se aplique solo para automatizar, sino para formar profesionales capaces de enfrentar el futuro del trabajo.

Pero el futuro del trabajo ya está cambiando. Segovia planteó preguntas clave ¿Cómo queremos que sea la educación en España? ¿Cómo promovemos la empleabilidad? Y alertó sobre un fenómeno que muchos ya notan la IA está acelerando la desaparición de los puestos más juniors. No se trata solo de robots que sustituyen empleos, sino de sistemas que hacen innecesarias ciertas formas de aprendizaje laboral.

En medio de tanto cambio, Ana María Raad insistió en lo que no debe pasar desapercibido

"Si no cuidamos a quienes cuidan, nada cambia" 

- Ana María Raad, fundadora de AprendoLAB y de la Fundación REimagina

REimagina, su fundación, trabaja en alianza con gobiernos, ONG y organizaciones multilaterales, especialmente en países latinoamericanos con altos niveles de vulnerabilidad socioeducativa. Su modelo no es exportar soluciones prefabricadas, sino construir desde lo local, con 80 organizaciones en siete países.

Al final, uno de los mensajes más potentes de WISE 12 fue este la equidad y el bienestar son condiciones necesarias para que la innovación educativa tenga impacto. No basta con tener una app. Hace falta que todos puedan usarla, que los docentes no estén quemados, que los estudiantes confíen en su capacidad de pensar.

"Lo que necesita un estudiante no varía tanto en contextos geográficos distintos; lo que cambia son los accesos a recursos" 

- Aurelio Amaral, director de programas de WISE

Una verdad simple, pero demasiado olvidada. La educación no necesita mil revoluciones tecnológicas. Necesita justicia, tiempo y personas que la cuiden. La innovación no puede depender del entusiasmo del momento; tiene que sostenerse en estructuras capaces de mantenerse cuando cambia la Administración. Y las políticas suelen ser muy generales, pero la implementación es donde se caen las cosas.

 

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